viernes, diciembre 26, 2008

Capítulo 239 - El Terrorista Roberto Mario Santucho Se Saca La Máscara


(continuación)
                                
Hemos señalado anteriormente, las circunstancias en que murió, en combate, el terrorista guerrillero Roberto Mario Santucho. Lo que no se reseña suficientemente,  dado el tiempo transcurrido, son los propósitos del citado extremista, los fines que él y su organización subversiva perseguían. Nada más lógico que indagar sus sanguinarias intenciones, observar la traidora actitud hacia su Patria, y sus deseos de actuar a favor de una potencia extranjera,  puesto que la organización Ejército Revolucionario del Pueblo, reconoce su etiología en lo resuelto oportunamente por la OLAS., en la ciudad de La Habana, Cuba a instancias del tirano Fidel Castro.  
En agosto de 1973, medios de su organización  publicaron sus ideas, y aquí las pasamos a exponer, en su parte pertinente. “… Perón abrigó además la idea no sólo de neutralizar inmediatamente a los combatientes peronistas, sino de utilizarlos como correa de transmisión para influir sobre nosotros y sectores de la vanguardia clasista en la perspectiva de la tregua. Todos estos elementos nos permiten comprender por qué Perón se apoya en Rucci, en López Rega, en Osinde, en Gelbard, que son sus más fieles colaboradores en la tarea de "Reconstrucción Nacional", es decir de la reconstrucción del capitalismo explotador en Argentina.”                         
“No podemos entonces obviamente esperar de Perón la Revolución Social, ni podemos tampoco esperar su neutralidad entre los revolucionarios y los capitalistas. Por el contrario, de los hechos expuestos surge con claridad meridiana que el verdadero jefe de la contrarrevolución, el verdadero jefe del actual autogolpe contrarrevolucionario, y el verdadero jefe de la política represiva, que es la línea inmediata más probable del nuevo gobierno, es precisamente el General Juan Domingo Perón. Y no porque él sea un traidor sino porque es un consecuente defensor de su clase, la burguesía, a la que permanece completamente fiel a pesar de no haber sido comprendido un tiempo por gran parte de sus hermanos de clase, por sectores de los capitalistas nacionales y extranjeros.”                         
“Cuando la burguesía podía y necesitaba hacer concesiones a las masas, Perón materializó generosamente esas concesiones. Hoy, que la burguesía se encuentra en una profunda crisis, necesita reprimir duramente al pueblo y Perón materializa y materializará sin vacilaciones esa represión. Identificar claramente los amigos y los enemigos de las fuerzas populares es un punto de partida indispensable para una política revolucionaria. Toda confusión, la confianza en los enemigos y el alejamiento de los amigos constituyen un debilitamiento enorme para la clase obrera y el pueblo. Todo trabajador sabe por experiencia que no debe tener la más mínima confianza en las promesas y palabras de los capitalistas, menos aún si ellas se pronuncian frente a un conflicto, frente a la lucha obrera.” 

domingo, diciembre 21, 2008

Capítulo 238 - Los Marxistas Intentaron Sembrar Dudas Sobre El Estado de Las Facultades Mentales del General Juan D.Perón




Por suerte para nuestro país, Perón no se alineó en la posición ideológica que pretendían Cook y su camarilla. Astutamente, usó a los Montoneros y no permitió que ellos lo usaran, lo que motivó la ira de los extremistas. Algunos de los Montoneros, en la actualidad, lo reconocen. En una palabra, como comúnmente se dice: Perón no pisó el palito. No adoptó una decisión drástica y tajante, para eliminar plazos y tramitaciones. Prefirió seguir su doctrina, la que establecía que “la organización vence al tiempo”.

Cuando fue derrotado por el dios Cronos, fallecido el viejo caudillo, salieron a la palestra los “intérpretes de la doctrina peronista”. El colmo fue cuando los “entristas marxistas” pretendieron que eran el pueblo. Pretendieron actuar en su nombre, haciendo a un lado que en las pocas ocasiones en que se sometieron a la encuesta popular, la cantidad de votos recibidos a sus ridículas posturas ideológicas, fue exigua.

Pasados los años, volvieron a presionar con tal postura y recibieron por contestación una terminante negativa del anciano Líder. Sus críticos insistieron en su atrevimiento de intentar persuadir al general, intentaron imponerle sus ideas foráneas y extrafalarias, alejadas de la Tercera posición Justicialista, olvidando que estaban conversando con el creador de la Doctrina Justicialista. Desairados, se retiraron mascullando que Perón no estaba lúcido y que estaba en manos de la camarilla que lo rodeaba.

