(continuación)
El Mensaje del
Poder Ejecutivo intenta descartar toda otra causa de este tratado,
especialmente cuando se recurre a especulaciones políticas o Económicas. En tal
sentido, explica: “Saben bien los afectados que nuestra idea es perseguir la
verdad tanto en esas causas como en el caso del castigo a los responsables de la
violación de los derechos humanos, como camino para posibilitar poner
fin a la impunidad de cualquier tipo en nuestra Patria. Sin embargo, no
faltan quienes quieren ver en cada paso una intención aviesa. Por eso es
necesario hacer referencia a ciertos temas. Se dice que no hay que negociar con la República
Islámica de Irán, tratando de instalar el ‘no diálogo’ como principio.
La República Argentina
tiene todo el derecho a negociar con el país
que quiera en función de su soberanía y sin
subordinarse a sugerencias o tácticas de terceros países sino a su propia
conveniencia.” (…)
“Máxime cuando el
acuerdo al que se arriba no desmerece la soberanía ni el imperio de la justicia
argentina en el caso, que podrá resolver en qué carácter interrogar a los
acusados en presencia de una comisión de juristas que avale el cumplimiento de
la ley, con lo que, por fin, puede resolverse un punto nodal de la actividad
judicial tendiente al esclarecimiento, hasta hoy imposible de lograr. El único camino
era negociar con el país de residencia de los acusados, hasta ahora remiso a
colaborar. Por lo demás, los miembros permanentes del Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas, con más Alemania, negociarán a partir del 26 de
febrero un Acuerdo Nuclear con la República Islámica de Irán… Se ha querido
también plantear como una agresión a la soberanía o renuncia a ella el tener que interrogar a los acusados en Teherán, cuando existen, según detallamos más arriba y ampliamos en el
anexo correspondiente, innumerables casos de
actos procesales similares efectuados por jueces argentinos en el exterior.” (…)
“Desde el mismo
momento en que reclamábamos diálogo y cooperación a
Irán, pensábamos
que podíamos lograr avanzar o por lo menos, obtener cada vez más apoyos para
nuestra causa por la justicia del reclamo hasta que éste fuera ya irresistible.
Nunca se trató de reclamos huecos. Fue perseverancia para lograr frutos en pos
de la justicia.
Este Memorándum consagra un paso más para
destrabar la situación y lograr avances que nos acerquen a la verdad y nos aproximen al castigo de los culpables.”
También resultan de gran utilidad
las declaraciones realizadas por el presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad,
luego de su discurso en el mismo ámbito
internacional, en las que afirmó que aspira a que su país amplíe las
relaciones con la Argentina, deterioradas a raíz del atentado contra la Asociación de Mutuales
Israelitas Argentinas (AMIA) en 1994 en Buenos Aires. “Queremos expandir
nuestras relaciones”, dijo Ahmadinejad en rueda de prensa, un día después de que la Argentina anunciara, a través de
la presidenta Cristina Kirchner, que aceptó
reunirse con Irán para tratar el tema del atentado en la mutual judía argentina
AMIA. Luego amplió: “Ha habido malentendidos en los lazos de Irán con
Argentina debido a la interferencia y la intromisión de otros. Espero que el diálogo de los dos Ministros de
Relaciones Exteriores pueda establecer las bases para alcanzar este objetivo de
mejores lazos entre los países. Irán no tuvo ninguna participación en estos eventos y eso quedará claro; se llegará a la verdad. Cualquier
persona que sea culpable debe ser enjuiciada: sionistas, no
sionistas, estadounidenses, iraníes, argentinos, africanos
y
asiáticos”
Posteriormente, en
Teherán, el 2 de octubre, aseguró: “Mi gobierno y la Argentina iniciaron conversaciones ‘transparentes’
sobre la causa que investiga el atentado a la
AMIA que revelarán la realidad y prepararán
el terreno para una mejora de las relaciones entre los dos países.
Los dos cancilleres se reunieron recientemente y acordaron coordinar el resto
de la ruta. Creemos que el estudio de este tema definitivamente
debe dar lugar a la transparencia y a la búsqueda de la realidad. Estoy seguro de
que cuando las investigaciones tengan lugar de manera precisa e imparcial, a
continuación, se avanzará en la ampliación de las relaciones entre Irán y
Argentina. Los gobiernos de Estados Unidos e Israel acusan a Irán del atentado
a la AMIA, aunque en 18 años de esfuerzos no han logrado avanzar ni probar nada
en contra de Irán, lo que indica que es inocente.”
A
fines de octubre de 2012, en Teherán, el vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores
de Irán, Ramin Mehmanparast expresó: “El gobierno está dispuesto a discutir el
atentado de la AMIA. Los ministros de Exteriores de Irán y Argentina acordaron
conversaciones mutuas hace un mes. Irán está listo para investigar cuidadosamente e identificar a los
autores de la explosión, pero insiste en su negación de que los ciudadanos iraníes estuvieron involucrados en el letal ataque terrorista. Condenamos el
terrorismo, rechazamos las acusaciones contra nuestros ciudadanos y declaramos
que estamos dispuestos a hacer una revisión detallada de quiénes fueron los
autores de este hecho. Las negociaciones están en curso y continuarán hasta que
una conclusión clara que se alcance.” Si tenemos en cuenta toda esta
información, llegaremos a la conclusión de que,
al menos en una primera mirada, que no es la definitiva y que da lugar a muchas y disímiles interpretaciones, el tratado tiene como
finalidad poder esclarecer, con verdad y objetividad, las circunstancias y
los hechos del atentado, como así también poder atribuir
las responsabilidades correspondientes, nacionales e internacionales, civiles y
penales, para lograr que el accionar de la justicia llegue rápida y eficazmente
a reparar los daños causados, sobre la base de la realidad y el derecho
aplicable, y que las relaciones entre ambos países se reconstituyan
no solamente en el campo diplomático, sino también en
sus vínculos políticos, sociales y culturales.”
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