jueves, diciembre 28, 2006

Capítulo 78 El Frustrado Salto Definitivo al Socialismo

(continuación)
Recuerdo a los lectores que, la versión oficial, nos dice que recién cuando accedió al poder el dictador Francisco Franco comenzaron los actos inhumanos, los crímenes de guerra y los delitos aberrantes. Según esta singular versión, interpretación retorcida de la realidad, el bando de los republicanos o al menos los que defendían a la II República, eran un modelo de virtudes, mientras que sus contendientes eran unos monstruos. Acá, en la Argentina, se procedió a copiar tal proceder y se “inventó” al joven idealista…
Nos refiere, a tal fin, el prestigioso historiador español Manuel Álvarez Tardío que “«El PSOE, que era una formación marxista revolucionaria, mantuvo un compromiso “accidentalista” con la democracia. Los socialistas veían una República y una democracia burguesas y entendían que en España no se había realizado aún la revolución burguesa como paso previo a la instauración del socialismo. Justificaban su colaboración con el nuevo régimen para hacer esa revolución pendiente y luego dar el salto definitivo al socialismo». O sea, en buen romance, el Partido Socialista Obrero español de esa época anhelaba que la gloriosa España cayera bajo las garras del comunismo, que se convirtiera en una suerte de república popular como tantas otras. *Manuel Álvarez Tardío, autor de «Anticlericalismo y libertad de conciencia: política y religión en la Segunda República Española» (Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2002) y de «El camino a la democracia en España, 1931 y 1978» (Gota a gota ediciones, 2005) ha estudiado a fondo el papel que desempeñaron los socialistas en aquella tragedia.

Capítulo 77 Acerca del Derecho Humanitario Internacional

(continuación)

Al referirme a la moral, no puedo dejar de lado una circunstancia política que demuestra bien a las claras que el Derecho Penal Humanitario o Derecho Humanitario, mientras navegue en las procelosas aguas de la ideología, escorado a la izquierda, servirá solamente los intereses de quienes están enrolados hacia ese lado. Pero el mundo está compuesto por seres humanos, no por facciones que sustentan determinadas ideologías. Las normas, deben ser para todos, cosa que a mi parecer dista de cumplirse en los foros internacionales. Tal circunstancia fáctica, de hecho crea grupos privilegiados, o sea a “aristócratas de los Derechos Humanos”. Estos privilegiados terminarán siendo los oligarcas del Derecho Humanitario.

Se ha llegado al colmo de pretender que los delitos de Lesa Humanidad solamente pueden ser llevados a cabo por funcionarios del Estado. De esta forma, los sanguinarios subversivos están a la espera de que el solo transcurso del tiempo obligue a la Justicia de cada país a excluirlos de los procesos criminales, beneficio del que no gozan los “terroristas de Estado”.

De tal suerte que quienes se excedieron en su tarea, son culpados como autores de eventos dolosos, ni siquiera la culpa les cabe y quienes atentaron contra la estructura del Estado, son considerados poco menos que inofensivos scouts que se han comportado mal.

Hasta en la misma Comunidad Europea han logrado infiltrarse, en forma por demás brillante. Se han travestido de “democráticos” y de esta forma manipulan las votaciones a su antojo, ya que son muy hábiles para ello. No hace mucho tiempo, se solicitó ante el Consejo Europeo, que se condenaran los crímenes del comunismo. El decimoquinto aniversario de la caída de los regímenes comunistas en los países de Europa del Este ofrecía una magnífica ocasión, para que coincidiendo con la fecha de la caída del muro de Berlín, el 9 de noviembre, se condenara la violación de derechos humanos cometidos por los regímenes comunistas y se rindiera homenaje a sus víctimas.

El grupo socialista en Estrasburgo, no apoyó tal resolución, votó en contra, llamando la atención de los parlamentarios democráticos, especialmente porque se trataba de una condena de los crímenes del comunismo y no del comunismo como ideología. La actitud del bloque parlamentario español choca contra la actitud del juez Garzón, acérrimo luchador a favor de los derechos Humanos tanto en España como en Latinoamérica. Realmente toda una contradicción.
En la actualidad en España, siguiendo esa estrategia que tan buenos resultados les dio a sus "inventores", lamentablemente, se trata de todas las formas de desvirtuar la verdad de lo sucedido y se intenta de cualquier manera, aun acudiendo a la mentira solapada o no, convencer a quienes no habían nacido en esa época, que la violación de los Derechos Humanos se inició a la caída de la II República Española, lo que a todas luces es ajeno a la realidad de lo acontecido.
Nos dice Pío Moa, prestigioso escritor español, en su blog del diario madrileño “Libertad Digital”, del 25 de julio del 2006, refiriéndose a este aspecto de la desvirtuación de la verdad y de la apelación a la mentira en que incurren las actuales autoridades, con el propósito de excusar ciertas conductas de los entonces gobernantes, con propósitos políticos, que “Al negarse a cumplir la ley y anularla activamente por medio de actos consumados, el gobierno del Frente Popular perdió una legitimidad ya dudosa de origen. El arrasamiento de la legalidad democrática por las izquierdas y la total descomposición del Estado quedaron de relieve cuando una fuerza mixta de policías y milicianos socialistas secuestró en su casa y asesinó a Calvo Sotelo, después de haber fallado en el intento de hacer lo mismo con Gil-Robles. Aquel crimen colmó el vaso y empujó a la rebelión a una parte del ejército, que venía preparándose para ella ante el cariz de los sucesos, pero era muy renuente a emprenderla, entre otras cosas por la gran probabilidad de ser vencidos. Probabilidad que estuvo a punto de materializarse. “
“Y, cuando la ley cae por tierra, en todos los países vienen las atrocidades y las venganzas, cometidas en España por los dos bandos. Pero el gran responsable de haber llegado a ese extremo fue el Frente Popular, al cual una propaganda grotesca pretende identificar con la democracia. Contra la "irritante mentira roja", el alzamiento derechista y la guerra no destruyeron la democracia, sino al revés: la destrucción de la democracia por aquellas radicalizadas izquierdas ocasionó la guerra. La cual no fue una pugna entre demócratas y fascistas, sino entre totalitarios de izquierda y autoritarios de derechas: la dictadura de Franco jamás llegó al absolutismo de las comunistas ensayadas en España e impuestas a la mitad de Europa después de 1945.”
“Cabe recordar, además, las numerosas atrocidades, con torturas y asesinatos, entre unos y otros partidos de izquierda. Y la represión franquista de posguerra no debe oscurecer el hecho de que los jefes del Frente Popular huyeron todos, sin la menor preocupación por el salvamento de miles de seguidores suyos comprometidos en el terror contra las derechas. Estos últimos, culpables de crímenes espeluznantes, fueron juzgados y ejecutados por el franquismo al lado de bastantes inocentes. Pero es un insulto a los inocentes equipararlos a todos bajo el título de "víctimas del franquismo". En cuanto al Valle de los Caídos, también precisan ustedes información más fidedigna. Sólo un pequeño número de los trabajadores en esa obra, alrededor de una décima parte, fueron presos. Y trabajaron en régimen de "redención de penas por el trabajo", a razón de cinco días de pena conmutados por cada uno trabajado. Nada parecido a los campos soviéticos o nazis.”

miércoles, diciembre 27, 2006

Capítulo 76. Epílogo Respecto a la Situación de España

(continuación)