Evidentemente, ellos revelaban de esta forma su absoluto desconocimiento del General Perón. No debemos pasar por alto que los Montoneros, levantaron un altar laico a Evita, recordemos eso que oíamos: “Si Evita viviera, sería montonera”. Tal proceder tenía la otra cara de la moneda, al ofrecer su admiración a Evita, podían proceder a criticar lo ordenado por Perón, sin que se les criticara por sacar los piés del plato. Si estando vivo Perón, se permitían en tono atrevido, enfrentarlo en asuntos doctrinarios pretendiendo que el anciano general diera su beneplácito al “entrismo”, actitud que para esa época no resultó, muchos, entre los que me incluyo, pensamos qué podría pasar cuando persistieran en tal actitud, una vez muerto el líder.

Y lo hicieron y pasó lo que tenía que pasar: Corrió sangre, ya que a sus pretensiones, unieron la reanudación de la acción armada directa, la que despertó una reacción mucho mayor. Los integrantes del ERP, compinches de Montoneros, observaban con júbilo como paulatinamente se iba desintegrando el Movimiento Peronista.

Su mayor adversario ideológico para esa época. Uno de sus cabecillas, Roberto Santucho, no trepidó en dar a publicidad sus críticas al propio Perón. Se advierte en ellas un rencor, una amargura y una envidia hacia el general, que se mezcla con odio hacia quien él sabía que era su más formidable enemigo. Era quien les impedía a los marxistas avanzar en el terreno que habían elegido. Como dirían los chilenos, se los impediría o por la razón o por la fuerza.





Capítulo 237 - Quien Está Contra el Gradualismo Auspiciado por el General Perón No Es Peronista

(continuación)

“Como en el 45, dirán los astutos que viven congelados a esa fecha. Pero nos faltaran las divisas que disponíamos entonces, y estaremos entre la alternativa de un Plan de desarrollo al estilo FMI – nada más que con menos latrocinio que Frondizi- o, presionados por los reclamos del pueblo, tendremos que quitarles a los que tienen.” “Inmediatamente nos tratarán de comunistas y los militares nos voltearan; pero como hemos aprendido la lección, es posible que tengamos controlado el ejercito con suboficiales o sustituidos por milicias populares. Entonces se nos vendrá encima todo el paquidérmico montaje imperialista y nos impedirán recibir petróleo, no nos compraran las carnes, etc. El resto de esta ficción no necesita ser detallado; tal vez nos echan, tal vez con el comercio desviado hacia el mundo socialista nos salvamos, pero en cualquier hipótesis, somos “comunistas” porque aunque no militemos en el Partido Comunista Argentino, hemos tenido que socializar, cada vez en mayor medida, la riqueza.” (Tomo II, p.195) .

“Cuba no es un “satélite” ruso ni nada por el estilo. En el frente latinoamericano, se proclamó de avanzada y ejemplo de la liberación nacional. En el campo internacional, integrante del bloque de países no alineados. En materia política socialista. Y cuando lo tuvieron más apurado, proclamó que era claramente marxista - leninista. (...) estrechó la mano que le tendía el mundo socialista y, en cierto modo, “comprometió” a la URSS a llevar hasta las últimas consecuencias la solidaridad que en todo momento le había testimoniado.” (Tomo II, p. 208)

“No falta nunca el desorbitado infantil que quiere que postulemos una socialización total de la Argentina en cuanto tomemos el poder. Pero entre él y los que conciben los cambios necesarios como atenuaciones del sistema capitalista hay una identidad de planteo irreal. Hay que cambiar el régimen de la tierra; hay que expropiar grandes sectores de la industria; hay que socializar parte del comercio y de la producción.” (Tomo II, p. 233)

