lunes, enero 30, 2012

Capítulo 464 - La igualdad de derechos y obligaciones previstos en el Derecho Internacional Humanitario.


(continuación)
“Las desviaciones ideológicas y el florecimiento de la ultraizquierda, que ya no se tolera ni en la ultraizquierda. Yo he visitado a los países detrás de la cortina, y ya la ultraizquierda ha muerto. Esta ultraizquierda aun para los países comunistas es un material de exportación, pero no de importación. Todo esto indica el proceso de descomposición del hombre, que es lo más grave que pueda haber ocurrido en el país. No hablemos de las demás cosas que sabemos bien, y que saben ustedes mejor que yo cómo han sido destruidas en todas partes. Porque la destrucción aquí ha comenzado por lo más grave que puede producirse: la destrucción del Hombre; ha seguido por lo más grave que pueda haber después de eso, que es la destrucción del Estado. Es el Estado que se ha destruido; son sus instituciones las que han sido atacadas en sus basamentos. Por eso debe darse principio a la reconstrucción, porque en la reconstrucción hay que seguir probablemente el sistema inverso de la destrucción.”

“La destrucción, en las instituciones como en los pueblos, comienza por la cabeza, como sucede con el pescado, éste empieza a pudrirse por la cabeza. Nosotros debemos buscar esos factores en cada uno de los estamentos que manejamos y que gobernamos, para ir reconstruyendo éso, y dedicar a la cultura y a la educación el más grande sector que podamos, porque es allí donde vamos a incidir sobre la reconstrucción del hombre, que es la más importante. La cultura y la educación deben tener en nuestro país un rasgo prominente en la acción que desempeñemos. Tenemos que educar a un pueblo que está mal encaminado, y debemos encaminar una juventud que está, por lo menos, cuestionada en algunos graves sectores. Lo que ocurrió en Ezeiza es como para cuestionar ya a la juventud que actuó en ese momento. Esa juventud está cuestionada. (…)

Capítulo 463 - El diputado Ortega Peña hizo responsable a Perón de la ola de violencia asesina contra peronistas izquierdistas y marxistas.


(continuación)
El diario “Avanzada Socialista” perteneciente al partido Socialista de los Trabajadores, del 4 de junio de 1974, al relatar un ataque perpetrado por la Triple A, contra un local partidario, sito en General Pacheco señaló: “La noche del 29 de mayo de 1974, en el quinto aniversario del Cordobazo, el local del Partido Socialista de los Trabajadores en Gral. Pacheco fue asaltado por una banda de la Triple A como parte de una ofensiva terrorista contra nuestro partido que incluyo el asesinato del obrero Inocencio Fernández, cuatro voladuras de locales, los tres atentados contra mi vida y la “Masacre de Pacheco”, todo acontecido en el mismo mes.”. Refiere que violentando la puerta de acceso y saltando desde los techos y terrazas, ingresó un grupo de 15 personas, provistas de armas largas, a los golpes e insultos. Obligaron a 6 personas que allí se encontraban, a ingresar a los autos, en los que habían sido trasladados. Tres mujeres fueron liberadas por sus captores, mientras que los restantes secuestrados permanecían en los baúles. El 30 de mayo de 1974, a la mañana, en la localidad de Pilar, aparecieron sus cadáveres, acribillados a balazos.”

miércoles, enero 18, 2012

Capítulo 462 - Señaló Perón que nuestro Modelo no puede optar ni por el capitalismo liberal ni por el comunismo.



(continuación)


“Las fuerzas del orden -pero del orden nuevo, del orden revolucionario, del orden del cambio en profundidad- han de imponerse sobre las fuerzas del desorden entre las que se incluyen, por cierto las del viejo orden de la explotación de las naciones por el imperialismo, y la explotación de los hombres por el imperialismo, y la explotación de los hombres por quienes son sus hermanos y debieran comportarse como tales. (…)  Ha comenzado de este modo el tiempo en que para un argentino no hay nada mejor que otro argentino. Ésto sólo es ya revolución de suficiente trascendencia como para agradecer a Dios que nos haya permitido vivir para disfrutarlo.”   El Modelo que presentó el general Perón recordaba, entre otras cosas  “Afirmé anteriormente que la importación de ideologías alimenta un vicio de origen. Detengámonos en este problema. Si una ideología no resulta naturalmente del proceso histórico de un Pueblo, mal puede pretender que ese Pueblo la admita como representativa de su destino. Este es el primer motivo por el cual nuestro Modelo no puede optar ni por el capitalismo liberal ni por el comunismo”. (…). Esta frase nos hace reflexionar sobre quienes, con un conocido pasado militante en ese Partido, pretenden como oportunistas que son, ostentar el título de peronistas, atreviéndose incluso a criticar a compañeros que no arrastran ese funesto antecedente. Sigue diciendo el General:  “El rechazo de las posibilidades extremas que nos brindan el capitalismo y el comunismo, no sólo se fundamentan en su desconexión con la estructura íntima de nuestra nacionalidad, sino también en el hecho de que su adopción implica servir automáticamente al neocolonialismo, sea cual fuere su signo doctrinario. Optar por un Modelo Argentino equidistante de las viejas ideologías es, consecuentemente, decidirse por la liberación. Por más coherencia que exhiba un modelo, no será argentino si no se inserta en el camino de la liberación.”

