viernes, setiembre 30, 2016

Capítulo 886 - Reconoció el subversivo Gorriarán Merlo, sus planes para apoderarse violentamente, del Estado argentino









                                    El presidente Alfonsín visita el cuartel militar La Tablada

(continuación)
Existieron autores directos, auxiliares y autores mediatos, como el caso del propio Gorriarán Merlo, confeso guerrillero y confeso asesino de un ex dictador. Experto en el manejo de las armas y de la eliminación física de quienes consideraba enemigos ideológicos.  No aporta este tribunal, ningún elemento que permita vislumbrar, como mínimo, que se intentó investigar o esclarecer quien o quienes estaban al mando de la operación, quien o quienes la financiaron, etc. etc.  Todo se limitó al ejido donde estaba ubicado el cuartel militar. Ningún funcionario judicial, consideró de importancia investigar la etiología del ataque. Tal inanidad es, por cierto, hasta de una ingenuidad sorprendente. Los límites de los cuarteles actuaron cual territorio vedado a cualquier investigación. La justicia ni menciona los resultados habidos, relacionados con el empleo de la distinción y de la proporcionalidad de los medios, empleados por los distintos actores.

Se dijo queno se actuó contra una población civil por una determinada política previa y planificada, sino que se actuó en el marco de un combate espontáneo para recuperar rehenes e instalaciones militares ilegítimamente atacadas”. Tal aserto da la pauta que el tribunal hace referencia a como actuaron los defensores del cuartel, los soldados de la Patria, los defensores de las instituciones democráticasNada se dice sobre como actuaron los invasores, los agresores, los asesinos que han cometido delitos de lesa humanidad. Ellos actuaron tipificando tal delito. En efecto, recordemos que cuando se habla de población civil, se extiende tal calidad a quienes se han rendidoY se agrava la calificación cuando ocurren ciertas circunstancias.


No queremos pasar por alto, que la investigación judicial que no se hizo, no requería grandes e imposibles esfuerzos. Acudiendo a “Memorias de Enrique Gorriarán Merlo”, libro que él escribió, podemos conocer antecedentes de este guerrillero, quien evidentemente no había abandonado la idea de apoderarse del Estado, por medios violentos, si se daba el caso. Si la justicia hubiera hojeado este libro habría podido comprobar que el autor nos señala que “Cuando asumió el gobierno radical, Gorriarán, por medio de las autoridades de Nicaragua, le informó al gobierno de Alfonsín que tomaba el compromiso de no efectuar acciones de guerrilla contra el gobierno constitucional y a su vez, las autoridades argentinas le contestaron que no impulsarían el juicio contra él ni lo mandarían capturar.”[1] (Ver decreto 157/83 de Alfonsín –Boletín Nro. 98 - Enrique Haroldo Gorriarán Merlo; “Memorias de Enrique Gorriarán Merlo. De los setenta a la Tablada” ; pág. 460; Ed. Planeta, Bs. As. 2003).                                                                                      

La web del Boletín 146, nos permite esclarecer no sólo tales datos, sino otros muy útiles, para poder adquirir elementos de convicción aptos para poder determinar, quienes fueron los autores materiales e intelectuales y los partícipes en la toma del cuartel de La Tablada. Advertimos que no es dificultoso estudiar detenidamente la trayectoria de cada imputado, acudiendo a los organismos de Inteligencia de la Argentina. Fecho, inútil es decirlo, tenemos que unir cada pieza del rompecabezas y, si hay voluntad investigativa, no es tan dificultoso.
No señala el citado libro  “Con el triunfo de Alfonsín en octubre de 1983, se abrieron nuevas perspectivas para los revolucionarios”. En efecto, fue así,
ya que la situación durante ese gobierno permitió el regreso al país de numerosos guerrilleros sin ser molestados y simultáneamente, fueron liberados los terroristas procesados y condenados durante los gobiernos precedentes.

Nos dice el citado Boletín que “En ese contexto favorable Gorriarán,  aprovechando el apoyo y sus sólidas relaciones con la conducción del gobierno marxista leninista instaurado en Nicaragua, concibió entonces iniciar la acción revolucionaria nuevamente en la Argentina desde la perspectiva de la antigua OLA (Organización de Liberación de la Argentina), que pretendía  la unidad del PRT-ERP, Montoneros y la Organización Comunista Poder obrero (OCPO), debido a que esta unidad no había llegado a concretarse en 1976 como tenían previsto, por las muertes de Santucho y Urteaga.(Ver Boletín Nro. 47). Demás está señalar que los datos proporcionados en esta web que hemos citado, no son un misterio para ninguna persona especializada, diríamos que prácticamente estos datos son de público y notorio.

“Decía Gorriarán en 1982 - respecto del futuro Movimiento Todos por la Patria (MTP) - “…la  idea que nos motorizaba, la concepción de fondo, consistía en darle continuidad a aquello que se había frustrado con la no concreción de la OLA” [ Debido al nuevo escenario político que se abría en la Argentina, los elementos residuales de las organizaciones terroristas subversivas de los años 70 que habían sobrevivido a la guerra revolucionaria pensaban en la necesidad de desarrollar una nueva estrategia para obtener el mismo objetivo: “el poder político”, pero con procedimientos más sutiles que los de la lucha armada. Así se fue pergeñando lo que luego se llamó y actualmente se conoce como la “Guerra Social (Ver Boletines 91, 92 y 93).

Nos informe el Boletín tantas veces citado, que “En previsión de los tiempos de democracia que se venían Gorriarán, desde Nicaragua, comenzó las reuniones preparatorias para plasmar la nueva forma de lucha revolucionaria junto con Carlos (a) Quito Burgos, que provenía del “Peronismo de Base”, con Pablo Ramos de Montoneros, con Fray Antonio Puigjané y con Ruben Dri, llegado de Méjico, estos últimos del “Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo”. Era el retorno de los derrotados, tanto en el campo militar como en el político revolucionario y también en el religioso. Por eso y sobre la base de las nuevas condiciones políticas y sociales se abandonó la estrategia de la guerrilla rural y urbana con predominio de lo “militar”, para pasar a la “guerra de masas” con predominio de lo “insurreccional”, a fin de lograr su objetivo de asalto al poder del Estado para imponer la ideología marxista-leninista, sin descartar el uso de la violencia armada en el momento considerado oportuno”. Otro dato que creemos oportuno para contribuir a una eventual investigación, y que no habría sido tomado en cuenta por los investigadores, es que “En 1987 se realizó el VII Congreso del PRT en    el cual se resolvió “luchar por la conducción de las masas, mediante el uso de la propaganda y la agitación en búsqueda de la insurrección general”. Otro proyecto propagandístico del año 1987 fue la creación del diario “Página 12”, iniciativa de Francisco Provenzano, integrante del ERP[3] quien presentó el proyecto a Gorriarán y éste lo aprobó y obtuvo los aportes financieros necesarios.”
Nos revela el Boletín aludido queGorriarán plasmó una reunión ese mismo año – 1986 - en la ciudad de Managua, capital de Nicaragua (en poder de los Sandinistas) donde se creó el “Movimiento Todos por la Patria” (MTP).  Participaron 50 terroristas, entre los que estaban (…), la mayoría integrantes de organizaciones terroristas que asolaron el país en la década del 70 y muchos otros subversivos que ya activaban en los barrios, en los gremios y en la iglesia. A ello siguió el apoyo explícito de Raúl Séndic creador del Movimiento terrorista Tupamaros en Uruguay. Según el propio Gorriarán también estuvieron terroristas salvadoreños, nicaragüenses y guatemaltecos.









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