(...) “En esencia, lo que se discute es un problema de ritmo, de cómo operar sobre las líneas de acción que Ud. ha trazado para el Movimiento. Ud. ve la necesidad de un desenvolvimiento gradual hacia posiciones que multiplicarán nuestro poderío y facilitarán las batallas finales contra la oligarquía. Yo opino que esa mejora decisiva de nuestra situación estratégica no nos demanda ni combinaciones complicadas ni políticas a largo término: están a nuestro alcance y basta la decisión drástica y tajante, pocas y categóricas medidas de su parte, para eliminar plazos y tramitaciones.” (Tomo II, p. 263) (http://www.isepci.org.ar/cooke.pdf)

sábado, diciembre 13, 2008

Capítulo 236 - El Entrismo en el Justicialismo se Remonta a la Década del 50


La correspondencia epistolar intercambiada entre Perón y Cooke, permite vislumbrar la táctica empleada por éste, con el avieso propósito de inducir al general Perón a seguir sus “consejos” sobre el temperamento a adoptar, en la emergencia que se vivía en ese entonces. Para la época de este intercambio, en el Mundo regía la denominada “Guerra Fría”. Pasados los años, no es dificultoso admitir que era evidente el interés de Cooke de lograr convencer a Perón que sus intenciones, se ajustaban en un todo a la Doctrina Peronista. Este individuo se encontraba políticamente ubicado en la izquierda marxista mas radicalizada, grupo insignificante existente en el peronismo a lo largo de los años, como una suerte de núcleos “naturales”, ya que debemos considerar al Movimiento Peronista, como abarcativo de distintas ideologías. En suma, Cooke era lo que se conoce vulgarmente como un "entrista". Intentó por todos los medios, ingresar al peronismo haciendo votos de peronista ortodoxo, pero sus intenciones distaban de ser sinceras. El fin perseguido era ingresar al mayor partido político y al mas numeroso de la historia nacional. El disfraz que iba a usar era una herramienta idónea para sus logros.

Según Perón, esta modalidad servía a su Movimiento, por la sencilla razón de que espontáneamente creaba anticuerpos que lo revitalizaban. Pero una cosa es tener una ideología casi radicalizada, pero manteniéndose formalmente al menos dentro de un régimen democrático y otra muy distinta es pregonar el derribar a regímenes constitucionales, en aras de una utopía. Creemos que Cooke, se pasó de vivo.

Por cierto el aludido no advirtió que su interlocutor epistolar, era una persona muy especial. Menospreció la inteligencia de quien fuera tres veces un ilustre presidente de los argentinos. Advertimos que Cooke, en la década del cincuenta, mantuvo un abundante y extenso intercambio epistolar, relacionados con la Doctrina Peronista. Intentó “convencer” a Perón de que debía radicalizar su postura. Como diríamos los porteños, intentó que el general comprara el "buzón" que él intentaba venderle. Pero cometió varios errores; uno de ellos fue pasar por alto que el peronismo pregonaba la Doctrina de la Tercera Posición, que era crítica no sólo del capitalismo cerril sino del marxismo, al que el propio Perón condenó en mas de una ocasión. Pasados unos años, la correspondencia fue volcada en sendos tomos, de los que podemos extraer que pensaba uno y otro. -

Cooke, sostenía que “las diferencias estructurales de la política y de la economía local y mundial entre 1945 y la década de 1960 llevarían a nuestro país en una línea de batalla antiimperialista e indefectiblemente prosoviética o protercerista, similar a la isla caribeña: ¿Cómo vamos a solucionar el problema de la clase trabajadora, que es la que nos apoya y nos ha votado?"

martes, diciembre 09, 2008

Capítulo 235 - De Antiguo Intentaron los "Entristas" Convencer al General Perón Ocultando Sus Reales Intenciones


Para algunos esta Conferencia, como afirmamos precedentemente, constituyó la base y el punto de partida del incremento de la subversión latinoamericana, ya que para estos facinerosos, su accionar era similar o aun superior, a la gesta libertadora de casi todos los países latinoamericanos.

Una vez más, como siempre acostumbran a hacer, pretendieron constituirse en una suerte de cruzadas libertadoras, un travestismo ideológico, con un fin inmoral y cruel.
Como diría el general Perón: La fuerza es el derecho de las bestias”. Si todo esto lo mezclamos con la denominada “soberbia armada”, no debe extrañarnos la mixtura que sale de todo esto. La Conferencia, fue el punto de partida instrumentalizado, pero reconoce antecedentes. Alguno exitosos y otros un verdadero desastre.Si omitimos la etiología del accionar terrorista, marxista-castrista en el Continente Latinoamericano, es absolutamente imposible valorar con meridiana claridad todo lo actuado.

