Para algunos esta Conferencia, como afirmamos precedentemente, constituyó la base y el punto de partida del incremento de la subversión latinoamericana, ya que para estos facinerosos, su accionar era similar o aun superior, a la gesta libertadora de casi todos los países latinoamericanos.
Una vez más, como siempre acostumbran a hacer, pretendieron constituirse en una suerte de cruzadas libertadoras, un travestismo ideológico, con un fin inmoral y cruel.Como diría el general Perón: La fuerza es el derecho de las bestias”. Si todo esto lo mezclamos con la denominada “soberbia armada”, no debe extrañarnos la mixtura que sale de todo esto.La Conferencia , fue el punto de partida instrumentalizado, pero reconoce antecedentes. Alguno exitosos y otros un verdadero desastre.Si omitimos la etiología del accionar terrorista, marxista-castrista en el Continente Latinoamericano, es absolutamente imposible valorar con meridiana claridad todo lo actuado.
Creemos que una de las fuentes mas importantes, es sin duda, la correspondencia cambiada entre el general Perón, sufriendo el exilio y el “dirigente peronista” John Williams Cook. Para esa época, éste era el emisario de Fidel Castro, ante el general. Frecuentaba al dictador caribeño. Utilizaba ala Isla de Cuba como su refugio para sus actividades subversivas y desestabilizadoras de las instituciones. Intentó por todos los medios, convencerlo de que decidiera apoyar al sangriento dictador de Cuba. Perón que era zorro en la política, advirtió de inmediato las aviesas intenciones de Cook, y que detrás del mismo estaba Fidel Castro, quien trataba de llevar agua para su molino, por lo que no cedió en su postura.
No se le ocultaba al general, que la idea del referido “dirigente peronista”, era aprovecharse del capital que en el peronismo, representaba la masa de millones de votos que usualmente obtenía en cualquier encuesta electoral. Y pese al empecinamiento del que hacía gala su interlocutor, el marxista Cook, lo único que pudo conseguir fueron palabras y frases de circunstancia. Demás está decir que la actitud del General Juan Domingo Perón, no sirvió como para desalentar definitivamente, las ambiciones del castrismo. Pasados los años, volverían los mismos “entristas”, pero con otro “envase”.
Una vez más, como siempre acostumbran a hacer, pretendieron constituirse en una suerte de cruzadas libertadoras, un travestismo ideológico, con un fin inmoral y cruel.Como diría el general Perón: La fuerza es el derecho de las bestias”. Si todo esto lo mezclamos con la denominada “soberbia armada”, no debe extrañarnos la mixtura que sale de todo esto.
Creemos que una de las fuentes mas importantes, es sin duda, la correspondencia cambiada entre el general Perón, sufriendo el exilio y el “dirigente peronista” John Williams Cook. Para esa época, éste era el emisario de Fidel Castro, ante el general. Frecuentaba al dictador caribeño. Utilizaba a
No se le ocultaba al general, que la idea del referido “dirigente peronista”, era aprovecharse del capital que en el peronismo, representaba la masa de millones de votos que usualmente obtenía en cualquier encuesta electoral. Y pese al empecinamiento del que hacía gala su interlocutor, el marxista Cook, lo único que pudo conseguir fueron palabras y frases de circunstancia. Demás está decir que la actitud del General Juan Domingo Perón, no sirvió como para desalentar definitivamente, las ambiciones del castrismo. Pasados los años, volverían los mismos “entristas”, pero con otro “envase”.
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