martes, enero 27, 2009

Capítulo 243 . Los Imberbes y Estúpidos y el Entrismo Descriptos Por El General Perón


Para muestra bastan las siguientes manifestaciones de ese gran político argentino que fue Perón, que permitirán fuera de toda duda, separar la paja del trigo. Permitirán llegar a la conclusión, indudable, de que los grupos armados subversivos, que actuaron en la década del 70, conspiraban contra el gobierno del pueblo. Se habían separado del sentimiento del pueblo. Pueblo que cuando hubo que votar, eligió gobierno con más del 60% de los votos. Dirigiéndose a la multitud que lo aclamaba, dijo el general Perón, refiriéndose a los elementos subversivos armados que atacaban las instituciones de su gobierno: “… Pero hay pequeñas sectas, perfectamente identificadas, con las que hasta el momento fuimos tolerantes, que se empeñan en obstruir nuestro proceso; son los que están saboteando nuestra independencia y nuestra independiente política exterior; son quienes intentan socavar las bases del acuerdo social, forjado para lanzar la Reconstrucción Nacional. Son esos mismos que quieren que volvamos a apagar los motores. Son también los que, malintencionadamente, interpretaron mis mensajes o simularon hacerlo para interferir luego la unidad para la reconstrucción con una supuesta y complacencia para con los enemigos de este proceso. (Desde los balcones de la casa de gobierno junio 12 de 1974).

Unos días antes, el 24 de mayo de 1974, Juan Domingo Perón habló ante el Congreso Nacional Justicialista reunido en el Teatro Nacional Cervantes. Perón murió poco después, el 1º de julio. En esa oportunidad Perón se refirió a la importancia de la organización por sobre los liderazgos individuales. También condenó la violencia que consumía a la sociedad y en la que Montoneros tenía una responsabilidad apreciable. Es importante contrastar el discurso de Perón y el de Néstor Kirchner hoy día. Señalaba entonces el presidente Juan Domingo Perón (…) Decía, compañeros, que, indudablemente, a todos los que se dicen peronistas y desvarían ideológica o doctrinariamente, deberemos recomendarles que lean "La comunidad organizada", "La doctrina peronista", y "Conducción Política". (…) “Existen en el país un sinnúmero de ideologías y doctrinas diferentes. El que no esté de acuerdo con la doctrina peronista, nadie lo obliga a que se quede con nosotros: que se vaya. (…) De ahí que en los movimientos institucionales como el nuestro es necesario dejar que entren también algunos microbios, porque éstos generan sus propios anticuerpos y crean las autodefensas de la organización.” “En la defensa de nuestras organizaciones rige el mismo principio. Si a una persona, por cualquier causa, le aplican antibióticos, llega un momento en que estos antibióticos no le surten ningún efecto”. “En esto, no demos antibióticos; dejemos que esos gérmenes patógenos generen los anticuerpos, que suelen entrar en nuestras organizaciones. Pero tengamos la precaución de no dejar avanzar mucho las infecciones; porque, indudablemente, cuando esas infecciones llegan a cierto grado no se dominan ni aun con la penicilina.

domingo, enero 25, 2009

Capítulo 242 - Los Subversivos Emplearon y Emplean La Táctica "Gramsciana" de Triturar al Mundo Burgués.


