viernes, setiembre 21, 2012

Capítulo 542 - Los excesos cometidos por el ERP al atacar el Regimiento Militar10 de Azul, podrían constituir delitos de lesa humanidad.




(continuación)

“En la retirada, un grupo de compañeros quedaron aislados en campo enemigo y aún no ha sido posible determinar su suerte, aunque por el comunicado del enemigo es probable que dos de ellos hayan sido asesinados o muertos en combate. El Ejército Revolucionario del Pueblo reafirma su decisión de continuar sin desmayos la verdadera lucha por la liberación nacional y social de nuestra Patria y de nuestro pueblo, por destruir el injusto sistema de explotación y opresión que sufren los trabajadores argentinos y una de cuyas principales fuerzas son las FFAA. Contrarrevolucionarias. Ni el engaño ni la fuerza podrán doblegar la resistencia popular que continuará creciendo hasta convertirse en poderosa fuerza y barrer definitivamente de la Patria Argentina a todos los explotadores y opresores. ¡Ninguna tregua al ejército opresor! ¡Ninguna tregua a las empresas explotadoras!” Tal como refiere el precedente comunicado, en ocasión de ser atacado el cuartel del Regimiento fue asesinado cobardemente el coronel Arturo Gay, jefe del regimiento 10 de Caballería y a su esposa, Nilda Cazaux de Gay, a quien los subversivos, los jóvenes idealistas, la llevaron hasta la herrería del cuartel y la asesinaron delante de sus hijos y el coronel Ibarzábal, que cesó su resistencia ante la amenaza de los guerrilleros de asesinar a la familia de Gay, fue sacado en un vehículo y asesinado luego de un prolongado cautiverio en una de las llamadas cárceles del pueblo del ERP. Demás está señalar que dichos asesinatos se encuentran prohibidos por las normas relacionadas con los conflictos armados no internacionales, por lo que sus autores deben ser imputados por delitos internacionales. Patricia Gay tenía 14 años cuando vio morir a sus padres, nunca pudo recuperarse de semejante experiencia, se suicidó 19 años después. El crimen de sus padres, continúa impune. El Estado jamás se ocupó de Patricia. 

La citada agrupación guerrillera subversiva, se encargó, por medio de la publicación “Estrella Roja” n°45 del 20 de noviembre de 1974, de informar que “En el día de ayer, siendo las 19.30 hs. aproximadamente, en el transcurso de un traslado de rutina del prisionero de guerra Teniente Coronel Ibarzábal, fue interceptado el vehículo en que se lo transportaba, por un control caminero de las fuerzas represivas, en la intercepción de las avenidas San Martín y Donato Álvarez, en Francisco Solano, produciéndose un enfrentamiento que obligó a ajusticiar al detenido.” O sea que ellos mismos confiesan que privan ilegítimamente de su libertad al Teniente Coronel Ibarzábal, lo secuestran y  también lo ajustician. Ambos hechos prohibidos por las normas internacionales, que prevén el trato a dispensar a los prisioneros de guerra. (http://www.taringa.net/posts/info/4463677/1974-asalto-al-regimiento-10-de-Azul-por-el-ERP.html)

El ataque llevado a  cabo por el denominado “Ejército Revolucionario del Pueblo”, contra ese cuartel sito en Azul, Pcia. de Buenos Aires y los  ataques concretados en esa época contra otros cuarteles militares más o menos con similares modalidades, nos obliga a profundizar al respecto ya que entre los atacantes, en uno u otro cuartel,  estaban la agrupación subversiva “Montoneros” y el referido ERP indistintamente. Con relación a esta banda de sanguinarios guerrilleros subversivos, in re Larrabure el fiscal Paladín, a cargo de la investigación penal,  tuvo ocasión de estudiar detenidamente los elementos de convicción adquiridos en la investigan que se lleva a cabo y en su dictamen sobresalen elementos que son comunes a ambas organizaciones, reveladores de una suerte de unidad en la acción y de comunión de ideas y acciones. De este dictamen se hizo eco el ministerio de la defensa in re Viola s. delito de lesa humanidad. Reseñó el representante del ministerio público que “Los ataques del PRT- ERP fueron sistemáticos, porque estuvieron organizados a la luz de una política común tras la que se alinearon. Fueron producto de un plan.  Desde sus orígenes el PRT-ERP consideró que la vía pacífica al socialismo era una imposibilidad, por lo que el cambio social sólo podría llegar a través de una guerra revolucionaria. A partir de 1970, el PRT-ERP se lanzó a la lucha armada bajo la consigna ‘todo el partido al combate’.”El ERP-PRT no era una fuerza progresista sino una organización revolucionaria que pretendía instaurar una sociedad marxista inspirado por el faro de la revolución cubana. Contaba entre cinco y seis mil militantes y aspirantes. Estaba organizado en numerosas escuadras locales y fabriles, además de un batallón urbano, dos compañías urbanas, y una compañía rural reforzada.  El Combatiente tiraba 21.000 ejemplares; Estrella Roja, imprimía el doble.”