Creemos que una de las fuentes mas importantes, es sin duda, la correspondencia cambiada entre el general Perón, sufriendo el exilio y el “dirigente peronista” John Williams Cook
.
Para esa época, éste era el emisario de Fidel Castro, ante el general. Frecuentaba al dictador caribeño. Utilizaba a la Isla de Cuba como su refugio para sus actividades subversivas y desestabilizadoras de las instituciones. Intentó por todos los medios, convencerlo de que decidiera apoyar al sangriento dictador de Cuba. Perón que era zorro en la política, advirtió de inmediato las aviesas intenciones de Cook, y que detrás del mismo estaba Fidel Castro, quien trataba de llevar agua para su molino, por lo que no cedió en su postura.

No se le ocultaba al general, que la idea del referido “dirigente peronista”, era aprovecharse del capital que en el peronismo, representaba la masa de millones de votos que usualmente obtenía en cualquier encuesta electoral. Y pese al empecinamiento del que hacía gala su interlocutor, el marxista Cook, lo único que pudo conseguir fueron palabras y frases de circunstancia. Demás está decir que la actitud del General Juan Domingo Perón, no sirvió como para desalentar definitivamente, las ambiciones del castrismo. Pasados los años, volverían los mismos “entristas”, pero con otro “envase”.

martes, diciembre 02, 2008

Capítulo 234 - Etiología Del Ataque Guerrillero De La Subversión Castrista Contra Latinoamérica


Reiteremos una vez mas, destaquémoslo ya que no fue suficientemente divulgado, se menciona casi al pasar, cuando se hace alguna necesaria referencia, en el lapso comprendido entre el 31 de julio y el 10 de agosto de 1967, el grupo latinoamericano de La Tricontinental” llevó a cabo lo que se conoció como “Primera Conferencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad”. Podríamos arriesgar, sin temor a equivocarnos, que en esa ocasión se procedió a dar forma, a instrumentalizar las intenciones de derribar, por la violencia, por las armas, sin importar las consecuencias, a los gobiernos latinoamericanos. La Conferencia, dio a conocer diversos documentos relacionados con su cometido. A mi juicio, el fundamental, fue la denominada “Declaración General”.

Se trata de una declaración, que despeja cualquier duda sobre la catadura moral de los integrantes de la O.L.A.S y los fines que perseguían, confiando ellos en alcanzarlos, no mediante la participación ciudadana sino mediante medios violentos, sean los que sean y caiga quien caiga. Constituye una suerte de “Bases y puntos de partida”, parodiando al insigne Juan Bautista Alberdi, destinado a esclarecer cuales eran los fines de la subversión castrista-marxista en la América Latina. Creo que debemos señalar, a título ilustrativo, la parte pertinente de tal documento, la que demuestra con una claridad meridiana quien fue el agresor, en nuestra Patria y que pretendía. De tal suerte que podremos disipar el yerro en que vulgarmente recaen aun los jueces, al pretender ver a estos grupos de forajidos, como una suerte de “jóvenes idealistas”. Unos beneméritos de la patria, que merecen el bronce por su accionar sangriento.

Reseña: “El primer objetivo de la revolución popular en el continente, es la toma del Poder mediante la destrucción del aparato burocrático-militar del Estado y su reemplazo por el pueblo armado para cambiar el régimen social y económico existente.”

Para lograr tales fines, los reunidos, aclararon que serán obtenidos por la fuerza de las armas, con la lucha armada. Destaca a la guerra de guerrillas “… como genuina expresión de la lucha armada popular es el método mas eficaz y la forma mas adecuada para librar y desarrollar la guerra revolucionaria en la mayoría de nuestros países y consiguientemente, en escala continental…”. (Web “Década del 70 – Guerra Revolucionaria en la República Argentina).

Hemos observado que al referirnos a la Década del 70, muchos señalan como fecha de inicio de tal lapso el 24 de marzo de 1976, pero pasan por alto que la peor fase del accionar de los extremistas terroristas, es anterior. Tuvieron lugar los primitivos episodios de guerrilla rural o urbana, mientras nos gobernaban gobiernos constitucionales y durante el gobierno militar que antecedió a Cámpora, quien asumió como presidente de la Argentina, el 25 de mayo de 1973. Sin duda alguna, hubo un plan previo, que no podemos dejar de lado pasando por alto diversos eventos que constituyen o pretendieron constituir, la tierra arada donde debía fecundar la semilla del odio, representado por quienes se reunieron en La Habana, con el propósito declarado de constituir diversos grupos denominados “Ejércitos de Liberación Nacional”.