jueves, enero 08, 2009

Capítulo 241 - Los Guerrilleros Marxistas Optaron Por Apoyarse Intelectualmente en Antonio Gramsci.

(continuación)


No se entiende que el actual oficialismo sostenga que ellos son peronistas, ya que no acuden a la doctrina del peronismo, la que dejan ostensiblemente de lado y desdeñan lo actuado por el Líder justicialista.
Ha pasado desapercibido que casi no lo nombran al general Juan Domingo Perón. Cuando trasladaban su cadáver a la Quinta de San Vicente, como custodia le impusieron a dos bandas antagónicas, de sindicalistas desprestigiados, que no titubearton hasta en usar armas de fuego, en su "apasionado" recuerdo del lider. El pueblo, en su mayoría estaba trabajando, por lo que no advirtió la afrenta que se concretaba en ese momento. Cuando las aguas desciendan a su cauce natural, se darán cuenta del sacrilegio que significa tratar de esta manera a quien fue presidente de los argentinos. Esa falta de respeto, no será gratuita. A mayor abundamiento, colocan la figura de Evita, no en el lugar que corresponde, sino le inventan un lugar donde ellos desean que esté.

Malinterpretan la ideología justicialista, la que acomodan a sus pretensiones. Los guerrilleros subversivos marxistas, infiltrados en el peronismo, como no confiesan que son marxistas, habida cuenta los escasos votos que lograron los partidos que sustentan tal ideología, apelaron a distintas argucias, con tal de poder lograr disimular sus verdaderos designios. Pero, quienes conocemos el sentir del general Juan Domingo Perón, estamos en condiciones de poder afirmar, en forma rotunda, que esta gente de peronista tenía sólo el nombre. El que utilizaban para desinformar, para estafar moralmente a los verdaderos peronistas. Una suerte de moderno “Caballo de Troya” criollo, enquistado en el cuerpo de la República, con el avieso propósito de destruir sistemáticamente a los pilares en que se basa la Nación Argentina. En una palabra, mediante tal actitud, cumplieron acabadamente, ortodoxamente, con lo postulado por uno de los fundadores del partido comunista italiano, Antonio Gramsci. Integrantes de grupos guerrilleros, lograron introducirse oportunamente en el partido Peronista, escalando posiciones ya que conocían a la perfección el Cursus Honorum necesario ,para arribar a la cima de este movimiento popular. Ante la carencia, lamentable carencia para ellos, de votos populares, elípticamente ingresan al Partido Justicialista, por la ventana. Nunca pudieron acceder mediante el sufragio popular, ya que el pueblo, los que trabajaban, no simpatizaban con ellos .En cierta forma, su numen fue el citado Antonio Gramsci, quien pregonaba que previamente debía procederse a la destrucción de ciertas instituciones, que funcionaban como principales pilares en el régimen capitalista, para apuntalar al régimen dominante. Leyendo, en su parte pertinente, lo postulado por este pensador comunista italiano, podremos observar que el citado ha sido un profeta, un agudo observador de la sociedad de su época. Ha sido quien imaginó, con sus agudas observaciones, habida cuenta su imaginación frondosa, las rutas que debían seguir quienes persiguieran hacer estallar el aparato estatal de esa época. Sostiene el pensador Antonio Gramsci, en sus Cuadernos desde la Cárcel, escritos mientras purgaba una condena de 20 años de prisión, impuesta por la Justicia Fascista, lo siguiente: “Tal sería el blanco inicial de la estrategia de destrucción: lograr el desprestigio de la clase hegemónica, de la Iglesia, del ejército, de los intelectuales, de los profesores, etc. Habrá incluso que aprovechar las ideas mismas de las clases dirigentes, empleando por ejemplo su mismo lenguaje. Habrá que enarbolar las banderas de las libertades burguesas, de la democracia, como brechas para penetrar en la sociedad civil. Habrá que presentarse maquiavélicamente como defensor de esas libertades democráticas, pero sabiendo muy bien que se las considera tan sólo como un instrumento para la marxistización general del sentido común del pueblo.”

No hay comentarios.: