Ya señalamos que el dictamen de la Procuración General, respecto a que a los subversivos, al no depender del Estado Argentino, no se le pueden imputar delitos de Lesa Humanidad, es un verdadero agravio hacia quienes son las víctimas reales del terrorismo subversivo o sea a la población civil. No a las “inventadas” víctimas, no a los pseudo-damnificados de origen mercantilista, sino los reales damnificados por los crueles, aberrantes y sangrientos ataques, lo que constituyó en nuestro país, la denominada en el derecho internacional “población civil”, que es algo distinto al núcleo de guerrilleros subversivos. Núcleo éste de civiles armados, que se destacaban por mezclarse entre la población civil, a fin de mimetizarse y de esta forma eludir la persecución estatal. Estos “mezclados” consiguieron tal éxito que, en definitiva, aparecieron como las “víctimas” de la locura sanguinaria que espontáneamente brotó en las Fuerzas Militares Argentinas, presas de un rapto demencial que las llevó a matar y matar, sólo por “placer”.
El Procurador inventa un vallado contra el cual se estrellan las pretensiones de las víctimas de la colocación de bombas, de sus asesinatos y lesiones gravísimas. . No podemos pasar por alto, no podemos ignorar, no podemos fingir que no existe una circunstancia que creo es medular, para fundamentar la inopia Fiscal.
En efecto, volvemos a recordar que, actualmente, se encuentran sometidos a juzgamiento ante los estrados de