(continuación)
Al frente de esta agrupación subversiva encontramos, entre otros, al conocido terrorista Roberto Mario Santucho. En una conferencia de prensa que data del mes de agosto de 1973, reseña éste guerrillero, respecto del general Juan Domingo Perón, lo siguiente: “Perón abrigó además la idea no sólo de neutralizar inmediatamente a los combatientes peronistas, sino de utilizarlos como correa de transmisión para influir sobre nosotros y sectores de la vanguardia clasista en 1a perspectiva de la tregua. Todos estos elementos nos permiten comprender por qué Perón se apoya en Rucci, en López Rega, en Osinde, en Gelbard, que son sus más fieles colaboradores en la tarea de "Reconstrucción Nacional", es decir de la reconstrucción del capitalismo explotador en Argentina. No podemos entonces obviamente esperar de Perón la Revolución Social, ni podemos tampoco esperar su neutralidad entre los revolucionarios y los capitalistas.”
“Por el contrario, de los hechos expuestos surge con claridad meridiana que el verdadero jefe de la contrarrevolución, el verdadero jefe del actual autogolpe contrarrevolucionario, y el verdadero jefe de la política represiva, que es la línea inmediata más probable del nuevo gobierno, es precisamente el General Juan Domingo Perón.”
“Y no porque él sea un traidor sino porque es un consecuente defensor de su clase, la burguesía, a la que permanece completamente fiel a pesar de no haber sido comprendido un tiempo por gran parte de sus hermanos de clase, por sectores de los capitalistas nacionales y extranjeros. Cuando la burguesía podía y necesitaba hacer concesiones a las masas, Perón materializó generosamente esas concesiones. Hoy, que la burguesía se encuentra en una profunda crisis, necesita reprimir duramente al pueblo y Perón materializa y materializará sin vacilaciones esa represión. …”
“Y sabe también que debe unirse estrechamente a sus compañeros de clase, más aún en los momentos de lucha… los amenazantes anuncios de Lastiri y Perón que dan vía libre a los organismos represivos y paramilitares, son claros indicios de un significativo incremento de la represión. Los organismos de seguridad se reúnen públicamente para planificar la lucha contra la "subversión", es decir contra los revolucionarios, tal como se hacía en tiempos cercanos… Las organizaciones armadas FAR y montoneros y parte de la Tendencia Peronista Revolucionaria han cometido un grave error muy notable y perjudicial para el campo popular, especialmente a partir del 25 de mayo: confiar ciegamente en Perón y basar toda su política en esa confianza.”
“Hoy que se ve claramente que ese error puede ser subsanado por el “peronismo progresista y revolucionario” y retomar una línea independiente del peronismo burgués y burocrático que encabeza Perón, una orientación independiente y combatiente que los aproxime y una a sus verdaderos compañeros, a sus verdaderos aliados, las organizaciones armadas no peronistas y el resto del campo popular. … Perón trata de comprometer y atar a toda la posible oposición con una argumentación legalista que le proporcione razones a su política represiva.
Lo dice con toda claridad en su mensaje a los gobernadores: "No admitimos la guerrilla porque yo conozco perfectamente el origen de esa guerrilla. Los partidos Comunistas que en otros países se ha visto que han ido a su destrucción dentro de la ley han querido salirse de la ley para defenderse mejor. Eso no es posible. No es posible dentro de un país donde la ley ha de imponerse, porque la única manera de no ser esclavos es siendo esclavos de la ley" (...) "Cuidado con sacar los pies del plato, porque entonces tendremos el derecho de darles con todo". (Las definiciones del peronismo .Las tareas de los revolucionarios - agosto de 1973)
Tales manifestaciones nos permiten ratificar que este guerrillero, integrante de la más alta jerarquía de denominado Ejército Revolucionario del Pueblo, estimaba que Perón estaba equivocado y que poco menos actuaba con cinismo e hipocresía. Imputó directamente a Perón, dar vía libre a los organismos represivos y paramilitares.
“Por el contrario, de los hechos expuestos surge con claridad meridiana que el verdadero jefe de la contrarrevolución, el verdadero jefe del actual autogolpe contrarrevolucionario, y el verdadero jefe de la política represiva, que es la línea inmediata más probable del nuevo gobierno, es precisamente el General Juan Domingo Perón.”
“Y no porque él sea un traidor sino porque es un consecuente defensor de su clase, la burguesía, a la que permanece completamente fiel a pesar de no haber sido comprendido un tiempo por gran parte de sus hermanos de clase, por sectores de los capitalistas nacionales y extranjeros. Cuando la burguesía podía y necesitaba hacer concesiones a las masas, Perón materializó generosamente esas concesiones. Hoy, que la burguesía se encuentra en una profunda crisis, necesita reprimir duramente al pueblo y Perón materializa y materializará sin vacilaciones esa represión. …”
“Y sabe también que debe unirse estrechamente a sus compañeros de clase, más aún en los momentos de lucha… los amenazantes anuncios de Lastiri y Perón que dan vía libre a los organismos represivos y paramilitares, son claros indicios de un significativo incremento de la represión. Los organismos de seguridad se reúnen públicamente para planificar la lucha contra la "subversión", es decir contra los revolucionarios, tal como se hacía en tiempos cercanos… Las organizaciones armadas FAR y montoneros y parte de la Tendencia Peronista Revolucionaria han cometido un grave error muy notable y perjudicial para el campo popular, especialmente a partir del 25 de mayo: confiar ciegamente en Perón y basar toda su política en esa confianza.”
“Hoy que se ve claramente que ese error puede ser subsanado por el “peronismo progresista y revolucionario” y retomar una línea independiente del peronismo burgués y burocrático que encabeza Perón, una orientación independiente y combatiente que los aproxime y una a sus verdaderos compañeros, a sus verdaderos aliados, las organizaciones armadas no peronistas y el resto del campo popular. … Perón trata de comprometer y atar a toda la posible oposición con una argumentación legalista que le proporcione razones a su política represiva.
Lo dice con toda claridad en su mensaje a los gobernadores: "No admitimos la guerrilla porque yo conozco perfectamente el origen de esa guerrilla. Los partidos Comunistas que en otros países se ha visto que han ido a su destrucción dentro de la ley han querido salirse de la ley para defenderse mejor. Eso no es posible. No es posible dentro de un país donde la ley ha de imponerse, porque la única manera de no ser esclavos es siendo esclavos de la ley" (...) "Cuidado con sacar los pies del plato, porque entonces tendremos el derecho de darles con todo". (Las definiciones del peronismo .Las tareas de los revolucionarios - agosto de 1973)
Tales manifestaciones nos permiten ratificar que este guerrillero, integrante de la más alta jerarquía de denominado Ejército Revolucionario del Pueblo, estimaba que Perón estaba equivocado y que poco menos actuaba con cinismo e hipocresía. Imputó directamente a Perón, dar vía libre a los organismos represivos y paramilitares.
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