El resquebrajamiento del mundo burgués era para Gramsci uno de los signos que le daban más esperanzas de triunfo. Una sociedad se desintegra, un bloque histórico se agrieta cuando comienzan a fallar los mecanismos de la sociedad civil. Es considerablemente más dificultoso enhebrar la gigantesca red social, de cualquier país, que deshacerla mediante los métodos gramscianos. Logrado el desprestigio de la clase hegemónica, de la Iglesia, de las Fuerzas Armadas, de los intelectuales, de los docentes, etc, el campo se torna orégano para apoderarse del poder. Este quebranto es, en gran parte, la obra de los intelectuales que empiezan a traicionar. Gramsci considera que se ha ganado una gran batalla cuando se logra la defección de un intelectual, cuando se conquista a un teólogo traidor, un militar traidor, un profesor traidor, traidor a su cosmovisión. Nada más efectivo que eso: suscitar la traición de algunos intelectuales a la cosmovisión tradicional, con el consiguiente acercamiento a la nueva hegemonía que aparece en el horizonte. No será necesario que estos “convertidos” se declaren marxistas; lo importante es que ya no son enemigos, son potables para la nueva cosmovisión. De ahí la importancia de ganarse a los intelectuales tradicionales, a los que, aparentemente colocados por encima de la política, influyen decididamente en la propagación de las ideas, ya que cada intelectual (profesor, periodista o sacerdote) arrastra tras de sí a un número considerable de prosélitos. El bloque comienza a resquebrajarse cuando un cierto número de intelectuales traiciona a los representantes de la hegemonía reinante. Es este un aspecto muy importante en la estrategia gramsciana: lograr el desprestigio de la clase hegemónica. Y algo más: lograr que los que se opongan o intenten oponerse al orden nuevo, los que denuncian su estrategia, sean reducidos al silencio. Esto es fácilmente conseguible a través de los órganos de difusión cultural; denigrar y ridiculizar a los que luchan contra la nueva cosmovisión, como si se tratara de gente retardataria, cavernícola, etc., que no está a la altura de los tiempos modernos. Tal fue uno de los métodos que, en la línea de Gramsci, sería predileccionado por el comunismo italiano, el de marcar a fuego al adversario. Gracias al dominio cultural, hoy ya no se hacen necesarios los campos de concentración para los adversarios lúcidos del marxismo. Ya no será necesario emplear el terror físico contra los disidentes intelectuales de la nueva cosmovisión, de la nueva hegemonía.”(http://www.salvador.edu.ar/juri/apuntes/Uncal%20Filosofia%20del%20D/Gramsci.pdf).

Perón intentó por todos los medios, convencer a sus seguidores, que su doctrina intentaba imponer una tercera posición, es decir ni con el capitalismo cruel, despiadado, ni con el materialismo ateo marxista. El propio fundador del Justicialismo, se encarga de desalentar a quienes intentaron, por todos los medios, confundir a la masa.

jueves, enero 08, 2009

Capítulo 241 - Los Guerrilleros Marxistas Optaron Por Apoyarse Intelectualmente en Antonio Gramsci.

(continuación)


No se entiende que el actual oficialismo sostenga que ellos son peronistas, ya que no acuden a la doctrina del peronismo, la que dejan ostensiblemente de lado y desdeñan lo actuado por el Líder justicialista.
Ha pasado desapercibido que casi no lo nombran al general Juan Domingo Perón. Cuando trasladaban su cadáver a la Quinta de San Vicente, como custodia le impusieron a dos bandas antagónicas, de sindicalistas desprestigiados, que no titubearton hasta en usar armas de fuego, en su "apasionado" recuerdo del lider. El pueblo, en su mayoría estaba trabajando, por lo que no advirtió la afrenta que se concretaba en ese momento. Cuando las aguas desciendan a su cauce natural, se darán cuenta del sacrilegio que significa tratar de esta manera a quien fue presidente de los argentinos. Esa falta de respeto, no será gratuita. A mayor abundamiento, colocan la figura de Evita, no en el lugar que corresponde, sino le inventan un lugar donde ellos desean que esté.

