Las fuerzas armadas de Colombia recuperan el Palacio de Justicia (gentileza El Tiempo,Colombia)
(continuación)
“Secularmente
han existido facciones que se sienten impulsadas a acudir a las armas para
oponerse a la injusticia social u obtener provecho del estado de cosas, en buena parte aupadas al observar la tendencia del
Estado a conceder indultos, amnistías u otras alternativas de impunidad, considerando de tal manera cada grupo sedicioso
que los crímenes en que incurran se hallan despenalizados prospectivamente,
pero arrojando como único resultado el agravamiento de las tensiones y mayor
sufrimiento para los colombianos. Entre tales grupos surgió el Movimiento 19 de Abril, M 19, emanado de lo que consideraron un fraude
electoral en los comicios para elegir Presidente de la República, en esa fecha
de 1970. Gozó en sus albores
de simpatía popular, por las realidades
del momento y las acciones que realizó, espectaculares e inicialmente menos
cruentas.” (…)
“Magistrados de las mencionadas salas Penal y Constitucional de la Corte
Suprema venían siendo objeto de graves amenazas por parte de narcotraficantes,
que se sentían en riesgo de ser extraditados. Adicionalmente se conoció, al punto que medios masivos de
comunicación social lo divulgaron, que el M 19 planeaba tomarse el Palacio de
Justicia, lo cual se creyó podía coincidir, por el efecto publicitario, con la llegada
al país, mediando octubre de 1985, del Presidente de Francia Francois
Mitterand. Por ello se dispuso reforzar notablemente la vigilancia de las
Fuerzas Armadas sobre el Palacio de Justicia. Sin embargo, transcurrida sin sobresaltos
la visita del Presidente francés, pero agravadas las amenazas y los temores del
asalto a la sede principal de la justicia colombiana, el día martes 5 de noviembre de 1985, después de lunes festivo, el Palacio inopinadamente
resultó sin el fortalecimiento especial de la fuerza pública que se venía
prestando para su protección”.
“Sin
ninguna duda, la primera
responsabilidad que cabe señalar sobre el Holocausto del Palacio de Justicia es la del movimiento
guerrillero M 19, autor material e intelectual de la toma violenta a la
edificación, que paradójicamente dieron en llamar “Operación Antonio Nariño por los Derechos del Hombre”. La responsabilidad empieza con la audacia, si así se puede llamar, de tomar por rehenes a integrantes de la cúpula del Poder Judicial con
cerca de medio millar de personas que a la hora del ataque, 11:40 de la mañana
del miércoles 6 de noviembre de 1985, se encontraban indefensos en la más importante sede de la
Administración de Justicia. Los más de treinta y
cinco guerrilleros que irrumpieron en
el Palacio de Justicia entraron asesinando sin
piedad a los dos celadores de la empresa privada de vigilancia Cobasec, Eulogio Blanco y Gerardo Díaz, sin tener en cuenta que poseyeran o no capacidad de
oponer resistencia, al igual que al desarmado administrador del Palacio de Justicia, Jorge Tadeo Mayo Castro, cuando buscaba refugio.”
(…)
“En
los años de 1984 y 1985 miembros de la dirección del M 19 se reunieron en
Medellín con Pablo Escobar, recibieron dineros
de ese Cartel y realizaron acciones criminales conjuntas, lo que no fue compartido por otros miembros del
grupo subversivo. El gobierno del Presidente Betancur, inicialmente renuente a
aplicar la extradición, a raíz del asesinato del Ministro de Justicia Rodrigo
Lara Bonilla, ocurrido el 30 de
abril de 1984, anunció que daría vía
libre a ese instrumento, y previo concepto favorable de la Corte Suprema, en
enero de 1985 autorizó la extradición a Estados Unidos de algunos
narcotraficantes. Iván Marino Ospina,
antes y después de su expulsión como jefe máximo del M 19, sostuvo hasta su muerte ocurrida en agosto de 1985, una muy estrecha amistad y unidad de acción con
Pablo Escobar y estaba autorizado por
el M 19 para conversar con él. Como
Comandante del M- 19 declaró Iván Marino Ospina que por cada colombiano extraditado, sería asesinado un ciudadano estadounidense en
Colombia.
A mediados de 1985 vuelven a reunirse miembros del M 19 con Pablo
Escobar. Al suceder a mediados
de 1985 Alvaro Fayad a Ospina en la dirección del
M 19, continuaron actuaciones conjuntas de ambas organizaciones delictivas. John Jairo Velásquez Vásquez, lugarteniente de
Escobar declaró a la
Comisión que Pablo Escobar pagó al M 19 inicialmente dos millones de dólares por la toma del Palacio de Justicia. También
Carlos Castaño en su libro “Mi Confesión” revela
la financiación del cartel de Medellín en la
toma al Palacio de Justicia. Pocos días antes del asalto al Palacio el grupo denominado “Los Extraditables”
amenazó con dar muerte a Magistrados de la Corte Suprema, principalmente de las salas Constitucional y Penal, si no votaban por la inconstitucionalidad de la ley
aprobatoria del tratado de extradición. A sus múltiples y aterradoras
intimidaciones acompañaban grabaciones de diálogos de familiares cercanos de
los Magistrados. Miembros del cartel interceptaron conversaciones telefónicas
de Magistrados. A escasos días de la toma, la cúpula de los organismos de seguridad, los Ministros de Gobierno y Justicia, en reunión secreta en el Club Militar comunicaron a Magistrados de la Sala Constitucional y al
Presidente de la Corte el gran peligro que
corrían ante la gravedad e inminencia de las
amenazas.”
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