lunes, junio 12, 2017

Capítulo 939 - En la década del 60 en Alemania, los crímenes de guerra prescribían a los 20 años.





(continuación)
Fue dable advertir, desde el inicio de la investigación del TMN, que los jueces no se encontraban enconados contra los acusados. No se advierten sino rasgos de evidente equidad y de justicia, adecuada a su sagrada misión de administrarla.   En los casos que hemos inspeccionado, se advierten las huellas más objetivas posibles, ya que no se nos oculta que tendrían derecho los magistrados a dejarse llevar por las bajas pasiones humanas, que puede horadar la justicia verdadera.

Examinando los casos de algunos condenados penalmente por el Tribunal Militar de Nuremberg, hemos podido encontrar no uno, sino muchísimos casos en que se condena al infractor y, a los años es liberado, por diferentes razones.

En el caso de Konstantin von Neurath, condenado a cumplir 15 años de pena de cárcel, fue liberado en 1954. Anteriormente su hija Winifned von Mackensen dirigió una petición de clemencia al generalísimo Joseph Stalin, pidiéndole que tuviera compasión de su progenitor. No fue contestada.
El Gran Almirante Erich Raeder fue liberado el 26 de septiembre de 1955. Fue el hombre que dirigió la reconstrucción de la marina de guerra alemana. Viviría luego 5 años, ya que falleció el 6 de noviembre de 1960 a los 84 años de edad.

Walter Funk fue liberado en 1957. Joseph Dietrich fue condenado por el TMI en 1946 a una pena de 25 años de prisión. Fue amnistiado 9 años más tarde. Otto Dietrich, fue condenado en 1949 a cumplir la pena de 7 años de prisión y fue amnistiado 1 año después. Todas las penas capitales dictadas por el tribunal de Dachau son conmutadas por cadena perpetua

El máximo responsable, Joachim Peiper, permaneció encarcelado en la prisión de Schwäbisch hasta el 22 de diciembre de 1956. Destacamos que Peiper no cumplió la totalidad de la pena ya que fue liberado por el tribual con alrededor de 10 años de prisión cumplidos.

Otro caso, conocido como la Masacre de Oradour sur Glene, Francia ocupada,  ocasión en que fuerzas de la S.S. detuvieron a los habitantes de allí, hombres y mujeres e incluyendo algunos niños a los que quitaron la vida mediante armas de fuego e incendio. A los hombres los asesinaron alevosamente a tiros de ametralladora y pistolas mientras que las mujeres, jóvenes o ancianas, y los niños fueron encerrados en la iglesia del pueblo, que fue objeto de bombas incendiarias, que causaron en total 642 personas asesinadas. El principal acusado fue el oficial de las S.S. Heins Barth, que para esa época contaba con 23 años. Indiscutiblemente Barth, entre otros delitos cometió el delito de lesa humanidad.

Recién en 1983 fue condenado a la pena de prisión perpetua la que no se cumplió, ya que, en 1997 quedó libre por acto de clemencia. O sea que cumplió detenido 14 años.

El diario argentino Clarín, con fecha 20 de octubre ppdo. nos señala parte de la realidad, en Alemania. Hace referencia, en una investigación a fondo, a través de los años, con relación a los nazis y a su posterior destino, el que precisamente en ciertos y determinados casos, no fue la cárcel. Refiere el matutino: “El ministerio de Justicia alemán hurgó en su pasado y encontró que, hasta entrada la década del 70, entre sus funcionarios más importantes había un alto número de antiguos nazis, incluso algunos que habían ordenado ejecuciones y saqueos a judíos, participado en la administración de las leyes raciales hitlerianas o colaborado en la planificación del Holocausto”. Se trataba de imputados de delitos de lesa humanidad.

“Los datos surgen del estudio bautizado “El Acta Rosenburg”, que la propia cartera de Justicia encargó a expertos independientes hace cuatro años y que el ministro Heiko Maas (socialdemócrata) presentó ayer en Berlín. Según el informe, casi ocho de cada diez altos funcionarios del ministerio de Justicia de la Alemania Occidental eran en 1957 antiguos nazis, una proporción mucho más alta de lo que se suponía hasta ahora.”