En la actualidad en España, lamentablemente, se trata de desvirtuar la verdad de lo sucedido y se intenta de cualquier forma, aun acudiendo a la mentira solapada o no, convencer a quienes no habían nacido en esa época, que la violación de los Derechos Humanos se inició a la caída de la II República Española, lo que a todas luces es ajeno a la realidad de lo acontecido.
Nos dice Pío Moa, prestigioso escritor español, en su blog del diario madrileño “Libertad Digital”, del 25 de julio del 2006, refiriéndose a este aspecto de la desvirtuación de la verdad y de la apelación a la mentira en que incurren las actuales autoridades, con el propósito de excusar ciertas conductas de los entonces gobernantes, con propósitos políticos, que “Al negarse a cumplir la ley y anularla activamente por medio de actos consumados, el gobierno del Frente Popular perdió una legitimidad ya dudosa de origen. El arrasamiento de la legalidad democrática por las izquierdas y la total descomposición del Estado quedaron de relieve cuando una fuerza mixta de policías y milicianos socialistas secuestró en su casa y asesinó a Calvo Sotelo, después de haber fallado en el intento de hacer lo mismo con Gil-Robles. Aquel crimen colmó el vaso y empujó a la rebelión a una parte del ejército, que venía preparándose para ella ante el cariz de los sucesos, pero era muy renuente a emprenderla, entre otras cosas por la gran probabilidad de ser vencidos. Probabilidad que estuvo a punto de materializarse. “
“Y, cuando la ley cae por tierra, en todos los países vienen las atrocidades y las venganzas, cometidas en España por los dos bandos. Pero el gran responsable de haber llegado a ese extremo fue el Frente Popular, al cual una propaganda grotesca pretende identificar con la democracia. Contra la "irritante mentira roja", el alzamiento derechista y la guerra no destruyeron la democracia, sino al revés: la destrucción de la democracia por aquellas radicalizadas izquierdas ocasionó la guerra. La cual no fue una pugna entre demócratas y fascistas, sino entre totalitarios de izquierda y autoritarios de derechas: la dictadura de Franco jamás llegó al absolutismo de las comunistas ensayadas en España e impuestas a la mitad de Europa después de 1945.”
“Cabe recordar, además, las numerosas atrocidades, con torturas y asesinatos, entre unos y otros partidos de izquierda. Y la represión franquista de posguerra no debe oscurecer el hecho de que los jefes del Frente Popular huyeron todos, sin la menor preocupación por el salvamento de miles de seguidores suyos comprometidos en el terror contra las derechas. Estos últimos, culpables de crímenes espeluznantes, fueron juzgados y ejecutados por el franquismo al lado de bastantes inocentes. Pero es un insulto a los inocentes equipararlos a todos bajo el título de "víctimas del franquismo". En cuanto al Valle de los Caídos, también precisan ustedes información más fidedigna. Sólo un pequeño número de los trabajadores en esa obra, alrededor de una décima parte, fueron presos. Y trabajaron en régimen de "redención de penas por el trabajo", a razón de cinco días de pena conmutados por cada uno trabajado. Nada parecido a los campos soviéticos o nazis.”
Recuerdo a los lectores que, la versión oficial, nos dice que recién cuando accedió al poder Francisco Franco comenzaron los actos inhumanos, los crímenes de guerra y los delitos aberrantes. Según esta singular versión, interpretación retorcida de la realidad, el bando de los republicanos o al menos los que defendían a la II República, eran un modelo de virtudes, mientras que sus contendientes eran unos monstruos. Acá, en la Argentina, se procedió a copiar tal proceder y se “inventó” al joven idealista…
Nos refiere, a tal fin, el prestigioso historiador español Manuel Álvarez Tardío que “«El PSOE, que era una formación marxista revolucionaria, mantuvo un compromiso “accidentalista” con la democracia. Los socialistas veían una República y una democracia burguesas y entendían que en España no se había realizado aún la revolución burguesa como paso previo a la instauración del socialismo. Justificaban su colaboración con el nuevo régimen para hacer esa revolución pendiente y luego dar el salto definitivo al socialismo». O sea, en buen romance, el Partido Socialista Obrero Español de esa época anhelaba que la gloriosa España cayera bajo las garras del comunismo, que se convirtiera en una suerte de república popular como tantas otras.
*Manuel Álvarez Tardío, autor de «Anticlericalismo y libertad de conciencia: política y religión en la Segunda República Española» (Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2002) y de «El camino a la democracia en España, 1931 y 1978» (Gota a gota ediciones, 2005) ha estudiado a fondo el papel que desempeñaron los socialistas en aquella tragedia.

Capítulo 75 Lesa Humanidad en la Masacre de Casas Viejas

(continuación)

Como el juez mediático español Baltasar Garzón se encuentra investigando lo que ha sucedido en nuestro país, durante el Proceso, con un empeño digno de mejor causa, me veo obligado a traer a colación, entre miles de episodios que han protagonizados ambos bandos en la contienda civil, uno mas que horroriza, que escandaliza y que obliga a meditar al respecto, sobre la conocida “Matanza de Casas Viejas”.

No por mera pertinacia, pero creo que, la insistente y efectiva campaña de los ideólogos de la izquierda, tendiente a efectuar un verdadero lavado de cerebro, para que los incautos lleguemos a la convicción de que el comunismo o el extremismo de izquierda, es una sinónimo de democracia, un equivalente, obliga a estudiar minuciosamente los antecedentes de los nuevos “demócratas", quienes se han diplomado recientemente pero que, al parecer, se han copiado al dar examen, de lo que al parecer se sienten orgullosos.

En absoluto es mi propósito tomar partido por alguno de los dos bandos. Creo y estoy absolutamente convencido que tanto los Republicanos como los Nacionalistas tuvieron en sus filas personajes que han cometido todo tipo de tropelías y de crímenes de Lesa Humanidad. Traigo este ejemplo, sin segundas intenciones.

De este episodio se desprende la enseñanza de que cuando existe un conflicto armado, se sabe cuando comienza, pero nadie puede determinar cuando y como termina, con sus secuelas sangrientas y sus víctimas, para ambos bandos enfrentados.

El 8 de enero de 1933 se concretaron diversos alzamientos anarquistas en Barcelona, Madrid y Valencia. Fueron sofocados rápidamente, dándose cumplimiento a las órdenes del gobierno republicano. El 11 de ese mes estalló una lucha, focal posiblemente, en un pequeño pueblo andaluz conocido como Casas Viejas. Los trabajadores de la comarca salieron a las calles y proclamaron el comunismo libertario. Frente a un cuartel de la Guardia Civil hubo un intercambio de disparos y dos efectivos fueron heridos de muerte. Cundo llegaron refuerzos fueron resistidos por los ocupantes de una choza de un carbonero llamado Seisdedos.

Siguiendo las órdenes de su capitán, los soldados republicanos procedieron a incendiar la choza acción en la que murieron ocho hombres y mujeres. No contentos con este accionar y sus consecuencias la soldadesca concretó una espantosa venganza con el pueblo, fusilando sumariamente a otros doce hombres. Este episodio es uno de los que contribuyó que se desencadenara la Guerra Civil Española. Es históricamente conocida esta masacre con el nombre citado.

Tomado de la web “Asturias Liberal”, refiere las expresiones del entonces presidente de la República Española, en oportunidad de escribir sus memorias: “'En Casas Viejas no ha ocurrido sino lo que tenía que ocurrir… ha sido una cosa inevitable, y yo quisiera saber quien sería el hombre que… hubiera encontrado otro procedimiento… la rebelión de Casas Viejas si hubiera durado un día más, tendríamos inflamada la provincia de Cádiz. No hubo más remedio para impedir males mayores… nos encontramos en una situación de holgura, de diafanidad, de respiro, como nunca nos hemos encontrado'. J. Marichal, M. Azaña, Obras Completas, II, p.535.


Decía Balbotín (radical-socialista, luego comunista): 'El crimen cometido por los guardias de Asalto… no ha sido perpetrado por la Guardia Civil del Rey… son infinitamente más brutales, más criminales, que la Monarquía derribada; porque quemar una choza con mujeres y chiquillos dentro no lo hizo nunca don Alfonso de Borbón'.

E insistía en un mitin de Sevilla (19-3-32): “En los meses que llevamos de República hemos tenido más muertos y deportados que en los ocho años de dictadura borbónica”.

Demás está decir que lo narrado, en cuanto a delitos de lesa humanidad cometidos por alguno de los bandos en pugna en España, no significa que los autores de delitos de similar catadura, que militaron en las Fuerzas Armadas Argentinas o en las formaciones guerrilleras de irregulares subversivos sean eximidos de ser sometidos a la Justicia que corresponda y condenados si fueran culpables, pero es mi deseo subrayar que no deja de llamar la atención que un país, Argentina, pueda y deba juzgar los hechos aberrantes y otro país, en este caso España, no sólo no lo haga en razón de que jurídicamente no puede sino que se atreve, tiene la insolencia, de apresar y juzgar a exmilitares argentinos para hacer con ellos lo que no hizo con ciudadanos españoles imputados de delitos similares.

Creo que para actuar de esta forma se necesita una cierta dosis de razón y de moral, que al parecer y por lo dicho, son los grandes ausentes. Si el Congreso de la Nación Argentina hubiera proclamado: “… acababa de estallar un movimiento revolucionario de carácter anarquista, de extraordinaria violencia, que pudiera poner en peligro a la república, lo cual obligaba a la fuerza a emplear la mayor energía frente a todo acto de rebeldía que se presentase y que en consecuencia se empleasen las armas de fuego sin contemplación alguna contra aquellos de los revoltosos que las empleasen a su vez contra la fuerza y que culminase este rigor contra los que atentaran con armas o materias explosivas contra los agentes de la autoridad o realizaran actos de sabotaje en los servicios públicos.” (Diario de sesiones de las Cortes Españolas, 15 de marzo, 1933, nº 311, pp. 118-127).

En ese caso ¿La Justicia Española habría declarado la nulidad de tal declaración, por vulnerar Tratados Internacionales a favor de los Derechos Humanos? ¿Se podría haber presentado en el juicio al capitán Cavallo este Diario a fin de que vean los magistrados españoles lo que pasó en su país y terminaran aceptando el “tú lo hiciste” internacional?

Recordemos que cuanto se quiso imputar en el Tribunal de Nuremberg, la comisión de delitos de lesa humanidad al almirante Doenitz, consistente en eventos bélicos en el mar, su defensor puso de manifiesto que el norteamericano almirante Nimitz había procedido de igual forma y no fue encausado, lo que motivó que el Tribunal, en un gesto típico sajón, dejara de lado tales imputaciones absolviendo en tal sentido al marino alemán.

La absoluta falta de moral para proceder que tiene la Justicia Española, creo que conmueve el basamento sobre el que se encuentra edificado el Derecho Humanitario Internacional ya que no es lícito acá, ni en España ni en ningún lugar del mundo, apelar a un acto ilícito para condenar a quien cometió otro ilícito.

Capítulo 74. Ausencia de la Justicia y de la Equidad Jurisdiccional

(continuación)

Pasaron muchos años desde la finalización de la guerra, pasaron muchos gobiernos y ninguno adoptó medida alguna, ni se hizo referencia a las monstruosidades practicadas en las ocasiones señaladas. La casi indiferencia sobre estos hechos aberrantes se vio ayudada por el odio al gobierno franquista, que impidió ver el bosque tapado por un árbol.

