(continuación)
Con referencia
a las actividades subversivas de los grupos insurgentes, que pretendían borrar
del mapa al gobierno constitucional, a fin de acceder por la fuerza de las armas,
al Poder de la República dijo Perón, como también hemos recalcado anteriormente:
“Si nosotros todavía nos limitamos nuestros propios medios de defensa, estamos
entregándonos a estas fuerzas, que, como he dicho, las
conozco profundamente y sé cómo actúan. “(…) Añadiendo, con referencia al ERP, “jamás he pensado que esa gente podría estar aliada con
nosotros, por los fines que persigue. (…)
Porque
esta es una Cuarta Internacional, que se fundó con una finalidad totalmente
diferente a la Tercera Internacional, que fue comunista, pero comunista
ortodoxa. Aquí no hay nada de comunismo;
es un movimiento marxista deformado, que pretende,
imponerse en todas partes por la lucha. A la lucha - y yo soy técnico en éso- no hay nada
que hacerle, más que imponerle y enfrentarle con la lucha.”.
Quienes accedieron al Poder, en nombre del
peronismo, sostienen incluso que Perón apoyaba al extinto presidente Salvador
Allende, aquél que concurrió a la Conferencia de La
Habana, donde estudiaron el modo de derribar a los gobiernos legítimos de
algunos países de Latinoamérica, con Fidel Castro a la vanguardia de
los irregulares. Muy al contrario, existen evidencia de que Perón y
Pinochet no se llevaban mal. Se sostiene
que existía una suerte de pacto entre ellos, a
fin de evitar que el comunismo acceda al poder por la fuerza de las armas. Así
como existía un Plan Cóndor entre quienes no eran comunistas, existía otro
pacto entre los terroristas, la Junta Coordinadora Revolucionaria (JCR). Una
noticia que data de noviembre de 1975 da cuenta que “se detuvo a un correo de la JCR, un francés
cuyo apellido sería Claudet, portando 97 microfilms, con las últimas
instrucciones desde París. Después del interrogatorio del mencionado
Claudet se logró determinar sólo que era
correo de la JCR. Se le tomaron solamente fotografías. Claudet ya no
existe". La noticia tiene su origen en un memo que el ex agente de la DINA
Arancibia Clavel envió a sus superiores para esa fecha. Al parecer existía
colaboración entre Argentina y Chile, antes del golpe de marzo de 1976. La
“solidaridad” de estos promotores de la guerrilla internacional, en
Latinoamérica consistió en crear un organismo
coordinador de la lucha guerrillera en ese territorio. Usaron la
Tricontinental para poder crear grupos terroristas, los que se encargarían de
desatar guerrillas de baja intensidad, penetrarían políticamente y favorecerían
el espionaje.
Señaló el general Juan Domingo Perón el 5 de mayo de
1950, ante la Asamblea Legislativa del Congreso de la Nación: “Podrá quedar tal
vez, en nuestra tierra, algún antiguo explotador del trabajo humano que no
pueda concebir una Nación Argentina socialmente justa; o algún astuto dirigente marxista a sueldo de intereses
extraños a
quien no le convenga nuestro justicialismo, porque le hemos hecho perder todos
los argumentos que antes tenían; quedará quizá
algún viejo de empresas extranjeras que añore las épocas de los Bemberg, cuando
también se pagaba la traición... y que no quiera saber nada con esta nueva
Argentina que nosotros proclamamos económicamente libre; y tal vez quede algún
grupo de hombres sin patria y sin bandera que no pueda querer que seamos una
Nación políticamente soberana desde La Quiaca hasta la Antártida y desde los
Andes hasta las Malvinas... ¡pero ningún argentino de bien puede negar su
coincidencia con los principios básicos de nuestra doctrina sin renegar primero
de la dignidad de ser argentino! …”.“ … En este momento se disputan el predominio del mundo de una parte
el capitalismo y de otra parte el comunismo. Nosotros, que
poseemos una doctrina nacional que no es capitalista ni es comunista, hemos creado en la Constitución Nacional
los medios necesarios para defendernos de esos dos extremos. Para
ello hemos prohibido la explotación del hombre por el hombre; hemos creado y
realizado los Derechos del trabajador; hemos establecido que la propiedad privada tiene
una función social que cumplir; que el capital debe estar al servicio de la
economía nacional y tener como objeto el bienestar social.
Y para asegurarnos
definitivamente contra la acción de sistemas que pueden atentar contra el
sistema que nuestro pueblo ha querido darse para vivir, hemos establecido que:
"El Estado no reconoce libertad para atentar contra la libertad, ni
reconoce organizaciones nacionales o internacionales que atenten contra el
sistema democrático que inspira a nuestra Constitución." “Estas normas constitucionales corresponden a la doctrina
que siempre hemos expuesto al pueblo y que el pueblo ha aceptado con la
decisión de su voluntad desde el día que nos otorgó la autoridad y el poder
para cumplirla. …” “ … Progresivamente hemos
visto cómo han ido adhiriendo a nuestra concepción política, económica y social
destacados dirigentes y pensadores de todos los países. Y reconociendo o no el
origen argentino de esta doctrina, son cada vez más numerosos los hombres que
en todos los pueblos no ven otra solución para lograr la paz que “ … Si
consideramos las posibilidades del mundo occidental en cuyo campo nos hallamos
geográficamente ubicados, advertimos que no le quedan sino dos caminos: o la
guerra, de cuyas consecuencias quedaría una sola potencia sobre un mundo
totalmente destruido, o la modificación de sus estructuras ideológicas, con la
consecuente reforma en los órdenes político, económico y social. Del lado comunista también pueden darse dos caminos: o la
guerra o bien la infiltración ideológica del mundo occidental. Advertimos con facilidad que el occidente no puede ganar
ideológicamente en las actuales circunstancias al mundo comunista; y que al
mundo comunista no le interesa modificar en
las actuales circunstancias sus estructuras económicas, sociales y políticas.”.
“No queda, pues, para occidente otra solución
que renunciar a su concepción individualista si quiere oponer una valla eficaz
al avance ideológico del comunismo y ponerse a mitad de camino del extremo
ideológico oriental si quiere sobrevivir. …”“ … Frente a un mundo absolutamente
dividido en dos fracciones diametralmente opuestas de individualismo y
colectivismo, nosotros realizamos en
nuestro país, y proponemos a la humanidad, la doctrina del equilibrio y la
armonía del individuo y la colectividad por la justicia social que dignifica al trabajo, que humaniza el
capital, que eleva la cultura social, que suprime la explotación del hombre por
el hombre, que produce la realidad positiva de los derechos del trabajador, del
anciano, del niño y de la familia (aplausos), de tal manera que el ¨ nosotros ¨
de la sociedad se realiza y perfecciona por el yo individual, dignificado como
persona humana. …”.