Con referencia a las actividades subversivas de los grupos insurgentes, que pretendían borrar del mapa al gobierno constitucional, a fin de acceder por la fuerza de las armas al Poder de la República dijo Perón, como también hemos recalcado anteriormente: “Si nosotros todavía nos limitamos nuestros propios medios de defensa, estamos entregándonos a estas fuerzas, que, como he dicho, las conozco profundamente y sé cómo actúan.”.

Tal afirmación data de alrededor de tres décadas, pero cobra actualidad si pensamos que, lo primero que hizo el gobierno democrático del doctor Raúl Alfonsín, al asumir el Poder, fue derogar toda la legislación antisubversiva existente, pretextando que lo llevaba a cabo por estar originada en el anterior gobierno militar. En cambio se sancionó una ley que dejaba sin sanción penal a las actividades subversivas. Con lo que nos entregó nuestro propio gobierno,  a estas oscuras fuerzas. La norma que sustituyó la anterior, intenta sancionar penalmente a los militares que se alcen contra el poder civil, pero deja en el tintero la situación de quienes se alcen contra la autoridad gubernamental, con el fin de derribarlo o sustituirlo.




En este orden de ideas no se comprende que legisladores y militantes del actual oficialismo, que dicen ser “peronistas”, alaben a Ortega Peña, crítico de Perón, aunque con fama de “peronista”. Traemos a colación, otra vez, lo que señalamos no ha mucho: “Hemos encontrado una mención, on line, relacionada con imputaciones que Rodolfo Ortega Peña hace al general Juan Domingo Perón, como mentor de la denominada Triple A, una organización paraestatal, que se ocupó de secuestrar, torturar y asesinar eventualmente, a izquierdistas que militaban en las organizaciones terroristas.” 

lunes, enero 16, 2012

Capítulo 461 - El General Perón dijo que el golpe militar en Santiago de Chile fue responsabilidad de los guerrilleros.






(Continuación)
Recordemos que precedentemente, hemos llamado la atención del lector, acerca de que el 9 de agosto de 1957, el diario The New York Times repitió las declaraciones que le hiciera Perón a su corresponsal. Señaló en tal ocasión el general: “Hasta el año 1945, fecha del advenimiento del Justicialismo en la Argentina, el comunismo tenía gran importancia en el país, especialmente en los sectores universitarios y obreros. La universidad argentina estaba penetrada en su dirección y docencia por numerosos elementos conocidos ampliamente por sus ideas comunistas o, cuando menos, comunoides. La mayoría de los sindicatos estaban escuadrados, asimismo, por dirigentes comunistas o socialistas marxistas que, para el caso son la misma cosa, ya que el socialismo que funciona en la Argentina es evidentemente connivente del comunismo. (Baste señalar la circunstancia, por demás elocuente, que mientras el comunismo actual está dirigido por Rodolfo Ghioldi, el socialismo lo es por su hermano Américo.)
Del libro  “Por amor al odio”, del distinguido autor Carlos Miguel Acuña, extraemos el siguiente pasaje, que revela a las claras cual era el pensamiento del general Juan D. Perón, con relación a los ataques guerrilleros que sufría nuestro país: “Sin embargo, para Perón lo ocurrido detrás de la cordillera tuvo un sentido distinto. No se trataba de un enfrentamiento entre los partidarios de la democracia y una dictadura militar. Sin pelos en la lengua y cuando acababa de ser ungido por tercera vez presidente de la nación, fue entrevistado por el  Giornale d’ Italia, al que respondió ante una pregunta específica: “Nosotros somos decididamente antimarxistas. Lo sucedido a Allende demuestra que Allende cayó víctima de su sectarismo, de su política tendiente al exceso.  Estoy seguro de que domaremos a la guerrilla. Chile nos ha enseñado muchas cosas.  O los guerrilleros dejan de perturbar la vida del país o los obligaremos a hacerlo con los medios de que disponemos, los cuales, créanme, no son pocos. Las vicisitudes chilenas cerraron la única válvula de seguridad de que disponían los guerrilleros argentinos (…) A Cuba le advierto que no haga el juego que hizo en Chile porque en (la) Argentina podría desencadenarse una acción bastante violenta (…) Si la guerrilla insiste, sucederá lo que en Santiago, donde la responsabilidad no fue de los militares sino de los guerrilleros”.