Malinterpretan la ideología justicialista, la que acomodan a sus pretensiones. Los guerrilleros subversivos marxistas, infiltrados en el peronismo, como no confiesan que son marxistas, habida cuenta los escasos votos que lograron los partidos que sustentan tal ideología, apelaron a distintas argucias, con tal de poder lograr disimular sus verdaderos designios. Pero, quienes conocemos el sentir del general Juan Domingo Perón, estamos en condiciones de poder afirmar, en forma rotunda, que esta gente de peronista tenía sólo el nombre. El que utilizaban para desinformar, para estafar moralmente a los verdaderos peronistas. Una suerte de moderno “Caballo de Troya” criollo, enquistado en el cuerpo de la República, con el avieso propósito de destruir sistemáticamente a los pilares en que se basa la Nación Argentina. En una palabra, mediante tal actitud, cumplieron acabadamente, ortodoxamente, con lo postulado por uno de los fundadores del partido comunista italiano, Antonio Gramsci. Integrantes de grupos guerrilleros, lograron introducirse oportunamente en el partido Peronista, escalando posiciones ya que conocían a la perfección el Cursus Honorum necesario ,para arribar a la cima de este movimiento popular. Ante la carencia, lamentable carencia para ellos, de votos populares, elípticamente ingresan al Partido Justicialista, por la ventana. Nunca pudieron acceder mediante el sufragio popular, ya que el pueblo, los que trabajaban, no simpatizaban con ellos .En cierta forma, su numen fue el citado Antonio Gramsci, quien pregonaba que previamente debía procederse a la destrucción de ciertas instituciones, que funcionaban como principales pilares en el régimen capitalista, para apuntalar al régimen dominante. Leyendo, en su parte pertinente, lo postulado por este pensador comunista italiano, podremos observar que el citado ha sido un profeta, un agudo observador de la sociedad de su época. Ha sido quien imaginó, con sus agudas observaciones, habida cuenta su imaginación frondosa, las rutas que debían seguir quienes persiguieran hacer estallar el aparato estatal de esa época. Sostiene el pensador Antonio Gramsci, en sus Cuadernos desde la Cárcel, escritos mientras purgaba una condena de 20 años de prisión, impuesta por la Justicia Fascista, lo siguiente: “Tal sería el blanco inicial de la estrategia de destrucción: lograr el desprestigio de la clase hegemónica, de la Iglesia, del ejército, de los intelectuales, de los profesores, etc. Habrá incluso que aprovechar las ideas mismas de las clases dirigentes, empleando por ejemplo su mismo lenguaje. Habrá que enarbolar las banderas de las libertades burguesas, de la democracia, como brechas para penetrar en la sociedad civil. Habrá que presentarse maquiavélicamente como defensor de esas libertades democráticas, pero sabiendo muy bien que se las considera tan sólo como un instrumento para la marxistización general del sentido común del pueblo.”

Capítulo 240 - Continúa Roby Santucho Su Acida Crítica al General Juan Domingo Perón y al Peronismo.

(continuación)

“Y sabe también que debe unirse estrechamente a sus compañeros de clase, más aún en los momentos de lucha… los amenazantes anuncios de Lastiri y Perón que dan vía libre a los organismos represivos y paramilitares, son claros indicios de un significativo incremento de la represión. Los organismos de seguridad se reúnen públicamente para planificar la lucha contra la "subversión", es decir contra los revolucionarios, tal como se hacía en tiempos cercanos…” “Las organizaciones armadas FAR y Montoneros y parte de la Tendencia Peronista Revolucionaria han cometido un grave error muy notable y perjudicial para el campo popular, especialmente a partir del 25 de mayo: confiar ciegamente en Perón y basar toda su política en esa confianza.

Hoy que se ve claramente ese error puede ser subsanado por el peronismo progresista y revolucionario y retomar una línea independiente del peronismo burgués y burocrático que encabeza Perón, una orientación independiente y combatiente que los aproxime y una a sus verdaderos compañeros, a sus verdaderos aliados, las organizaciones armadas no peronistas y el resto del campo popular. … Perón trata de comprometer y atar a toda la posible oposición con una argumentación legalista que le proporcione razones a su política represiva. “ “Lo dice con toda claridad en su mensaje a los gobernadores: "No admitimos la guerrilla porque yo conozco perfectamente el origen de esa guerrilla. Los partidos Comunistas que en otros países se ha visto que han ido a su destrucción dentro de la ley han querido salirse de la ley para defenderse mejor. Eso no es posible. No es posible dentro de un país donde la ley ha de imponerse, porque la única manera de no ser esclavos es siendo esclavos de la ley" (...) "Cuidado con sacar los pies del plato, porque entonces tendremos el derecho de darles con todo". Creemos que estas manifestaciones son útiles para reexaminar, para valorar con exactitud el accionar de los denominados demagógicamente “jóvenes idealistas” y nada mejor para ilustrar, a quienes no vivían en esa época o para recordar a quienes pasamos por ese sangriento y cruel período, en que la guerrilla intentaba de todas las formas posibles, derribar a un gobierno constitucional elegido por mas de 6 millones de argentinos, y encabezado por el hoy denostado general Juan D. Perón. Embozadamente, aprehendiendo los más nobles sentimientos de la juventud, del pueblo todo, disfrazaron su verdadera intención criminal. Pasados los años, observamos que al parecer, ni la clase obrera, guarda un mínimo de gratitud al hombre que le dio los derechos que hoy goza. Traidores y desleales existen en todas partes…