Si un magistrado español desea abrir una investigación contra algún imputado de Terrorismo de Estado, Delitos de Lesa Humanidad y de Genocidio, sean quienes sean los acusados y las víctimas, pongamos como claro ejemplo a los militares argentinos cuya extradición solicita el juez Baltasar Garzón, ese juez debería probar que no ha encubierto de manera alguna a compatriotas que cometieron los mismos gravísimos y aberrantes delitos. Caso contrario, su inacción jurisdiccional, sería una vergüenza nacional y un desdoro para la augusta tarea de administrar justicia. Una vergüenza para la Justicia Española.

Empero, aunque hubiera posibilidades de viabilizar la persecución penal ante la Justicia española contra los acusados de Delitos contra la Humanidad, por supuesto los que aun viven, debido a su actuación durante el período inmediato anterior a la Guerra Civil de España, durante ella y en la era franquista, existe un obstáculo que en la Argentina nuestro Parlamento gambeteó, pero dudo que el Parlamento de España vaya a proceder de igual forma ya que tienen un espíritu distinto al nuestro y creo que quieren a su país de una manera que nosotros podríamos envidiar. Ese obstáculo es la amnistía. Olvido consensuado entre todos los ciudadanos españoles, para el bien de España.

Debemos tener presente, a sus efectos, que la transición española, por acuerdo de todas las fuerzas políticas democráticas, entre otras, aprobó la ley 46/77, de Amnistía, como forma de superar el franquismo y generar un clima de concordia y de consenso constitucional. Como hemos referido a Carrillo y otros se les imputaban los delitos de Terrorismo de Estado y la comisión de delitos de Lesa Humanidad.

Y a pesar de que se trata de delitos que no pueden ser amnistiados, se decretó la amnistía para todos los que intervinieron tanto de uno como de otro bando. La Justicia Argentina, sostiene que este tipo de delitos no puede ser perdonado, ni olvidado, por lo que no corresponde se lo amnistía. ¿Quién tiene razón la Justicia de España o la Justicia Argentina? Si España sostiene tal tesitura amplia ¿A que se debe que no la aplicó con Scilingo ya que las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida, según nuestra Corte Suprema de Justicia equivalen a una amnistía, a un perdón por razón de Estado? ¿Qué motivó que se condenara a Scilingo en forma ilegal dado que España debió aplicarle la ley más benigna? ¿Si España no comparte la tesitura Argentina, porqué la aplicó a un argentino un Tribunal español?
En cuanto a la amnistía decretada en España, en su oportunidad, según los españoles, en general, estuvo justificada y sigue estando justificada.

Así lo expresó el entonces Diputado M. Camacho: "Hemos enterrado nuestros muertos y nuestros rencores". Era una forma de materializar la reconciliación entre las dos Españas y abrir una etapa de diálogo en la construcción de la democracia.

73. La Verdad Se Hace Camino Al Andar

(continuación) El accionar criminal que hemos comentado precedentemente, tuvo lugar durante la contienda entre los insurgentes militares nacionalistas y las tropas leales a la República, las fuerzas militares estatales, que obedecían al gobierno central de la II República Española, por lo que los actos aberrantes citados, delitos de lesa humanidad pueden ser calificados como Terrorismo de Estado. Sin embargo, casi nadie se ha ocupado de calificar de tal forma a los eventos cometidos por los defensores militares del gobierno republicano, los que fueron apoyados por los irregulares, las denominadas “Milicias Populares”, que no mostraron signos de piedad para con sus adversarios.

Durante los juicios internacionales de Tokyo, concluida la Segunda Guerra Mundial, se condenó a un militar japonés que estando al mando de la tropa, nada hizo para impedir los actos aberrantes y crueles de los soldados hacia la población civil, ya que se lo consideró responsable por inacción al no ejercer las atribuciones correspondientes al mando.

Nos han pintado un panorama de la denominada Guerra Civil Española, que hace dificultoso cuando no sumamente antipático, apartarnos de ese halo romántico, creado por las películas sobre el tema y para afianzar ciertas ideologías, que necesitaban beber de tal manantial. Sin hesitación alguna debemos enfrentarnos a la cruda y sangrienta realidad si es que deseamos juzgar con objetividad ese pasado cuestionado y cuestionable.

Una realidad que permite afirmar, sin temor a equivocarnos que hubo violaciones a los derechos humanos, pero no sólo por parte del bando franquista sino por parte de ambos contendientes en este sangriento conflicto.

Reafirmando lo anteriormente expresado debemos resaltar que el mariscal José Stalin, justificando su apoyo con asesores y armamento, antes y durante la Guerra Civil, llegó a decir: "La causa de España es la causa de toda la humanidad progresiva y avanzada".

No podemos menos que resaltar, lo expresado por la diputada socialista en las Cortes, Margarita Nelken, en esos días, ya que basta para dejar en claro el desarrollo del nuevo complot comunista planificado para estallar el 1 de agosto. Tengamos en cuenta que la Guerra Civil Española se inició el 18 de julio de ese año: “Queremos una revolución, pero no es la Revolución Rusa la que nos puede servir de modelo, pues lo que necesitamos son llamas gigantescas que se puedan ver desde el mundo entero y olas de sangre que tiñan las paredes de rojo “. Creo que ningún diputado conservador o de derecha ha llegado a pronunciar algo parecido, y mucho menos en las Cortes. Antes que estallara el complot comunista, con las consecuencias previstas por esta diputada, en julio de 1936, se produjo el Alzamiento Nacional, por todos conocido. Surge el interrogante lógico: ¿Qué hubiera sucedido en España de no reaccionar de esa forma?*
*http://usuarios.lycos.es/seuep/introduccion.html

Estudiosos y ensayistas, apasionados sobre el estudio de la Guerra Civil Española, incurren en un error de omisión, ya que cuando se refieren a los diversos episodios habidos inmediatamente antes, durante y después del conflicto, omiten recordar a sus lectores que el comunismo es una ideología ferozmente antidemocrática, causante de tantos crímenes como la nacional-socialista o nazi y que declararse comunista no es mejor que declararse nazi. Mientras la sociedad no vea clara esta distinción fundamental padecerá una enfermedad moral peligrosa para su supervivencia.
Creo altamente ilustrativo al respecto, recordar algunas frases aclaratorias del tema pronunciadas por personajes, que cumplieron altísimas funciones en de gobierno en la década del 30, recogidas por los historiadores en fuentes fidedignas, que resultan altamente definitorias y revelan con certeza que opinaban sobre esos eventos los dirigentes políticos de esa aciaga época.
Gregorio Marañón, padre espiritual de la República expresó “Mi respeto y mi amor por la verdad me obligan a reconocer que la República española ha sido un fracaso trágico”.
Manuel Azaña quien fuera presidente de la II República española decía, en sus Memorias, que para esa época se llevaba a cabo una “política tabernaria, incompetente, de amigachos, de codicia y botín, sin ninguna idea alta”.
Ramón Pérez de Ayala, escritor y periodista español, uno de los cultivadores de la poesía filosófica en esa época, otro padre espiritual de lo que terminó degenerando en pesadilla, no pudo evitar referirse a las autoridades de la II República en estos términos: “Cuanto se diga de los desalmados mentecatos que engendraron y luego nutrieron a sus pechos nuestra gran tragedia, todo me parecerá poco. Nunca pude concebir que hubieran sido capaces de tanto crimen, cobardía y bajeza”.
Oigamos, finalmente, al líder socialista Julián Besteiro Fernández, adversario político dentro del Partido Socialista Obrero Español, del conocido dirigente Largo Caballero. Este llegó a afirmar que en caso de ganar la derecha las elecciones “procedería a declarar la guerra civil”. España se había polarizado en dos bandos rivales e irreconciliables, izquierdas Frente Popular y derechas Bloque Nacional. Refirió Besteiro: “Estamos derrotados nacionalmente por habernos dejado arrastrar a la aberración bolchevique, que es la aberración política más grande que han conocido quizás los siglos. La política internacional rusa, en manos de Stalin se ha convertido en un crimen monstruoso que supera en mucho a las macabras concepciones de Dostoyevski y Tolstoi, los hermanos Karamázov y el poder de las tinieblas. La reacción a este error de la República, a dejarse arrastrar a la línea bolchevique, la representan genuinamente, sean cuales sean sus defectos, los nacionalistas que se han batido en la gran batalla anticomintern”.
Los antecedentes referidos hacen surgir en mí el interrogante del por qué no se adoptó nunca ninguna medida contra los imputados de Crímenes de Guerra y de delitos de Lesa Humanidad durante esa contienda interna. Pregunta que me formulo, en forma reiterada, aunque en mi interior ya sé cual es la respuesta.