miércoles, enero 11, 2012

Capítulo 460 - Críticas del general Juan Domingo Perón al marxismo y al comunismo.


(continuación)
Con referencia a las actividades subversivas de los grupos insurgentes, que pretendían borrar del mapa al gobierno constitucional, a fin de acceder por la fuerza de las armas, al Poder de la República dijo Perón, como también hemos recalcado anteriormente: “Si nosotros todavía nos limitamos nuestros propios medios de defensa, estamos entregándonos a estas fuerzas, que, como he dicho, las conozco profundamente y sé cómo actúan. “(…)  Añadiendo, con referencia al ERP, “jamás he pensado que esa gente podría estar aliada con nosotros, por los fines que persigue. (…)  Porque esta es una Cuarta Internacional, que se fundó con una finalidad totalmente diferente a la Tercera Internacional, que fue comunista, pero comunista ortodoxa. Aquí no hay nada de comunismo; es un movimiento marxista deformado, que pretende, imponerse en todas partes por la lucha. A la lucha - y yo soy técnico en éso- no hay nada que hacerle, más que imponerle y enfrentarle con la lucha.”.
Quienes accedieron al Poder, en nombre del peronismo, sostienen incluso que Perón apoyaba al extinto presidente Salvador Allende, aquél que concurrió a la Conferencia de La Habana, donde estudiaron el modo de derribar a los gobiernos legítimos de algunos países de Latinoamérica, con Fidel Castro a la vanguardia de los irregulares. Muy al contrario, existen evidencia de que Perón y Pinochet  no se llevaban mal. Se sostiene que existía una suerte de pacto entre ellos, a fin de evitar que el comunismo acceda al poder por la fuerza de las armas. Así como existía un Plan Cóndor entre quienes no eran comunistas, existía otro pacto entre los terroristas, la Junta Coordinadora Revolucionaria (JCR). Una noticia que data de noviembre de 1975 da cuenta que  “se detuvo a un correo de la JCR, un francés cuyo apellido sería Claudet, portando 97 microfilms, con las últimas instrucciones desde París. Después del interrogatorio del mencionado Claudet  se logró determinar sólo que era correo de la JCR. Se le tomaron solamente fotografías. Claudet ya no existe". La noticia tiene su origen en un memo que el ex agente de la DINA Arancibia Clavel envió a sus superiores para esa fecha. Al parecer existía colaboración entre Argentina y Chile, antes del golpe de marzo de 1976. La “solidaridad” de estos promotores de la guerrilla internacional, en Latinoamérica consistió en crear un organismo coordinador de la lucha guerrillera en ese territorio. Usaron la Tricontinental para poder crear grupos terroristas, los que se encargarían de desatar guerrillas de baja intensidad, penetrarían políticamente y favorecerían el espionaje.

