Atentado terrorista
(continuación)
Permítasenos, con el fin de ilustrar a los lectores a fin de que extraigan sus propias conclusiones, dar a conocer a título ejemplificativo, cuatro episodios, seleccionados de centenares o de miles, no interesa, que permiten meditar y valorar, sobre la esquizofrénica conducta de los denominados “jóvenes idealistas”:
Refiere R.J.S. que en el año 1973 (gobierno democrático) salía con una chica que vivía en un departamento con su mamá y sus hermanos de 16 y 7 años, su madre se había separado recientemente. “En vísperas de la navidad recibieron un paquete grande envuelto como regalo de navidad sin tarjeta. Como ya estaban en guardia llamaron a la comisaría 17º, que era la más cercana a su domicilio y concurrió el escuadrón antibombas de la Policía Federal. El paquete contenía una bomba de trotyl que, de haber explotado hubiera terminado con la vida de toda la familia mas la de los vecinos (vivían en un sexto piso con departamentos a ambos lados). ¿Que crimen contra la sociedad habían cometido para merecer esta atención de las organizaciones guerrilleras? Muy simple, el padre de esta chica era el decano de la facultad de Filosofía y Letras de la UBA y no comulgaba con las ideas de izquierda de los "jóvenes idealistas". Nada más y nada menos. La prevención que mencioné antes era porque, anterior al atentado con la bomba les habían quemado una quinta que tenían en la localidad de Brandsen.”
“Durante mis estudios en la carrera de veterinaria en la UBA me hice amigo de una chica que se llamaba Verónica Basco y, junto a otro amigo solíamos preparar materias en su casa que estaba cerca de la mía. Era una persona muy buena, con inquietudes sociales, hacía trabajo social en una villa. Allí conoció a su novio que militaba en montoneros. Un día pasó a la clandestinidad y en 1977 fue muerta por la policía de la provincia de Bs. As... Yo fui al entierro. Su padre era veterinario como quería ser ella. El novio safó como tantos dirigentes de la "orga" que mandaron al muere a cientos de chicos y chicas como esta amiga mía y hoy gozan de libertad y algunos jugosos cargos en el gobierno actual. Para más datos Ud. puede buscar su nombre en el Google y vera que figura como "desaparecida", aunque no lo es, a la fecha como tantos otros "desaparecidos" que están en México, España, Francia, etc.. Como dato curioso le digo que el total que se le ha pagado a los familiares de "desaparecidos" es de U$S 1.900.000.000,00 esta cifra es de dominio público no así los montos pagados individualmente y las razones de los pagos. Ese dinero, esta de mas aclararlo, salió de los bolsillos de todos los argentinos, como tampoco hay que aclarar que no recibieron un centavo los familiares de los muertos y mutilados por los subversivos, ahora conocidos como "jóvenes idealistas".
“En agosto de 1978 a eso de la 1 y pico de la madrugada regresaba a mi casa donde vivía con mis padres y hermanos. Cuando llegué a mi dormitorio explotó el mundo. Si esa explosión me agarraba en la calle o entrando a mi departamento Ud. ahora no tendría a los mellizos de alumnos ni estaría leyendo estas líneas porque yo me habría convertido en una víctima más de la locura subversiva. Sucede que vivíamos enfrente del edificio donde vivía el Alte. Lambruschini. Ellos en el 3º piso y nosotros en el 6º, cruzando la calle. La explosión mato a la hija del Alte., Paula de 15 años y a tres vecinos inocentes. Fue de tal magnitud que demolió prácticamente del 3º piso para abajo al edificio contiguo al de Lambruschini, donde estos mal nacidos habían colocado el explosivo. Al año siguiente hubo que demolerlo completamente. Nosotros tuvimos que estar alojados en casas de familiares durante una semana hasta que se hicieron los estudios que garantizaron que no había daños estructurales en nuestro edificio. Al cabo de esa semana yo me vine a La Pampa a ejercer mi profesión. Finalmente nos señala: “Tenía un compañero de colegio de apellido Barceló que cayó en combate en el monte tucumano siendo subteniente, en un enfrentamiento con la compañía Ramón Rosa Jiménez del ERP, unidad que contaba con "instructores" del ejército cubano. Tenía apenas 22 años.”. Es por todos conocida la historia de los sucesos ocurridos en la década del 70.
Según la fiscalía, no existirían elementos cargosos para poder probar acabadamente las denuncias contra los guerrilleros subversivos, contra los terroristas. Además del testimonio antes referido, dichos de una víctima del terrorismo, tenemos otro testimonio pero esta vez proviene de las filas de los terroristas, de los sanguinarios guerrilleros, disfrazados de “idealistas”. El origen del testimonio a volcarse a renglón seguido, proviene de un filósofo marxista llamado Oscar del Barco. Un filósofo existencialista cordobés, marxista, quien durante las décadas del ‘60 y ‘70 integró el grupo de intelectuales de izquierda que le dio una base teórica a los diversos grupos revolucionarios en gestación. Junto a Héctor Schmucler y a Francisco Aricó, creó la revista ‘Pasado y Presente’, para difundir y defender las ideas del socialismo revolucionario. Oscar del Barco fue amigo de Ciro Bustos, uno de los organizadores del Ejército Guerrillero del Pueblo. Fue él quien involucró a toda la redacción de la revista ‘Pasado y Presente’ en el apoyo al proyecto del ‘Ché’ Guevara.
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