Capítulo 72. Mas descripciones del Horror y la Aplicación de una Amnistía Para Ambos Bandos beligerantes



(continuación) Abusando de la paciencia del lector, permítaseme poner de relieve otros pocos casos ocurridos antes y durante el conflicto, que nos recuerdan hechos pasados en la Argentina durante el Proceso Militar, y que pasamos a relatar.
“En Madrid, el general republicano D. Eduardo López Ochoa es sacado por las milicias del Hospital Militar de Carabanchel, donde se encontraba enfermo, y es asesinado; su cadáver es decapitado por dichas milicias, secundadas por las turbas, que pasearon la cabeza del General por las calles céntricas de Madrid.
Don Luis Vales Álvarez, de cuarenta años de edad, empleado, fue detenido el 17 de agosto de 1936 al acudir al Cementerio del Este a hacerse cargo del cadáver del General Fanjul-fusilado por los rojos- para darle sepultura, siendo asesinado el referido Sr. Vales, cuyo cadáver fue hallado en las tapias del Cementerio de Vicálvaro.
Doña Inés Benítez Jaén, no obstante su avanzada edad, de sesenta y ocho años, fue detenida por el exclusivo motivo de su piedad religiosa, en su domicilio de la calle de Velásquez, III, en los primeros días de diciembre de 1936, sin que su cadáver pudiera ser encontrado por la familia.
La anciana de setenta y cuatro años, doña Asunción del Valle Pérez, con domicilio en la calle del Miño, num. I, fue detenida el 26 de noviembre de 1936 por unos milicianos, habiendo aparecido su cadáver con numerosas heridas de arma de fuego en distintas partes del cuerpo. Una familia compuesta por doña Dolores Crespo Iglesias, de cuarenta y dos años de edad, su hija María de los Dolores Jiménez Crespo, de diecisiete años, y su sobrino Vicente Arnau Crespo, de quince años, fueron detenidos el 30 de septiembre de 1936 a la puerta de la Cárcel Modelo, adonde habían acudido a visitar al marido de la primera, sin que volviese a tenerse más noticias de las víctimas ni hayan sido identificados sus cadáveres.
Estos episodios, a los que se podría añadir muchísimos más, sirven para valorar más que suficientemente la conducta asumida por el dirigente comunista Carrillo.
Adviértase que se han mencionado casos de desapariciones de personas, pero al parecer en España, en esa época y en la actualidad, las desapariciones no son consideradas Violaciones a los Derechos Humanos, por cuanto se han sancionado leyes de amnistía que no permiten esclarecer tales eventos criminales.

Capítulo 71. Cualquier Parecido con lo Ocurrido en la Argentina es Pura Coincidencia



(Continuación) Nos recuerda Dos Passos que su amigo, el también escritor Ernest Hemingway, ferviente defensor del stalinismo, que en ese entonces había decidido imponer el régimen comunista en España, cuando le expuso el caso de Robles Pazos le contestó: “Le habrán matado por algo”. Lo dijo de una forma que revelaba su desinterés, al punto que este episodio motivó que se cortaran abruptamente las relaciones de amistad entre estos dos escritores. Este episodio, es muy similar a otros narrados, oportunamente a la Conadep, en nuestro país pero al parecer, vuelvo a insistir, en España no constituyen delitos de lesa humanidad y son perdonables, estos eventos que contaban sin duda alguna contaban con el apoyo del Estado es decir de las autoridades de la II República y puede decretarse el olvido sobre tales crímenes, como que así se hizo, con la anuencia de todos los ciudadanos. A nadie, absolutamente a nadie se le ocurrió que existía una norma de “ius cogens” que impedía hacerlo*
* En la web http://paz-digital.org/new/content/view/2527/138/ se detallan horrores sucedidos en la Guerra Civil Española, que no tienen por cierto, la divulgación que tendrían que tener, para de esta forma poder calificar mejor las conductas de quienes fueron responsables y de quienes defienden el accionar empleado en tal ocasión. Refiere dicha web: “La venganza personal y el ánimo de rapiña por parte de unas turbas de criminales y de delincuentes comunes, en cuyas manos había puesto el Gobierno del Frente Popular las armas y el poder, son también motivo muy frecuente de crímenes, cometidos unas veces por las «checas» y otras, directamente, por cualquier grupo de milicianos. Durante los seis primeros meses en que culminó la táctica del terror anárquico, éste corrió, generalmente, en las capitales y grandes poblaciones, a cargo de las «checas». En los Municipios rurales se constituyen Comités Revolucionarios, que arman sus propias milicias locales y juzgan, asesinan y despojan a sus convecinos, comenzando, generalmente, por el sacerdote. El Frente Popular suele dar a sus elementos armados dedicados a imponer el terror en la retaguardia una organización rudimentaria, bajo diversos nombres, según la población de que se trate: Milicias de Vigilancia de Retaguardia, en Madrid; Patrullas de Control al mando del anarquista Aurelio Fernández, en Barcelona; Guardia Popular Antifascista, en Castellón; Milicias Armadas Obreras y Campesinas, en Almería, etc. Pero este encuadramiento, si bien confería autoridad a tales milicianos que la empleaban en beneficio propio o de las organizaciones políticas o «checas» de que dependían, no les sujetaba a la menor disciplina ni moderación en su conducta. Los atentados contra la vida y la libertad de los españoles iban unidos a toda clase de desmanes contra los demás valores públicos y privados, tanto morales como materiales: La Religión, la Cultura, el Arte y el Patrimonio económico sufren el embate de la furia subversiva. Incautaciones arbitrarias de fincas, de explotaciones industriales e incluso de viviendas familiares y de modestos comercios o industrias, son fenómenos corrientes dentro de la vida marxista. Algunas organizaciones obreras-como ocurrió con la C.N.T. de Madrid, mediante su organización denominada «La Contraguerra»- se incautaron de gran parte de la propiedad urbana; pero no para condonar su renta a los inquilinos, sino para percibirla coactivamente en provecho propio. En los casos de mayor benignidad, la incautación de empresas era sustituida por Comités de Control Obrero, que mediatizaban por completo la personalidad rectora del director del negocio.”. En algunos casos, era tal la anarquía y la barbarie que, hasta funcionarios republicanos, pagaron con su vida supuestas culpas que se les enrostraban.

viernes, diciembre 22, 2006

Capítulo 70 - Hubo Desaparecidos Durante la II República

(continuación)

No es muy conocido el caso del conocido periodista y escritor gallego José Robles Pazos.
Republicano de corazón, no trepidó en presentarse ante los republicanos, apenas comenzó la Guerra Civil. Como tenía conocimiento de distintos idiomas, fue designado intérprete de un general ruso, unos de los tantos que se encontraba en Madrid, al servicio de las autoridades de la II República, comisionados por Stalin. Robles Pazos fue traductor al servicio del general Vladimir Gorev, uno de los héroes de la defensa de Madrid. Prestigioso militar, reconocido como tal por sus propios compañeros. Muchos, muchísimos de los militares destinados en España fueron poco después llamados a Moscú, condecorados por Stalin e inmediatamente ejecutados. Gorev fue uno de ellos. Trágico destino de dichos militares, a quien el tirano no dudó en quitarles la vida, posiblemente para evitar que se conocieran los entretelones de los manejos habidos durante el conflicto, cuyos resultados, precisamente, no le fueron favorables a los intereses del comunismo ruso.
Lo curioso de este caso es que en diciembre de 1936, el escritor Robles Pazos desaparece misteriosamente. Según se supo, mucho tiempo después, terminó siendo fusilado por orden de las autoridades republicanas. Esta noticia circuló “offf the record” ya que en ningún momento se reconoció el evento por parte de los funcionarios encargados de su aprehensión y asesinato. Como se verá una de las tantas desapariciones, pero al parecer este tipo de desaparición forzada, que no es un invento de los argentinos, en España actual no cuenta con el eco suficiente en sus Estrados judiciales.

El motivo de la desaparición de Robles Pazos, según se estima, según se deduce, sería que tenía un vasto conocimiento de informaciones ultrasecretas, obtenido en su desempeño como intérprete del general Gorev. Se afirma que la orden en realidad la dio la NKVD, es decir la policía política soviética.
Similarmente a lo ocurrido en nuestro país, durante el proceso de Reorganización Nacional, la esposa del desaparecido logró visitarlo en dos ocasiones y en estas dos oportunidades se le hizo saber que, sin duda, se trataba de una equivocación y que disipada la duda se lo iba a liberar. Luego se enteran que fue trasladado, pero su nuevo paradero permaneció en secreto, circulando rumores contradictorios acerca de su destino final. Narra el famosísimo escritor norteamericano Dos Passos, su amigo, que averiguaciones practicadas en Madrid dieron como resultado que, amigos influyentes, funcionarios republicanos de alto rango, le hicieran saber que había sido detenido por presunta traición a la II República. Dos Passos, que albergaba la esperanza de encontrar con vida a su amigo no terminaba de revisar listas de presos, sospechando que a su alrededor se urdía una trama conspirativa, de silencios y mentiras para desviar sus investigaciones, la que tenía como principal víctima a su amigo Robles Pazos. Como no era comunista, ello era suficiente para tornarlo sospechoso, a los ojos de los servicios secretos soviéticos. Regresó a su país con la íntima convicción de que a su amigo Robles Pazos no lo asesinaron porque confesó algo sino precisamente para evitar que hablara.

jueves, diciembre 21, 2006

Capítulo 69 . Ambos Bandos Aprovecharon el Aparato Estatal Para Poder Violar los Derechos Humanos




(continuación) Pasados los años, “resucitaron” muchos de estos personajes políticos y algunos ellos recibieron condecoraciones en mérito a la supuesta “defensa de la democracia”, o se les erigieron monumentos en la España actual. El jerarca comunista D.Santiago Carrillo (ver foto de la derecha) recibió todo tipo de agasajos y de homenajes, como un verdadero "demócrata", ya que así se denomina al material con el que se construye la "piel política de esta clase de gente. Por cierto que el generalísimo Francisco Franco (foto de la izquierda curiosamente....) recibió el duro "castigo" de que sus monumentos fueran ocultados, cuando no destruídos, y agunas calles con su nombre los cambiaron por otros. Algo parecido al “Regreso de los Muertos Vivos”. Se menciona, mirando con un solo ojo, con una suerte de amnesia selectiva y paraplejia intelectual, y con esta visión parcializada de la historia real, solamente los actos aberrantes ocurridos durante la Guerra Civil Española y durante el período de Franco, los que nadie niega que han ocurrido, pero se omite expresamente tocar este lapso de la II República, período sobre el que se tiende un manto de olvido, no solo de los españoles sino de hasta la mayoría de los historiadores que se ocuparon del tema. Cargan las tintas sobre Franco, como si fuera el único responsable. Y los mismos que adoptaron tal actitud, pretenden hacernos creer que todo el período de preguerra civil, transcurrió en una suerte de panacea democrática.