Señaló  el general Juan Domingo Perón el 5 de mayo de 1950, ante la Asamblea Legislativa del Congreso de la Nación:  “Podrá quedar tal vez, en nuestra tierra, algún antiguo explotador del trabajo humano que no pueda concebir una Nación Argentina socialmente justa; o algún astuto dirigente marxista a sueldo de intereses extraños a quien no le convenga nuestro justicialismo, porque le hemos hecho perder todos los argumentos que antes tenían; quedará quizá algún viejo de empresas extranjeras que añore las épocas de los Bemberg, cuando también se pagaba la traición... y que no quiera saber nada con esta nueva Argentina que nosotros proclamamos económicamente libre; y tal vez quede algún grupo de hombres sin patria y sin bandera que no pueda querer que seamos una Nación políticamente soberana desde La Quiaca hasta la Antártida y desde los Andes hasta las Malvinas... ¡pero ningún argentino de bien puede negar su coincidencia con los principios básicos de nuestra doctrina sin renegar primero de la dignidad de ser argentino! …”.“ … En este momento se disputan el predominio del mundo de una parte el capitalismo y de otra parte el comunismo. Nosotros, que poseemos una doctrina nacional que no es capitalista ni es comunista, hemos creado en la Constitución Nacional los medios necesarios para defendernos de esos dos extremos. Para ello hemos prohibido la explotación del hombre por el hombre; hemos creado y realizado los Derechos del trabajador; hemos establecido que la propiedad privada tiene una función social que cumplir; que el capital debe estar al servicio de la economía nacional y tener como objeto el bienestar social.
Y para asegurarnos definitivamente contra la acción de sistemas que pueden atentar contra el sistema que nuestro pueblo ha querido darse para vivir, hemos establecido que: "El Estado no reconoce libertad para atentar contra la libertad, ni reconoce organizaciones nacionales o internacionales que atenten contra el sistema democrático que inspira a nuestra Constitución." “Estas normas constitucionales corresponden a la doctrina que siempre hemos expuesto al pueblo y que el pueblo ha aceptado con la decisión de su voluntad desde el día que nos otorgó la autoridad y el poder para cumplirla. …” “ … Progresivamente hemos visto cómo han ido adhiriendo a nuestra concepción política, económica y social destacados dirigentes y pensadores de todos los países. Y reconociendo o no el origen argentino de esta doctrina, son cada vez más numerosos los hombres que en todos los pueblos no ven otra solución para lograr la paz que “ … Si consideramos las posibilidades del mundo occidental en cuyo campo nos hallamos geográficamente ubicados, advertimos que no le quedan sino dos caminos: o la guerra, de cuyas consecuencias quedaría una sola potencia sobre un mundo totalmente destruido, o la modificación de sus estructuras ideológicas, con la consecuente reforma en los órdenes político, económico y social. Del lado comunista también pueden darse dos caminos: o la guerra o bien la infiltración ideológica del mundo occidental. Advertimos con facilidad que el occidente no puede ganar ideológicamente en las actuales circunstancias al mundo comunista; y que al mundo comunista no le interesa modificar en las actuales circunstancias sus estructuras económicas, sociales y políticas.”.
“No queda, pues, para occidente otra solución que renunciar a su concepción individualista si quiere oponer una valla eficaz al avance ideológico del comunismo y ponerse a mitad de camino del extremo ideológico oriental si quiere sobrevivir. …”“ … Frente a un mundo absolutamente dividido en dos fracciones diametralmente opuestas de individualismo y colectivismo, nosotros realizamos en nuestro país, y proponemos a la humanidad, la doctrina del equilibrio y la armonía del individuo y la colectividad por la justicia social que dignifica al trabajo, que humaniza el capital, que eleva la cultura social, que suprime la explotación del hombre por el hombre, que produce la realidad positiva de los derechos del trabajador, del anciano, del niño y de la familia (aplausos), de tal manera que el ¨ nosotros ¨ de la sociedad se realiza y perfecciona por el yo individual, dignificado como persona humana. …”. 