“El acta Rosenburg” (por el edificio que albergaba al ministerio de Justicia en la posguerra en Bonn) menciona algunos casos notorios, como el de Franz Massfeller, responsable en 1945 del “derecho de Raza y de Familia” en el ministerio de Justicia del Reich. El funcionario hitleriano participó incluso en las reuniones en las que se planificó la aplicación de lo decidido en la Conferencia de Wannsee, es decir, la “solución final sobre los judíos”, el genocidio nazi. Massfeller fue hasta 1960 consejero del ministerio y jefe del departamento de Derecho de Familia. Otro caso increíble es el de Max Merten, quien entre 1942 y 1945 había sido director del ente “Administración y Economía”, encargado de saquear y deportar a más de 50 mil judíos de Tesalónica, Grecia. Esto no impidió que en 1952 fuera “jefe de ejecuciones judiciales” del ministerio de Bonn.
“La continuidad de este personal afectó y demoró el nuevo comienzo democrático”, destacó el ministro de Justicia Heiko Maas ayer, en Berlín. Desde 1950, el ministerio tenía incluso un “departamento central de asistencia judicial” que apoyaba a los alemanes denunciados ante tribunales extranjeros por crímenes de guerra o crímenes nazis. Este departamento fue trasladado al ministerio de Relaciones Exteriores en 1953.” (…)
“Incluso en 1968, en plena efervescencia de las protestas estudiantiles, el funcionario judicial Eduard Dreher logró que los crímenes nazis prescribieran a los 15 años, en vez de 20 como hasta entonces.”
No podemos pasar por alto, la circunstancia de que en Alemania el máximo exigido por la ley local, para que prescriban los crímenes de guerra ascendía, en esa época,  a 20 años, disminuyéndose el tope, a 15 años, mientras que en la Argentina, directamente aquellos no prescriben. Un misterio de la política o de una hábil retaliación? (https://www.clarin.com/mundo/ii-guerra-justicia-alemania-copada_0_Sy2ae9Y0.html)
Ignoramos que decisión adoptó Alemania, luego del 11 de noviembre de 1970, año de entrada en vigor de la Convención Internacional sobre Prescripción de estos delitos internacionales. Si adhirió Alemania a esta Convención internacional, sin reserva alguna es una cosa, caso contrario, podríamos aseverar que en territorio alemán, como ley más benigna, podría estar aplicándose el lapso modificado de 15 años.
Basta para ilustrar los casos de los militares alemanes, que escaparon a los juicios de guerra por todos conocidos, el del mayor general  Reinhard Gehlen quien fue promovido al rango de Mayor General y su tarea se concentró en la inteligencia contra la Unión Soviética y sus tácticas en el campo de batalla, como Jefe del departamento de "Fuerzas Extranjeras del Este" (Fremde Heere Ost), dedicado a evaluar la situación del enemigo en el Frente del Este. Esta información le sería de inconmensurable valor después de la guerra. En marzo de 1945, sabedor de que el fin del Tercer Reich estaba cerca, Gehlen y un pequeño grupo de oficiales microfilmó los archivos del Fremde Heere Ost acerca de la URSS y los puso en envases herméticos. Los envases fueron enterrados en varios lugares de los Alpes austriacos. Finalizada la contienda, este militar y los suyos ofrecieron los servicios a los E.E.U.U. rindiéndose formalmente a las tropas de este país. Negoció los secretos que habían ocultados las fuerzas de inteligencia, y los Aliados hicieron lo posible para eliminarlo a él y a otros centenares de militares en similar situación, de las listas de imputados. Los vaivenes de su actuación es largo mencionarlos aquí. Lo cierto es que finalmente terminó su carrera, como el titular de la Inteligencia alemana, hasta que se vio forzado a renunciar por cuestiones personales.  (Fuente: Wikipedia)

Por su parte en  (http://www.buscafortunas.com/siglo_xx/ex_nazis.htm) se afirma que “Cuando la guerra fría empezó, los americanos no sabían casi nada sobre su nuevo adversario. Las primeras informaciones de relieve las proporcionó el general Reinhard Gehlen, quien durante el Tercer Reich fue jefe del espionaje contra los rusos (Fremde Heere Ost). Gehlen se había rendido a los americanos en mayo 1945 ofreciéndoles su colaboración más todo su equipo y archivos. Durante los primeros años tras el final de la guerra, la mayoría de los datos americanos sobre los países del este de Europa procedieron de las fuentes de Gehlen. No tardó mucho Gehlen en recibir un sueldo fijo al ocuparse de la creación de su propio servicio secreto, la ORG (Organisation Gehlen), reclutando muchos veteranos experimentados de la SS, SD y Gestapo.” 

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