Solicito se me dispense el cargar las tintas, una vez mas si se quiere, sobre los delitos constitutivos de Terrorismo de Estado, que ocurrieron durante el transcurso de la Guerra Civil Española, imputables a las autoridades constitucionales de esa época. La versión refinada de ciertos historiadores nos muestran una España “invadida” por fuerzas de las llamadas fascistas, originarias de Alemania e Italia, que llegaron a la Península con el propósito de atacar a los democráticos funcionarios republicanos y ayudar al general Francisco Franco, alzado en armas contra las autoridades de la II República.

La calidad moral de los partidarios de esta postura es fácil deducirla, en cuanto no se afirma con la misma franqueza, que el bando republicano también contaba con ayuda extranjera, ayuda de peso, no como se dice como al pasar, con algunos pocos asesores militares. Terminantemente no ha sido así, hubo asesores militares rusos, a la sazón comunistas, enviados en esa época por el sanguinario dictador José Stalin. Llegaron a la península ibérica con logística militar, con armas y municiones y, por cierto con un mandato que les confería un poder total sobre las autoridades republicanas legítimamente constituidas.

En una palabra el gobierno republicano, aceptó mansamente la ingerencia de una potencia extranjera de primer orden, en los asuntos internos de España. De allí un paso, como para establecer la causa de la horrorosa forma de proceder por parte de las turbas desatadas, y de las autoridades republicanas estatales y para estatales.

Capítulo 68 . Siguen los Crímenes de Lesa Humanidad en la Guerra Civil Española y Aparece el Terrorismo de Estado

(continuación) Se redactó el informe, el Delegado salió en un avión, puesto por la embajada francesa, para entregarlo en Ginebra, y sobre Pastrana fue abatido por un caza. El piloto, que resultó herido, aseguró que el avión era republicano. Henny se llevó a Ginebra la bala que le extrajeron y resultó la de un caza republicano. * C. Fernández, Paracuellos del Jarama. ¿Carrillo culpable?, Argos y Vergara, 1.983, p. 65. .”.
“Desde que las turbas extremistas se adueñaron de las poblaciones donde el Alzamiento Nacional había fracasado o no se había producido, su actuación se caracterizó por su feroz brutalidad, dando rienda suelta al terror más desenfrenado. Imperan el asesinato y el robo. Quien no poseía un carnet sindical o de algún partido del Frente Popular, de fecha anterior al 18 de julio, carecía de personalidad jurídica y del derecho a la vida, y podía ser impunemente y a capricho, muerto por cualquier miliciano.”
“Algunas categorías sociales son consideradas inexorablemente acreedoras a la pena de muerte o, mejor dicho, al asesinato, sin neutralidad judicial alguna Así sucede principalmente a los sacerdotes o militares. La misma suerte cabe a los afiliados a Falange Española, al partido Tradicionalista y a los partidos considerados de orden, e incluso a muchos afiliados a partidos republicanos de los no incorporados al Frente Popular.”

“Los funcionarios judiciales y del Ministerio Fiscal son perseguidos con encono y se encuentran a merced de las checas y milicias del Frente Popular,* en las que tanto abundan los criminales comunes, deseosos de venganza.”. *http://paz-digital.org/new/content/view/2527/138/

Es increíble que la humanidad entera haya olvidado los actos constitutivos de Terrorismo de Estado ocurridos durante la Guerra Civil Española, imputables a las autoridades entonces a cargo del Estado Español, prohijados, alentados o tolerados por ellas. Pero el olvido no se debió al solo transcurso del tiempo.

Operaron distintos factores, que unidos contribuyeron, como para que en todo el mundo se llegara a la falsa conclusión de que, en la Guerra Civil Española, se jugaba la antinomia democracia contra la dictadura franquista. Por cierto que los partidarios de la “democracia” fueron ayudados por el democrático líder, el dictador José Stalin. La circunstancia de que, con posterioridad durante la guerra y luego de ella, haya habido violaciones a los derechos humanos, por parte de ambos bandos en pugna, no nos debe hacer olvidar que durante un lapso mas o menos breve, antes de que estallara el conflicto armado español, los partidarios del régimen que estaba al frente de la República, violaron los Derechos Humanos, empleando para ello el aparato estatal, con el que pretendieron conseguir su impunidad. O sea, un auténtico “Terrorismo de Estado republicano”.

Capítulo 67 . Siguen Los Crímenes de Guerra en España

(continuación) Las ejecuciones de noviembre y diciembre en Madrid fueron dirigidas por Carrillo, Consejero de Orden Público. * G. Cabanellas, La guerra de los mil días, Buenos Aires, 1973, Vol. II, p. 813. . “No se trata de ejecuciones espontáneas, como las de las primeras semanas… sino… de todo un programa de eliminaciones políticas, exigido por Kolstov (periodista soviético, agente de Stalin en Madrid), y aceptado por el Gobierno”.
La documentación de la Causa General es abrumadora como prueba de responsabilidad de Carrillo, del Director General de Seguridad Muñoz, y del Delegado de Orden Público, Serrano Poncela, ambos a las órdenes directas del primero y todos del Partido Comunista Español.

Resulta particularmente trágica la firma de Serrano al pie de una orden dictada el 26 de noviembre de 1936: “Sírvase poner en libertad a los presos que se relacionan al dorso”. Figuraban 26 nombres. Fueron ejecutados inmediatamente. Casi todas las órdenes eran iguales.* R. de la Cierva, La historia se confiesa, Barcelona, Planeta, 1976, T. III, p. 27. .

El 24 de noviembre de 1936, la policía encabezada por el Director de Seguridad Serrano Poncela, quien era segundo de Carrillo y el ruso Koltstov entra en la embajada de Finlandia y detiene a 525 refugiados, que luego serían asesinados. *
*“Limpiar un poco Madrid; echar aunque no sean más a 30.000 fascistas; fusilar, aunque solo sea a un millar de bandidos”. M. Koltstov, Diario de la guerra de España, París, 1963, p. 114.

El veterano comunista Castro Delgado, ministro por entonces, nos contaba. “Aquí no se pretende hacer justicia, sino implantar el terror; por eso, ¡no te importe equivocarte!... Vale más matar de más que de menos”. * Hombres made in Moscú, p. 391 y 429.

“Los presos más peligrosos… la mayor parte de ellos fueron fusilados… Exterminar o ser exterminado se convirtió en la consigna de Madrid”. * RG. Colodny, brigadista comunista. Asedio a Madrid, Ruedo Ibérico, París, 1970, p. 50.

Nos narraba el mismo Partido Comunista Español, en su libro colectivo “Guerra y revolución en España”, Progreso, Moscú, 1968, p. 187: “Carrillo… Cazorla… tomaron las medidas necesarias para mantener el orden en la retaguardia… en dos o tres días se asestó un serio golpe a los… quintacolumnistas”. .Hay una protesta del Cuerpo Diplomático de Madrid.
La lleva a cabo el delegado de la Cruz Roja Internacional Henry Henny, acompañado por el doctor Schlayler, encargado de Negocios de Noruega y el doctor Pérez Quesada, encargado de Negocios de Argentina.

Capítulo 66 . Datos No Muy Conocidos Sobre La Actividad de D. Santiago Carrillo





(continuación) “Entre el 9 de noviembre y el 3 de diciembre asesinan a 2.936. Hay listas de casi todos con nombre y apellidos, los presos eran sacados, por milicianos de Vigilancia de Retaguardia pertenecientes a la consejería de Carrillo, mediante vales al director de la prisión, firmados por Serrano Poncela, su segundo en el mando. La Causa General incorpora dos documentos al anexo de capitulo VII, que son órdenes firmadas por Serrano Poncela enviadas a los directores de las prisiones, días 26 y 27, ordena que sean puestos en libertad los 132 presos nominados en ellas. Todos serían asesinados en Paracuellos. Carrillo llevaba ya 20 días de jefe.”.

Debemos advertir que, en la causa seguida contra los militares argentinos por los excesos de la denominada “Guerra Sucia”, existen probanzas orales, que pueden ser discutidas e impugnadas, pero no existen pruebas documentales tan evidentes de los hechos imputados, las matanzas de civiles indefensos, como en este estudio de Alamán.

En este caso de Carrillo sí existe documentación relacionada con estos sangrientos eventos. Gibson nos dice: de la matanza fue culpable Carrillo. Él dice que el asunto lo “manejó” la policía soviética.* Paracuellos: cómo fue, Barcelona, Plaza y Janés, 1.983, p. 207.

Carrillo cuenta de las matanzas a Oneto, MA. Aguilar, y P. Páramo, dice que no tuvo nada que ver, aunque si se enteró de las mismas, “no tenías tiempo de emocionarte por eso… no comprender eso me parece que es hacer abstracción de lo que fue la guerra civil”.* Cambio 16, nº 266, 16 de enero de 1977.

