martes, marzo 31, 2015

Capítulo 775 - Acerca del Memorándum de Entendimiento con la República de Irán.





















(continuación)
Simplemente se señala en el Memorándum, que una Comisión se encargará del tema, como amigables componedores. Quien pergeñó esta solución, es evidente que no conoce nada de derecho internacional. Nisman tenía razón cuando afirmaba que, la cruda realidad señalaba, que el propósito de las autoridades estatales de Irán era salvaguardar la libertad ambulatoria de los jerarcas iraníes imputados. Hasta nos animaríamos a señalar que la idea del gobierno de Irán, que sólo podía receptar una contraparte demasiado ingenua, era hacer durar la instrucción sumarial sine die, a fin de evitar consecuencias gravosas para la libertad personal de los imputados. El sumario criminal, de esta forma, quedaría reservado en el Juzgado interventor y, la más grave consecuencia para los imputados, es decir la orden de captura, seguiría subsistiendo formalmente pero, como una novedad la vigencia sería “en suspenso”. Una suerte de sentencia “condicional”. No creemos que les interesara otra cosa. Ha sido demostrado, como ya se dijo precedentemente, en idénticas actitudes asumidas por el gobierno iraní ante la justicia de diversos países donde incursionaron sus espías o terroristas, con la finalidad de cometer atentados, a lo largo de situaciones similares, con soluciones parecidas.


Esta interpretación fue indiscutidamente refrendada por las declaraciones del propio Ministro Salehi -cofirmante del tratado en su carácter de ministro de relaciones exterior de los persas- cuando, según informó la agencia de noticias IRNA, manifestó que: "según el acuerdo firmado por ambos países, la Interpol (Policía Internacional) debe eliminar las acusaciones contra las autoridades iraníes" y criticó a Interpol por haber aseverado que las mismas permanecían vigentes. (IRNA, "Salehi: Irán y Argentina trabajan conjuntamente para resolver las acusaciones sobre la AMIA", 18/03/2013; "Irán asegura que el acuerdo con Argentina incluye retirar las "notas rojas" de Interpol", La Nación, 18 de marzo de 2013; "Tehran insists accord with Argentina includes Interpol lifting red notices against Iranian suspects", Mercopress, 19/03/2013). Aclaremos que el ministro Salehi nos demuestra con ello un absoluto desconocimiento de las normas internacionales que rigen la materia de que se trata. En efecto, sostiene Interpol que sólo el magistrado que decretó la captura de los procesados, tendría que dejar sin efecto tales órdenes.  Sin embargo, e insistimos una vez más ya que es casi desconocido el tema, podría Interpol, bajo ciertas y excepcionalísimas circunstancias “suspender” la captura, en forma provisoria y a las resultas de que suceda determinado acontecimiento.


Como se verá no lo hizo ni en esa forma ni en otra. La actitud de Interpol, para nosotros, fue una suerte de caso fortuito ya que Irán, ante la circunstancia de no haber podido lograr sus propósitos, reclamó a la Argentina. El canciller, indudablemente se jugó en el sentido de que nunca pensó que Irán iba a lanzar su protesta, ante la actitud de Interpol. Tampoco contaba con la salida de Noble, el funcionario amigo de Irán. Otros hechos internacionales, contribuyeron, en poco tiempo, a cambiar absolutamente todo, quedando nuestro Cancillería “pedaleando en el aire”. Puso en aprietos a nuestro Canciller, quien como no le quedaba alternativa, puso sus pies en polvorosa, en una suerte de huida judicial.  Evidentemente sus explicaciones a los furiosos iraníes, si es que las hubo, no fueron muy convincentes. Recordemos que es imposible para la Argentina, alegar su desconocimiento de las eventuales consecuencias, para nuestras pretensiones de mantener vigentes las circulares rojas, la notificación que se le hacía a Interpol, aun antes que Irán haya rubricado el Memorándum conforme a sus normas locales. En suma quedamos como una suerte de vendedores de humo, internacionales. Pera quienes nos conocen aún más profundamente calificaron la actitud de la Cancillería argentina como una suerte de “viveza criolla”. Su actual titular, se encerró   -dolosamente o culposamente- en un planteo en el que jugó a las escondidas con las autoridades de Interpol. Logró de dicho organismo internacional, sendas notas, que certificaban su “buena conducta” en la emergencia.

Como bien lo aclaró el canciller iraní, se esperaba que aun sin entrar en vigencia, el acuerdo sirviera para dar de baja las notificaciones rojas de Interpol y de esa manera lograr en los hechos que los sospechados eludan a la justicia argentina.
En definitiva y en base a lo expuesto, concluye Nisman que Alí Abkar Salehi había acordado con Timerman que el cese de las notificaciones rojas se produciría con la sola firma del memorando de entendimiento y que sólo de esa manera se explica el artículo séptimo -referido a la comunicación a Interpol-, al cual se le asignó un carácter operativo y, consecuentemente, era el único que podía y debía tener aplicación inmediata, mientras que el resto de los puntos del acuerdo necesitan la ratificación de ambas partes, el intercambio de notas reversales y la vigencia del tratado para que puedan ser cumplidos. Ahora Cancillería está sufriendo las consecuencias de jugar con fuego con las autoridades de un país que, en su momento, fue calificado como “país terrorista”. Adviértase que el canciller iraní, según Nisman, acordó con nuestro canciller “que el cese de las notificaciones rojas se produciría con la sola firma del memorándum de Entendimiento” o sea que, al parecer, lo referido a las circulares rojas no exigía la previa aprobación de los Parlamentos de ambos países. Aun así, Argentina sometió este trato a la consideración del congreso nacional, quien o aprobó. Irán no siguió esa conducta y quedó el trámite empantanado en los meandros de lo eventual.


El fallecido Pepe Eliaschev, señala en una nota de su autoría y que elevara a la web: http://www.pepeeliaschev.com/exclusivo-web/las-condiciones-que-pone-iran-para-dialogar-15155, el 23 de julio de 2011, los antecedentes del Memorándum, según sus propias investigaciones. Escribió, en exclusiva, en su carácter de cronista del diario Perfil, lo siguiente: “Irán propone “dialogar” con la Argentina, pero es una imposición evidente y unilateral. Sus condiciones son tan enormes que la palabra pierde sentido. Sin embargo, el responsable de las relaciones exteriores argentinas se precipitó nuevamente al elogiar al régimen de Irán, sin que aparentemente haya analizado someramente de qué se trata la mentada “propuesta”. 

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