martes, enero 03, 2012

Capítulo 459 - Influencia de Juan Domingo Perón en la Década del 70


El lector desprevenido, con toda razón y lógica, se interrogará posiblemente: ¿Qué tiene que ver el teniente general Juan Domingo Perón en todo esto?  Quienes hemos vivido no sólo en la Década del 70, sino los años que la precedieron, fuimos testigos más o menos informados, del desarrollo histórico político de nuestra Argentina. Fuimos hábiles testigos de los sangrientos y gravísimos atentados cometidos por hordas, que apelaban públicamente a pretextos burdos, con el fin de engañar a la población y conseguir cierta simpatía de los desinformados. Quiérase o no, este militar fue un líder, sino el más grande posiblemente uno de los más grandes políticos del pasado siglo XX. No reconocerlo sería necio. La consecuencia de ello es que muchísimas cosas, buenas o malas han sucedido con la intervención de este estadista. Ciertos políticos de la izquierda radicalizada y afines, tenían una encubierta u ostensible fobia hacia el aludido ya que sus partidos abrevaban en los mismos estratos sociales donde prendió fuertemente el peronismo, es decir en las clases bajas y en la clase media baja especialmente. Ciertos partidos intentaban hacer pie en ellos, pero al aparecer Perón se dieron cuenta que se les había ido la clientela. Entre estos partidos estaban los que consideraban que la única forma de cambiar las cosas era acudir a la revolución armada. Perón, al regresar de su exilio en España, advertido del movimiento “entrista” que se había incubado en el peronismo, durante su ausencia, trató por todos los medios de hacer ver que él, sin dejar de ser transformador y revolucionario,  no era partidario de apelar al uso de las armas, con el propósito de conseguir sus fines. Es conocido que los sanguinarios guerrilleros subversivos, que actuaron en la década del 70, actuaron también durante el período constitucional de gobierno, en lo que consistió en una sedición lisa y llana, agravada por eventos que podrían alcanzar la calificación de delitos de lesa humanidad. En la práctica, hasta el mismo Perón lo reconoció, se trataba de una guerra civil, sin cuartel por ambas partes. Arribamos a tal conclusión, no sólo por el conocimiento público y notorio de la conducta del mismo, sino por sus propias palabras criticando a quienes atacaban sin piedad cuarteles militares, blanco civiles y quienes privaban dolosamente y extorsivamente de su libertad a civiles, los asesinaban en forma harto cruel, en algunas ocasiones, y colocaban bombas que causaban víctimas, también civiles.
Pasadas décadas de tales eventos, otros ostentan el título de peronistas, pero utilizan para ello al que fuera el líder fundador del movimiento, tergiversando su doctrina haciéndole decir lo que nunca dijo, al punto que el menos avisado creé firmemente que Juan Domingo Perón era poco menos que marxista. Estos mamarrachos disfrazados de “peronistas” a la violeta, creen que utilizando a Perón es fácil engañar al pueblo peronista. Posiblemente haya incautos que hayan sido engañados, otros se dicen peronistas pero son fariseos del peronismo y, finalmente, posiblemente los más jóvenes creen lo que se les enseña, al respecto, en las escuelas a las que han concurrido. O sea lo que contiene la historia oficial.  Intentado remover el fango, el lodo del olvido y de la mentira falaz ponemos de relieve que, por ejemplo, no han trepidado en disfrazar a Evita con el rótulo de Montonera. Existen agrupaciones que ostentan el nombre de Evita. Lo cierto es que si Evita viviera, no sería montonera. Cualquiera que haya leído algo al respecto. Se dará cuenta que Evita tenía un amor ciego por Perón, cuasi patológico. Y entonces debemos colegir, por carácter transitivo que mal podría estar al lado de los feroces adversarios de su cónyuge. Por sus actitudes y sus palabras, es evidente que Perón no apoyaba ni iba a apoyar nunca al comunismo. Más aun, tenía una cierta simpatía por Benito Mussolini, nacida de cuando estaba de agregado militar en Roma, acompañando a un tío del autor, a la sazón en una  misión militar en Europa. Se hace referencia a tal circunstancia en una de las tantas biografías del general Perón. Al regresar como Presidente, recordemos, señaló  Perón luego del intento de toma del Cuartel Militar de Azul:  “Hay treinta asaltos que justificarían una ley dura; sin embargo hasta ahora hemos sido pacientes, pero ya no se puede seguir adelante, porque de lo contrario la debilidad nuestra será la que produzca la propia desgracia del país, que es lo queremos evitar.” Al hacer referencia a los  atacantes del cuartel nos señaló que “(…)  lo que ellos dicen que sostienen, que es mentira. La mitad son mercenarios, los conozco, los he visto actuar y por el sólo hecho de que estén mandados de afuera, tienen intereses distintos a los nuestros.” La crítica a los integrantes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) fue lapidaria, lo que no fue obstáculo para que encumbrados integrantes de esta banda subversiva fuera designada en altos cargos públicos, décadas más adelante del singular ataque a las instalaciones militares. Con tal actitud, se evidenció que los llamados  “peronistas” de la actualidad, no tienen nada que ver con los que realmente fueron otrora. No se concibe que integre una Movimiento como el Peronista, quien no está de acuerdo con su  Líder. Quien lo ataca o permite que otro lo haga.  Salvo que acepten que se los denomine  “peronistas herejes”. El mismo Perón, en ocasión en que fuera entrevistado por un conjunto de jóvenes legisladores, que intentaban sacar los pies del plato, como solía decir el general, les advirtió como hemos referido: “Nadie está obligado a permanecer en una fracción política. El que no está contento, se va. En este sentido, nosotros no vamos a poner el menor inconveniente. Quien esté en otra tendencia diferente de la peronista, lo que debe hacer es irse. En ese aspecto hemos sido muy tolerantes con todo el mundo. El que no está de acuerdo o al que no le conviene, se va. Pero en ese caso representa ni más ni menos que al movimiento. Lo que no es lícito, diría, es estar defendiendo otras causas y usar la camiseta peronista” (…)”.