miércoles, mayo 23, 2012

Capítulo 496 - Etiología de la sanguinaria guerrilla que asoló nuestra Patria.







(continuación)

“El derecho de posesión es consubstancial con el hombre, desde que el cavernario ocupó la primera cueva que lo fijó a la tierra, destruyendo su nomadismo inquietante y difícil. Nosotros, con el Justicialismo ofrecimos una experiencia y la realidad fue mucho más allá de cuanto nosotros mismos habíamos imaginado. Por éso nuestro predicamento popular ha sido tan grande, no sólo en nuestro país, sino en el mundo entero. Es que los pueblos anhelan obtener justicia sin que el comunismo los invada, pero el egoísmo hace imposible tan justa demanda y prefiere arrastrado y barrido por las hordas rojas, antes de claudicar de lo que considera su injusto predominio. En las horas actuales lo conservador es evolucionar, porque el que se aferra a conservarlo todo, se expone a perderlo todo, incluso las orejas. Lo que ha pasado en la República Argentina no hace sino confirmar lo anterior. Allí la oligarquía ayudada por el capitalismo y la metrópoli inglesa, han obrado con una miopía inaudita, dando lugar a que el comunismo se multiplique aceleradamente, porque el desesperado "se aferra aún a un clavo ardiendo". Sin embargo, no creo que allí el comunismo haga camino porque el Pueblo, que ha probado el Justicialismo, ha de luchar por reimplantarlo, cueste lo que cueste y caiga quien caiga. “

“Nosotros, los argentinos mismos, que hemos trabajado incesantemente durante estos diez últimos años, para desterrar el marxismo de las masas, mediante el único expediente racional de oponerle la prédica y la realidad de una doctrina mejor, no estamos seguros aún de que hayamos obteniendo un éxito definitivo. Tal es la fuerza de la prédica anterior, intensificada por la acción negativa del capitalismo imperialista de explotación. Por eso el hombre ha sido insectificado por los sistemas, capitalista o comunista, que en el orden del humanismo práctico, como extremos, se tocan. El comunismo, en nombre de la comunidad y la socialización integral, mantiene la propiedad estatal. El hombre trabaja para el Estado, el que le entrega el diez por ciento de su producción, para su subsistencia en retribución. El capitalismo individualista, en nombre de la libre empresa y la democracia, respeta la propiedad, cada uno trabaja lo suyo pero, a fin de año, el Estado, en nombre de superiores intereses de "supervivencia democrática" le quita el noventa por ciento de lo producido, para ser empleado en la defensa de la comunidad democrática. Para el hombre del pueblo que trabaja, encuadrado en la celda de su humano papel, en una insectificación similar resultante del Taylorismo o del Stajanovismo, ¿qué diferencia puede existir entre uno y otro sistema? Esto es lo que a menudo se pregunta el hombre del Pueblo, que es en realidad quien sufre las consecuencias pero, que será también quien, en último análisis, deberá decidir. En todos los países latinoamericanos existe un fermento terrible, mal disimulado a través de los vaivenes de la política criolla, tan rica en recursos aleatorios en la realidad. Los problemas son en cambio de carácter social y reivindicativo.” 

“La solución política no los satisface, ni los satisfará jamás, mientras subsistan los verdaderos problemas que dan nacimiento y vivencia a la inquietud social de los explotados. De ello se infiere que es necesario "tomar el toro por las astas" y encarar las reformas necesarias, como un seguro de vida contra el comunismo, cuya prima será más elevada a medida que el peligro crezca, como sucede en todos los sistemas de seguro. Buscan subterfugios que reemplacen a la verdadera justicia que el pueblo ansiosamente espera, es postergar la solución pero no resolverla, y este problema se resuelve de una sola manera, dando al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, como reza en el evangelio. El mundo está hoy sembrado de organizaciones políticas, económicas, sociales, publicitarias, científicas y culturales que no son más que colaterales disimuladas del Partido Comunista Internacional. Estados Unidos mismo está penetrado por esas organizaciones y por lo tanto, tiene y la "quinta columna" dentro. Los numerosos casos descubiertos no hacen sino evidenciar que aún queda mucho por descubrir y que la desaprensión y descuido están en todas partes. Pero la más lamentable es que las organizaciones colaterales creadas por nosotros para combatir comunismo, no pasan de ser burdas simulaciones, en las que los aprovechados tratan de sacar ventajas personales, de lo que debería ser una cosa tan sería y tan responsable. Finalmente, señalaba en esa época el general Perón que, “en vez de oponer a la doctrina comunista, una doctrina mejor, se le ha opuesto un sórdido materialismo, que ha justificado el comunismo como efecto de una causa, que es el capitalismo imperialista. (…) “es evidente la penetración comunista en los órganos publicitarios, que se traduce en medidas inteligentes, para producir efectos sin poner en evidencia propósitos y desarrollando una propaganda insidiosa en contra de las que combaten con eficacia al comunismo, utilizando para ello cualquier pretexto, especialmente los rótulos conocidos de la "democracia", la "libertad", la "libertad de prensa", etcétera, que se prestan a toda clase de supercherías cuando se las considera "tabú". (Seleccionado de la Web: http://www.libreopinion.com/members/justicialismo/discursos/peron/2_8_73.htm)

En cuanto a los denominado “jóvenes idealistas”, creyeron que sus "ideales" los habilitaban a integrar formaciones armadas, con el propósito de derribar al gobierno argentino, sea de jure o de facto. Las bandas eran armadas y fanatizadas en el exterior, por agentes activistas que conocían al dedillo los fines que perseguían y la forma de concretarlo. Sus integrantes, por lo general,  eran jóvenes de un muy buen nivel intelectual, de fanatismo exacerbado,  sin escrúpulos ni inhibiciones, reflejando un alto grado de intelectualidad, desprecio de la vida propia y ajena, arteros al extremo, sin identidad regular, actuando en la clandestinidad, mimetizados con la población. Las bandas terroristas agredieron a la sociedad toda. Operaban para intimidar a la población y crear situaciones extremas de crisis para desembocar en la guerra civil, cuya evolución exitosa les permitiría el acceso al poder político. Con ese propósito se realizaban copamientos de unidades militares, asaltos, secuestros, robos de armas, asesinatos a mansalva de personas de distinta condición social: empresarios, dirigentes políticos y sindicales, funcionarios, obreros, policías, jueces, sacerdotes, militares, etc. Frente a esta situación de guerra no provocada ni deseada, la conducción política del país, orientó una respuesta prudente y gradual, empeñando los medios que legal e institucionalmente se disponían, para enfrentar esta agresión. Los amnistiados en 1973, en su amplia mayoría pasaron a engrosar las activas bandas terroristas. Creemos que posiblemente, los integrantes de la Justicia, para esa época no habían nacido. No vivieron en carne propia los avatares de los ataques terroristas de las bandas subversivas. 

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