“Conforme lo resuelto por los tribunales internacionales en la causa “Milosevic”  para interpretar que los hechos sucedieron en ocasión de un conflicto armado, se requiere únicamente que existan grupos armados organizados que sean capaces de librar combate y que de hecho lo hagan.  A fines de 1974, el ERP tenía un control efectivo de un tercio de la provincia de Tucumán y se presentaba como una seria amenaza a la capital (de la provincia). Desarrollaba incluso una política parlamentaria en algunas legislaturas provinciales (Córdoba). Mario Santucho y otros miembros del ERP fueron instruidos en Cuba. Los crímenes contra la humanidad quedaron totalmente plasmados en el derecho internacional hace más de medio siglo, por lo que la categoría jurídica se encontraba plenamente vigente al momento de los hechos criminales que sufrió Larrabure. Todo individuo indefenso, independientemente de su estado formal como miembro de una fuerza armada, debe considerarse civil. Argentino del Valle Larrabure estaba protegido por su sola condición de persona, independientemente de su profesión, por el Derecho Penal Internacional y el Derecho Humanitario aplicables tanto a épocas de conflicto armado como de paz.”

La defensa trae a colación en la causa seguida a Viola, la circunstancia de que los eventos relacionados con el accionar de la guerrilla, el ataque sistemático a la población civil se concretó en virtud de un plan sistematizado, plan criminal diseñado hace años por el ideólogo de la guerrilla, John William Cooke, para imponer un régimen marxista. Dicho plan, surge claro de las siguientes palabras del filósofo e historiador José Pablo Feinmann: Pese a las influencias guevaristas, la izquierda peronista surge otorgándose una política de masas. John William Cooke, en Cuba, le había dicho a Guevara, que para hacer la revolución en la Argentina, no era necesario el foco insurreccional. Estaban las masas peronistas. Guevara no le creyó. O, al menos, no fue seducido por esa interpretación. Su idea acerca del peronismo no era la de Cooke. Jamás hubiera llegado a creer que Perón podía transformarse en un revolucionario. Tal vez tampoco Cooke lo creyera. No exactamente así. Cooke creía lo que luego creyeron los cuadros más lúcidos de la izquierda peronista: había que crearle hechos revolucionarios a Perón y llevar al país a una situación insurreccional a la cual Perón – más allá de sus preferencias ideológicas- no tuviera más remedio que dar su acuerdo. Como vemos, la praxis inicial de la izquierda peronista es una praxis de masas. Se identifica con Perón y el peronismo porque quiere hacer la revolución con las masas…En esta etapa, los Montoneros se dan una política de masas y sus cuadros de superficie hacen la campaña electoral de l973, que culmina con el triunfo del 11 de marzo. Luego vienen sus enfrentamientos con Perón y, como fruto maduro de esos enfrentamientos, surge un acto decisivo en la historia de la organización y en la historia de su aislamiento del pueblo peronista que tanto invocaba: el asesinato de Rucci. Se trata de uno de los errores más desdichados de la historia política argentina. Perón acaba de ganar en elecciones democráticas por un margen superior al 60 %. El país, empeñosamente, buscaba un camino de pacificación. Pero la teoría del apriete pudo más. Había que tirar un cadáver sobre la mesa de negociaciones. Y los Montoneros apostaron duro: tiraron el de Rucci…Luego de la muerte de Perón pasan a la clandestinidad. Se acabó la política de superficie. Al acabarse, quedaron, precisamente, en la superficie todos los que había creído en una política territorial…; desde la clandestinidad, retomaron las operaciones armadas y comenzaron a apostar al golpe de Estado. Aquí entra la teoría de la hecatombe.  

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