El 11 de noviembre de 1936, el Consejero Caminero pregunta en la Junta sobre la evacuación de los presos de la Modelo: “Carrillo contesta detalladamente diciendo que tiene todas las medidas tomadas aunque no ha sido aun hecha la evacuación… Diéguez (comunista) dice que el 7 y el 8 han habido evacuaciones (fusilamientos) y propone que continúe haciéndose la evacuación (fusilamiento)… Carrillo insiste en sus anteriores razonamientos, argumentando con la actitud adoptada últimamente por el Cuerpo Diplomático”, había habido una protesta muy fuerte por los asesinatos, encabezada por el decano del CD el embajador chileno. Hay que destacar que Chile fue uno de los últimos países en reconocer a Franco. * Libro de Actas de la Junta de Defensa de Madrid, Arostegui y Martínez, La Junta de Defensa de Madrid, Comunidad de Madrid, 1.984, p. 295 y ss. No se había evacuado ni se evacuó ningún preso, todos habían sido asesinados.

Refería J. Galíndez, secretario del ministro de Largo Caballero Irujo (PNV): “En la noche del 6 unos 600 prisioneros de la cárcel Modelo cuyas conexiones fascistas eran notorias fueron ejecutados en un pueblo cercano a Alcalá de Henares. Dos noches más tarde fueron ejecutados 400 más… Durante los días siguientes hubo muchas ejecuciones en Madrid, en Paracuellos, San Fernando de Henares y Torrejón.

Evidentemente el director de Orden Público, Manuel Muñoz, tenía conocimiento de los asesinatos… Para mí la limpieza de noviembre es el borrón más grave de la defensa de Madrid, por ser dirigida por las autoridades encargadas del orden público… borrón que afea la defensa de Madrid… Carrillo, que daba órdenes de libertad, que significaban contraseñas convenidas para sacar a determinados presos… y matarlos”.* “Los vascos en el Madrid sitiado”, Ekin, Buenos Aires, 1945, p. 66, 68 y 78. .

Creo que no es sobreabundante destacar que en el caso se trataba de Terrorismo de Estado puesto que en Madrid estaba el gobierno central de esa época a cuyas órdenes actuaba Santiago Carrillo.



Capítulo 65 - D. Santiago Carrillo Imputado por Crímenes de Lesa Humanidad, del Delito de Genocidio y de Crímenes de Guerra

(continuación) El gobierno, por ejemplo, ignoraría que Santiago Carrillo, líder de los comunistas, era el responsable directo de alrededor de 2.800 mil fusilamientos en una localidad cercana a Madrid, Paracuellos del Jarama, durante la Guerra Civil, y la oposición pasaba por alto los millares de muertos imputables al franquismo tras la victoria en 1939.

Naturalmente, eso no quería decir que estos temas no pudieran ser tratados por la sociedad, sino que el gobierno se abstendría de airearlos. Muerto Franco e iniciado el proceso de cambio, periodistas e historiadores, protagonistas y testigos de todas las tendencias y de todos los crímenes, volcaron sus experiencias libremente en libros, películas y toda clase de documentos.

Lo valioso de esta decisión es que, si se hubiera querido proceder de otra forma, Santiago Carrillo podría ahora mismo ser denunciado ante el Juzgado de Baltasar Garzón, como autor de los delitos de crímenes de lesa humanidad y de genocidio. Y, si se evalúa la causa como en el caso del tránsfuga Scilingo, sería condenado Santiago Carrillo a no dudarlo, pero no con pedido Fiscal de casi tres mil años sino que ni diez mil años serían suficientes, por la calidad de la persona y por la cantidad de asesinados.

En su artículo “Historia” del 29 de febrero del 2004, de Francisco Alamán Castro, nos cuenta la historia de este dirigente comunista y saca a la luz diversos elementos de juicio que él ha adquirido, probatorios de su conducta delictiva durante el período anterior a la Guerra Civil, durante la Guerra Civil y posteriormente a ésta.

De ellos resulta que Carrillo, con acreditada fama de demócrata, amante de sus semejantes, héroe y no violento, no sería tal. El 12 de febrero de 1934 publicó en la revista de las Juventudes Socialistas el “Decálogo del Joven Socialista” mediante el que daba instrucciones militares y políticas.

Surge de la revista que, según su particular parecer, el socialismo solamente puede imponerse por la violencia .Insistía más tarde, animando a los muchachos, para que no hubiese dudas e instigándolos a dar cumplimiento a sus “consejos” : “La supresión de todas las personas que por su situación económica o por sus antecedentes puedan ser una rémora para la revolución”... “Muchas sentencias habrá que firmar. Estamos seguros de que... los jóvenes socialistas, con entusiasmo, estarán dispuestos a darles cumplimiento”. Estas últimas palabras trae a mi memoria la mención que se hace en la Argentina de “jóvenes idealistas” cuando se alude a los integrantes de las organizaciones subversivas que actuaron en nuestra Patria. *
*. Renovación, 10 de agosto y 14 de septiembre de 1934. JA. Sánchez García-Sauco, La revolución de 1934 en Asturias. P. 46.” “Las matanzas estaban minuciosamente preparadas, previamente se ordenaba a los alcaldes de los pueblos de Paracuellos del Jarama, San Fernando de Henares y Torrejón de Ardoz que abriesen tumbas, se obligaba a cavarlas a los vecinos. A los presos se les dice que los evacuan a Valencia, les atan las manos con alambre, en autobuses de la Sociedad Madrileña de Tranvías se les lleva al lugar del asesinato, los días 7 y 8 de noviembre fusilan a 1.340.”

Destaco a la consideración del lector que es similar al caso de Scilingo y los “Vuelos de la Muerte”, pero muchísimo mas grave, ya que la cantidad de personas y la alevosía y ensañamiento puesto de manifiesto, califica a este evento como un crimen de lesa humanidad. No existen periodistas que, en la actualidad, pongan de relieve este proceder alevoso de Carrillo y sus compinches .

viernes, diciembre 08, 2006

Capítulo 64 - España Olvida

Las izquierdas respondían con amenazas de muerte, en pleno Parlamento, a los líderes derechistas, el moderado Gil-Robles y el más extremista Calvo Sotelo, cuando éstos pedían al gobierno, simplemente, que cumpliese e hiciese cumplir la ley. Al negarse a cumplir la ley y anularla activamente por medio de actos consumados, el gobierno del Frente Popular perdió una legitimidad ya dudosa de origen.
El arrasamiento de la legalidad democrática por las izquierdas y la total descomposición del Estado quedaron de relieve cuando una fuerza mixta de policías y milicianos socialistas secuestró en su casa y asesinó a Calvo Sotelo, después de haber fallado en el intento de hacer lo mismo con Gil-Robles.Aquel crimen colmó el vaso y empujó a la rebelión a una parte del ejército, que venía preparándose para ella ante el cariz de los sucesos, pero era muy renuente a emprenderla, entre otras cosas por la gran probabilidad de ser vencidos. Probabilidad que estuvo a punto de materializarse. Y, cuando la ley cae por tierra, en todos los países vienen las atrocidades y las venganzas, cometidas en España por los dos bandos”.del diario madrileño “Libertad Digital del 31-3-06.
El prestigioso polígrafo César Vidal en un libro suyo de reciente aparición titulado “Checas de Madrid” efectúa un relato, ante el que la conocida Escuela de Mecánica de la Armada, sita en Buenos Aires, uno de los mas afamados centros de privación ilegal de la libertad y torturas de los guerrilleros que asolaron nuestro país, es un poroto. Dice el autor en este libro que en el bando republicano eran conocidas como “checas los cuarteles de la policía política durante la guerra civil español (1936-1939).Prosigue relatando que habían sido modeladas bajo la influencia soviética, de donde tomaron la palabra, y llegaron a España de la mano del Partido Comunista, dotadas de numerosos asesores soviéticos, expertos en destripar enemigos. Muy pronto casi todas las formaciones políticas y sindicales tuvieron las suyas.Sólo en Madrid identifica 226 checas, muchas de ellas instaladas en antiguos conventos y hasta iglesias arrebatadas a los católicos. ¿Qué se hacía en esos siniestros centros de detención? Se torturaba salvajemente a los detenidos, especialmente en las checas comunistas, acusándolos de ser cómplices del fascismo, y, con mucha frecuencia, se les mataba.
La obra termina con una pavorosa lista de 11.705 asesinados, sólo en Madrid. El total nacional de víctimas de la represión republicana, profusamente documentado, alcanza la cifra de 110.965 personas. De esa triste nómina casi siete mil son curas, monjas y miembros de órdenes religiosas. Tales cifras dan cuenta que los hechos relatados serían constitutivos del delito de genocidio. Se actuó por odio religioso. Es decir como delito internacional, no sería prescriptible.Adviértase que no se trata de matar a cualquiera sino que se asesinó alevosamente a detenidos, a prisioneros. Casi el 60% de los prisioneros eran religiosos del culto católico, a los que se tildó de fascistas. Ese fue su mayor pecado. Y ese fue su mayor genocidio ya que los asesinaron por ser católicos, estando prisioneros y desarmados, lo que constituye, también, un delito de lesa humanidad.
Carlos Alberto Montaner, en una colaboración que apareció en la página digital “Gentiuno”, nos reseña algo que yace silencioso en el fondo de la tramitación de las causas que tramitan ante el Juzgado del doctor Baltasar Garzón, relacionadas con la guerra sucia en la Argentina.El artículo lo encabeza con el título: “Asesinatos Olvidados” y nos dice: “ … en el momento en que Vidal publicaba su estremecedora investigación, el juez Baltasar Garzón solicitaba la extradición de cuarenta y seis militares argentinos acusados de torturar y asesinar en su país a miles de personas durante el periodo de la última dictadura militar (1976-1983).¿Por qué la justicia española se ocupaba de unos crímenes ocurridos al otro lado del Atlántico y no perseguía a los asesinos feliz e impunemente radicados en el territorio nacional a pocos metros de los tribunales competentes?
Federico Jiménez Losantos, uno de los periodistas más escuchados del país -y uno de los más temidos-, lo preguntó con toda claridad en su hora radial: "¿Por qué Baltasar Garzón no ordena la detención y enjuiciamiento del comunista Santiago Carrillo, responsable directo del asesinato de 2,800 personas en un fin de semana (los prisioneros de Paracuellos del Jarama), o de Serrano Súñer, hombre clave del régimen franquista, a quien es posible imputar, aunque sea de forma indirecta, una buena parte de los atropellos cometidos por su gobierno?".¿Tal vez porque son muy ancianos? Ese no es un buen argumento jurídico: los crímenes contra la humanidad no prescriben nunca. No hay duda de que el derecho penal internacional tiene todavía muchas fallas. Está muy bien perseguir genocidas en cualquier rincón en que se escondan, pero ¿por qué renunciar al principio de la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley?
Por otra parte, no existe ninguna ley, que determine que a los gerentes hay que eximirlos de purgar una condena penal, en razón de su avanzada edad.
Los españoles, por ejemplo, hace un cuarto de siglo hicieron su transición hacia la democracia, olvidando los crímenes cometidos por unos y otros durante la guerra civil, pese a que en 1978, cuando se proclama la nueva constitución que oficialmente liquida al franquismo, estaban vivos cientos de millares de combatientes de esa contienda, muchos de ellos víctimas o victimarios. ¿Qué fuerza moral tiene hoy esa sociedad para juzgar presuntos criminales argentinos si no hizo o hace lo mismo con los suyos? “. Lo referido es cierto.Es una verdad tangible.
España tomó una decisión política que, a la larga, benefició al Estado Español y a sus habitantes, ya que impidió que se perdiera lastimosamente el tiempo en querellas inacabables. Desde quemas de conventos y asesinatos de inocentes religiosos, hasta masacres de pacíficos sindicalistas, las ’’dos Españas’’, como señalara el poeta Machado, se habían infligido muchísimo daño. La solución entonces encontrada para poder superar este obstáculo emocional fue la amnesia oficial. El gobierno renunciaba a hacer justicia sobre hechos y crímenes pasados, convencido de que sólo así podía salvar el futuro, a cambio de que la oposición aceptara la regla del olvido voluntario.

