¿Que pasó en nuestra país cuando Menem designó en la Corte Suprema de Justicia a una mayoría adicta a su persona? Comenzando por los partidarios del dictador Castro, en la Argentina ello fue visto como una aberración jurídica e institucional. Designado un nuevo Presidente llamó públicamente a iniciar juicio político a ciertos integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, por la sencilla razón de que formaron parte de la llamada “mayoría automática” del gobierno menemista, acompañado en su decisión por un núcleo muy importante de sus conciudadanos. La coherencia brilla por su ausencia en cuanto quienes ensalzan al dictador cubano proceden de la misma manera a fin de someter a su autoridad al Poder Judicial de nuestro país. Si lo hizo Menem está pésimo, mas si lo concreta un partidario de Fidel, enhorabuena. Decisiones de esa índole, para que sean justas, no sólo deben ser ajustadas a derecho sino que la ética que las rige debe comenzar por acompañar las intenciones con comportamientos coherentes en situaciones similares. Y, desgraciadamente, vemos que ello no ocurre y mas lamentablemente podemos advertir que la ciudadanía en general ignora que pasa realmente en Cuba, que digo no sólo ignora la real situación de ese país sino que, en los noticiosos televisivos locales se pasa revista muy al pasar de la situación gravísima por la que atraviesa la hermana república de Venezuela, lo que no hacen otros noticiosos como los de Chile, la CNN, etc.
Como el titular del gobierno venezolano goza de la simpatía del dictador Fidel Castro, acá se trata de no mostrar la golpiza que la Guardia Nacional propinó a manifestantes opositores o la persecución sangrienta de la que son objeto. Si sucesos de tal índole hubieran ocurrido en nuestro país todo el periodismo o gran parte de él dejaría expresada su indignación y protesta por la violación de los Derechos Humanos de los opositores al régimen de Chaves. Al pueblo se le desinforma y de esta forma le es dificultoso comparar para poder juzgar con equidad. Rescato que para poder elegir libremente no es necesario solamente que el ciudadano no sea coaccionado al momento de sufragar sino que no debe ser engañado durante el lapso anterior, no puede sufrir lavados de cerebro que le hagan dificultoso elegir con libertad.
Estoy absolutamente seguro que quienes formaron frente al edificio de Tribunales, clamando venganza contra algunos integrantes, sino todos, de la Corte Suprema de Justicia por las razones aducidas anteriormente, ignoraban que en Cuba el Poder Judicial está subordinado al gobierno y al Partido Comunista. No se le mueve una pestaña a ningún funcionario nacional que se encargó de propiciar los juicios políticos. Descuento, por conocerlos ilustrados, que ellos saben con precisión tal circunstancia, pero el pueblo de nuestro país no se encuentra advertido al respecto y muchas veces ilusionado con el hálito de héroe de Fidel creé en lo que se le dice, guiado por la acción u omisión de sus corifeos. *.
“La Constitución Cubana establece la existencia de tribunales independientes; sin embargo, los subordina explícitamente a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) y al Consejo de Estado. La ANPP y sus homólogos en niveles inferiores eligen a todos los jueces. La subordinación de los tribunales al Partido Comunista, que la Constitución designa como la fuerza directiva superior de la sociedad y del Estado, compromete aún más la independencia del poder judicial. Los tribunales socavan el derecho a un juicio imparcial al restringir el derecho a la defensa y con frecuencia no observan los pocos derechos de debido proceso de ley de que disponen los acusados.”. (Confr. La comunicación del Departamento de Estado de los EEUU citada precedentemente)
Cuando se sancionó, en la Argentina la ley de Defensa Nacional, en ella se introdujeron cláusulas que determinaban que estaba prohibido a los integrantes de nuestras Fuerzas Armadas efectuar inteligencia interna. Entre quienes propiciaron calurosamente tal iniciativa estaban los perseguidos por el régimen militar, es decir los ex-integrantes de organizaciones subversivas.
Era lógica tal predilección, de los entonces guerrilleros, ya que habían sentido en carne propia el resultado de esas tareas castrenses. Pero cuando las fuerzas armadas no son de nuestro país, sino de otro, en este caso Cuba, milagrosamente cambian los argumentos y la consiguiente evaluación y estas mismas personas que posiblemente ejercieron actos de terrorismo en plena época constitucional de Juan D. Perón y de María Estela M. de Perón, y que fueron perseguidas por el régimen dictatorial comenzado el 24 de marzo de 1976, se vuelven fervorosos partidarios de los militares, los de Cuba por supuesto, y pasan por alto al evaluar la situación en esa isla, que oficiales de sus Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) dirigidas por el hermano de Fidel fueron designados para ocupar la mayor parte de los cargos en el ministerio del Interior.
Ministerio que, es público y notorio, se ocupa de investigar y reprimir activamente la oposición y las disidencias políticas. Les aconsejo humildemente, a quienes aplaudieron calurosamente tales medidas en nuestro país, que evalúen que en Cuba el Ministerio del Interior también se ocupa, entre otros menesteres, de mantener vigente un sistema penetrante de vigilancia mediante el uso de agentes secretos, informantes, Brigadas de Respuesta Rápida (BRR) y los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).
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