No olvidemos que, en el caso de nuestro país, donde los terroristas intentaron derribar a un gobierno constitucional, tal accionar atentaba contra la libertad de los ciudadanos. Sin absolutamente ningún derecho, los guerrilleros intentaban desplazar a los legítimamente elegidos por la voluntad ciudadana. Accionaban en nombre del “pueblo”. En tal ocasión, ante la plena vigencia de la democracia, no existía pretexto alguno que pudiera justificar tal conducta.
Las palabras del general Juan Domingo Perón, señalan sin lugar a dudas, que los grupos de guerrilleros terroristas, no estaban acompañados por la inmensa mayoría del pueblo argentino. Sus declamaciones acerca de interpretar el sentir de sus conciudadanos, podrían haber tenido alguna validez, si nos encontráramos ante un gobierno no constitucional. Pero ante el pleno funcionamiento de las autoridades elegidas por la ciudadanía, pretender derribarlas convierte a quienes lo intentan, en traidores a la Patria.
En cuanto ocasión tuvo Perón, de opinar sobre la postura del “Movimiento Justicialista”, señaló que el peronismo “no puede optar ni por el capitalismo liberal ni por el comunismo”. O sea que indica lisa y llanamente que aquel que postula otras posturas ideológicas que se aparten de la doctrina, no es peronista. Esto es valedero tanto para los marxistas Montoneros, quienes intentaron el “entrismo” fabricando el papel de víctimas de la represión estatal, como para cualquier otra organización con ideas extrañas al peronismo. Por ende es dable concluir que nadie que oculte que es un lobo, bajo una piel de oveja, puede ni debe pregonar la doctrina peronista y menos, pasados los años, confundirnos a todos intentando pasar por “mártires” de “la represión”. Esta “actuación” creo que ni ellos mismos se la creen. Hemos visto a partidarios de la radicalizada izquierda, disfrazados de “peronistas” ingresar a los palos a la Plaza de Mayo, creyendo que concurrían a un baile de disfraces. Si no fuera tan triste, si no fuera tan inmoral, sería hasta cómico verlos ingresar a la histórica Plaza, cantando la Marcha Peronista, cuyas estrofas seguramente llevaban en un "machete"para no confundirse con la "Internacional". Ya una vez el general los echó de la Plaza, a ellos y a sus secuaces trasvestidos ideológicamente. Si tuvieran un mínimo de dignidad, algo imposible para ellos por cierto, ni invocan el carácter de supuestos “peronistas”.
Las palabras del general Juan Domingo Perón, señalan sin lugar a dudas, que los grupos de guerrilleros terroristas, no estaban acompañados por la inmensa mayoría del pueblo argentino. Sus declamaciones acerca de interpretar el sentir de sus conciudadanos, podrían haber tenido alguna validez, si nos encontráramos ante un gobierno no constitucional. Pero ante el pleno funcionamiento de las autoridades elegidas por la ciudadanía, pretender derribarlas convierte a quienes lo intentan, en traidores a la Patria.
En cuanto ocasión tuvo Perón, de opinar sobre la postura del “Movimiento Justicialista”, señaló que el peronismo “no puede optar ni por el capitalismo liberal ni por el comunismo”. O sea que indica lisa y llanamente que aquel que postula otras posturas ideológicas que se aparten de la doctrina, no es peronista. Esto es valedero tanto para los marxistas Montoneros, quienes intentaron el “entrismo” fabricando el papel de víctimas de la represión estatal, como para cualquier otra organización con ideas extrañas al peronismo. Por ende es dable concluir que nadie que oculte que es un lobo, bajo una piel de oveja, puede ni debe pregonar la doctrina peronista y menos, pasados los años, confundirnos a todos intentando pasar por “mártires” de “la represión”. Esta “actuación” creo que ni ellos mismos se la creen. Hemos visto a partidarios de la radicalizada izquierda, disfrazados de “peronistas” ingresar a los palos a la Plaza de Mayo, creyendo que concurrían a un baile de disfraces. Si no fuera tan triste, si no fuera tan inmoral, sería hasta cómico verlos ingresar a la histórica Plaza, cantando la Marcha Peronista, cuyas estrofas seguramente llevaban en un "machete"para no confundirse con la "Internacional". Ya una vez el general los echó de la Plaza, a ellos y a sus secuaces trasvestidos ideológicamente. Si tuvieran un mínimo de dignidad, algo imposible para ellos por cierto, ni invocan el carácter de supuestos “peronistas”.
Dijo Perón: “Las condiciones objetivas que hacen a la conducción superior implican que nadie puede gobernar sin el apoyo del pueblo. Afirmé anteriormente que la importación de ideologías alimenta un vicio de origen.Detengámonos en este problema. Si una ideología no resulta naturalmente del proceso histórico de un pueblo, mal puede pretender que ese pueblo la admita como representativa de su destino. Este es el primer motivo por el cual no puede optar ni por el capitalismo liberal ni por el comunismo.
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