Capítulo 63 - Crímenes de Guerra en la Guerra Civil Española

¿No recuerdan tales expresiones a las organizaciones terroristas que azotaban en la década del 70 a nuestra Patria, empleando tal metodología? De hecho, debido a la despreciable conducta de los terroristas y a la amenaza que supone para la sociedad, las autoridades del Estado responsables de poner fin a la violencia terrorista están facultadas para responder con medidas antiterroristas y no pueden verse constreñidas por los límites normales de las medidas oficiales para la prevención del delito ordinario.

Por consiguiente, existe el peligro real de que el Estado “responda con exceso a la amenaza terrorista y se deslice hacia la represión y violación de los derechos humanos, no sólo de los terroristas sino también del resto de la sociedad, cuyos derechos y libertades pueden verse disminuidos en el proceso de descubrir, detener y condenar a los terroristas.”

El influjo y los efectos perjudiciales del terrorismo en la paz social y el orden público pueden a la larga amenazar a la existencia misma del Estado. Ejemplo de la situación referida precedentemente, fuerzas civiles o milicias armadas, sería la actuación que en la Argentina le cupo a las Fuerzas Armadas o en España a las fuerzas de seguridad persiguiendo a los etarras. En el primer caso hubo indudablemente un deslizamiento de la legalidad, mientras que en el caso de España la situación no llegó a tales límites excesivos y perversos, pero estuvo a punto de hacerlo cuando en el pasado inmediato actuaron grupos de civiles armados ajenos a las Fuerzas de Seguridad.

Las Naciones Unidas, paulatinamente, van llegando al punto medular de este problema. Ya han sostenido, por ejemplo que “La cuestión está también relacionada con el movimiento general de los derechos humanos que, quizá durante demasiado tiempo, se ha venido centrando en las medidas represivas adoptadas por los gobiernos y ha prestado demasiada poca atención a los medios utilizados por quienes se oponían a los gobiernos.”

Prosiguiendo con la situación de lo acusados por violación de los derechos humanos, los militares de mi país, creo que se hace un abuso de tales derechos pero que, a la larga, el problema debe ser resuelto tal como lo hizo España.

Acudiendo al diálogo y a un Pacto Nacional para sostener la paz interior del país. La internacionalización, ínsita en el llamado Derecho Humanitario, conlleva una obligación que no se cumple y que demuestra el peligro de soslayar la uniformidad jurisprudencial, puesto que hacerlo conduce a caminos no deseados y a efectos perniciosos, constituyendo entonces la aplicación de sus disposiciones un verdadero abuso del derecho.

Lo relatado en primer término, relacionado con el dirigente comunista Santiago Carrillo, me lleva indefectiblemente a hacerme la pregunta lógica ¿Por qué no se actuó con este hombre y sus compinches, de la misma forma con que se actuó en la Argentina, respecto a los militares, que dieron las órdenes que permitieron los excesos de la llamada guerra sucia?

La misma pregunta se la debe hacer toda España. Reclaman la respuesta los miles de asesinados en Paracuellos de Jarama en 1936, por orden directa del referido Santiago Carrillo. Eran prisioneros indefensos, a los que se sacó de la cárcel, en los denominados “paseos”.

Eran llevados a la muerte, obligados a cavar su fosa y ejecutados allí mismo, indefensos tuvieron que sufrir esa suerte de “condena “extrajudicial, tal como ocurrió con los desaparecidos, en nuestro país. España, contrariamente a lo sucedido en nuestro país, no hizo nada. No juzgó a nadie, y al contrario amnistió a integrantes de ambos bandos. Se impone, una vez mas, el interrogante lógico: ¿ En que quedamos, es conforme a derecho amnistiar, o no?

O sea un caso similar al ocurrido en la guerra de los Balcanes, juzgado a su vez por el Tribunal de la exYugoslavia, donde se calificó el evento como delito contra la humanidad, como genocidio. *

*La interpretación de lo ocurrido en España, en la década del 30, según el prestigioso autor hispano Pío Moa, es una “constante mentira comunista”. Refiere que “Según esa propaganda, la guerra de España enfrentó a la democracia y al fascismo. Pero si ustedes prestan atención a los integrantes del Frente Popular y sus aliados, verán cuán imposible es tal pretensión. Ni los anarquistas ni los comunistas ni los socialistas de entonces, en muchos aspectos más radicalizados que los comunistas, tenían nada de demócratas. Tampoco el racista Partido Nacionalista Vasco, ni los republicanos de izquierdas y nacionalistas catalanes, que habían intentado golpes de estado nada más perder las elecciones democráticas del 1933. Y, en fin, como no pueden ignorar ustedes, aquel Frente Popular estuvo dirigido, más que protegido, por Stalin, a quien, supongo, nadie calificará en serio de demócrata .En la guerra de España la democracia no jugó ningún papel, pues la relativa democracia republicana había sido destruida previamente en dos golpes sucesivos. El primero fue el movimiento revolucionario de octubre de 1934, contra un gobierno de derecha plenamente legítimo y respetuoso con la ley. La revolución fue organizada, textualmente como guerra civil, por el PSOE con el fin explícito de imponer un régimen de tipo soviético; y por los nacionalistas catalanes, con fines separatistas. La apoyaron los comunistas, los anarquistas (en parte) y los republicanos de izquierda. El ataque a la legalidad fracasó en dos semanas, pero dejó 1.400 muertos y cuantiosas destrucciones. El segundo golpe a la democracia fue el proceso revolucionario desatado tras las elecciones de febrero de 1936. Elecciones irregulares por sus violencias y sus fraudes, reconocidos por Azaña, el republicano de izquierda que pasó a gobernar entonces. Las izquierdas, agrupadas en el Frente Popular, ganaron en escaños, aunque empataron en votos, y de inmediato comenzó a imponerse la ley desde la calle, mientras el gobierno destituía ilegítimamente al presidente de la República, Alcalá-Zamora, arrebataba despóticamente escaños parlamentarios a la derecha, depuraba el alto funcionariado, liquidaba la independencia del poder judicial y amparaba unas violencias callejeras que en sólo cinco meses causaron 300 muertos, centenares de incendios de iglesias, centros culturales y políticos de la derecha, periódicos, etc.

Capítulo 62 - Según las Naciones Unidas los Guerrilleros Amenazan el Fundamento Mismo de la Vida

Como se trata de un campo poco explorado, de un campo virgen, continuamente se advierten cambios en su desarrollo. Viene marcado por la tensión de un parto doloroso, al competir dos posturas radicalmente distintas que conformaron una naturaleza sui generis: los que abogaban por un órgano de jurisdicción internacional completa, totalmente independiente y los partidarios de que este organismo internacional, estuviera subordinado a instancias políticas como el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas reduciéndole su jurisdicción universal.

El resultado fue un híbrido del que debiéramos sentirnos satisfechos porque las negociaciones colectivas tienden a ofrecer un acuerdo de mínimo común denominador y en este caso podemos afirmar que la flamante Corte se halla más cerca de ese órgano independiente. Aunque la traba a la absoluta independencia, la tenemos en el reglamente del Tribunal Penal Internacional, en cuanto se determina allí que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, se encuentra autorizado a interferir en sus investigaciones, o sea lo que se llamaría una “Solución Política” al entuerto. Empero, no podemos acostumbrarnos a que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, tenga la atribución de interferir en el funcionamiento del tTibunal Penal Internacional, por cuanto puede aplazar su actuación, durante un lapso, y el Tribunal no puede oponerse a ello. Lo lógico es alentar un Tribunal lo mas independiente posible, para que sus resoluciones, tengan la fuerza de la convicción de que por boca de sus integrantes, habló la Justicia.

Creemos que el meollo del tema no se encuentra alejado de la absoluta independencia de los jueces en cuanto a la ideología de los justiciables, a fin de no confundir justicia, con mayúscula, con venganza primitiva utilizando la verdadera justicia y sus herramientas. ¿Como explicar que, según cada país, los delitos de lesa humanidad y genocidio sean, por ejemplo prescriptibles, en algunos casos y en otros no? Como nos interrogábamos anteriormente ¿De que manera la Organización de las Naciones Unidas puede unificar la jurisprudencia en lo que respecta a este punto? ¿Sería justo que la suerte de cada imputado varíe de acuerdo al lugar donde es juzgado? ¿Como se justifica jurídicamente que un país pueda juzgar a personas que habrían cometido el delito de lesa humanidad en otro territorio?

A pesar de no existir contestación, por ahora, a los citados interrogantes, otros episodios similares al que vive la Argentina con sus juicios contra los militares del Proceso, alertan sobre la calidad de la justicia de las resoluciones relacionadas con tal juzgamiento. Parece haber un acuerdo generalizado en la relación directa e indirecta entre el terrorismo y el respeto de los derechos humanos y el juzgamiento internacional para todos los crímenes contra la humanidad.

Además, "los efectos devastadores del terrorismo en la vida, la libertad y la dignidad del individuo han sido claramente expresados y documentados en los debates y en las declaraciones pertinentes sobre terrorismo por parte de los órganos y organismos competentes de las Naciones Unidas / Ibíd., apartados d) y e) del párrafo 4, así como las notas 17 y 19 supra. /, así como de las organizaciones intergubernamentales regionales”.

Como acertadamente declaró el Secretario General de las Naciones Unidas, Sr. Boutros Boutros-Ghali, en su mensaje a la Reunión preparatoria de 1996 para el simposio internacional de El Cairo sobre terrorismo:"Los terroristas amenazan el fundamento mismo de la vida civilizada. Al tratar de alcanzar sus objetivos por medio de la violencia, revelan que no están dispuestos a someter sus opiniones a la prueba de un proceso político equitativo y real" /* Citado por el Sr. K. M. Srivastava "Democracy and Terrorism", en la publicación Democracy and Terrorism, G. N. Srivastava (editor), Nueva Delhi, Instituto Internacional para Estudios no Alineados, 1997, pág. 57. /.

Los ataques terroristas apuntan a destruir los derechos humanos a fin de crear miedo y provocar condiciones propicias para la destrucción del orden social reinante que pueden desestabilizar a los gobiernos .Esto sucede en particular en los casos en que la actividad terrorista llega a estar fuertemente relacionada con el tráfico ilícito de drogas, el tráfico de armas, los asesinatos políticos y otras actividades criminales organizadas internacionalmente. * Véase, por ejemplo, N. N. Vohra, "Democracy and management of terrorism", en la publicación Democracy and Terrorism, op. cit., nota 36 supra, págs. 176 y 177; véase también la Asociación Internacional de Derecho Penal, la Sociedad Internacional”.

Mas adelante este trabajo sostiene lo que considero es la válvula principal del entuerto, puesto que habilita a considerar finalmente, que no sólo se puede imputar a ciertos exfuncionarios el delito llamado de Terrorismo de Estado, sino que también pueden ser sometidos a juicio, los acusados de violación a los derechos humanos, integrantes de organizaciones guerrilleras subversivas:Matar a personas inocentes, destruir bienes y fomentar un clima de alarma y terror no sólo equivale a violar los derechos de las víctimas sino también a promover otras graves violaciones de los derechos humanos”.

Capítulo 61 - El Ingreso de la Política por la Puerta Motiva que la Justicia Huya por la Ventana


Recordemos que el Generalfeldmarschall Alberto Kesselring, fue el responsable principal, entre otros eventos similares, de la masacre de “Las Fosas Ardeatinas”, y fue condenado a muerte, por tal circunstancia, luego se transformó la condena en prisión pèrpetua.

Fue juzgado por la Justicia Militar de Italia, no por la Justicia Civil como en el caso de los responsables criminales del Proceso de Reorganización Nacional.

Llegado a Italia Erich Priebke, se reanudó la tramitación del juicio contra él y contra Karl Hass, acusándose a estos ex oficiales de la SS, haber colaborado en la “Masacre de las Fosas Ardeatinas”. El primero llegó a Italia en noviembre de 1995, y una primera sentencia lo declaró culpable, aceptó sus argumentos atenuantes y dispuso su libertad por haber prescripto la acción penal en este delito. Adviértase que se aplicó en esta primera sentencia, la excepción de prescripción, vedada para los crímenes de Guerra y de lesa Humanidad. Esta primera sentencia fue anulada por la Corte de Casación.
Posteriormente tenemos una segunda sentencia, que reconoció la responsabilidad de ambos ex oficiales de las S.S. El Tribunal Militar de Roma, es decir no una Corte civil, sino el fuero castrense, condenó a 15 años de cárcel al ex capitán nazi Erich Priebke por su participación en la masacre, pero le otorgó una rebaja de la pena de 10 años,* por lo que sólo tendría que pasar cinco años en prisión.* Lo que se concretó fue una conmutación o sea una rebaja del total de la pena.
En realidad, el ex capitán sólo pasará año y medio en arresto domiciliario, ya que, desde su descubrimiento en San Carlos de Bariloche en Argentina, ya ha pasado más de tres años en la cárcel.

Karl Hass, el otro oficial nazi buscado junto con Priebke por el mismo delito, fue condenado, en cambio, a 10 años y ocho meses de cárcel. Aplicada la misma reducción de la pena de 10 años, Hass quedó inmediatamente en libertad.

La reducción de pena, es el llamado “Acto de Clemencia” es decir lo que nosotros conocemos como conmutación de pena, mecanismo que, conforme el Tratado Internacional vigente no correspondería para este tipo de delitos. Pero, al ser calificado como crímenes vulgares, la calificación fue homicidio continuado con el agravante de crueldad, es decir ni Crimen de Guerra ni Delitos de Lesa Humanidad, nada cabe objetar.

En una palabra, vemos en el ejemplo que se trae a colación, que no se ha apelado a la aplicación de los preceptos de la Justicia Internacional, Universal o Humanitaria, ni se ocupa de aclararnos cuando hay Violaciones a los Derechos Humanos y cuando no. O sea, otra vez en el bingo judicial.*
* La ley 25.778 acordó jerarquía constitucional a la “Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad

En la Argentina, donde presumimos defender empecinadamente los Derechos Humanos, cuya vigencia en el país se supone irrestricta, entre los militares imputados por Violación de los Derechos Humanos, poder ver que decenas de ellos se encuentran detenidos, por ser considerados “prima facie” autores de tales hechos, y solamente con un auto de prisión preventiva, llevan mas de cinco o seis años privados de su libertad, con el pretexto de que las causas son voluminosas y complejas.

Pero tal pretexto puede hacer perdurar esta verdadera condena anticipada. Demás está decir que nuestra Corte Suprema de Justicia, en casos muy similares, afirmó que no es constitucional someter a un ciudadano a tan aberrante situación, la que conspira, evidentemente, contra su derecho de defensa.

Se hizo mención al derecho de los ciudadanos de obtener un pronunciamiento expedito sobre su situación, pero al parecer estos Derechos solamente pueden esgrimirlos los ciudadanos, en general, pero no un determinado tipo de ciudadanos, en este caso los militares actuantes en el Proceso de Reorganización Nacional.

Así como están las cosas, nada bueno deben esperar estos acusados de crímenes aberrantes, aunque se encuentren ellos también amparados por Tratados Internacionales, en materia de defensa judicial y de garantías procesales. Está suficientemente demostrado que estos derechos internacionales son una creación de ideólogos de la extrema izquierda, como reaseguro de su aplicación a sus militantes, puesto que solamente se aplican a quienes no profesan tal ideología. Es el uso político de la Justicia, es la prostitución de ella, en aras de los fines políticos de los seguidores de esta corriente, pero a la larga es el suicidio de los institutos, que a lo largo de los años se han establecido para poder afirmar y garantizar en el mundo, la aplicación de los Derechos Humanos, pero no de un sector individualizado de la población, sino de la totalidad de la Humanidad.