(continuación)
“En la retirada, un grupo de compañeros quedaron
aislados en campo enemigo y aún no ha sido posible determinar su suerte, aunque
por el comunicado del enemigo es probable que dos de ellos hayan sido asesinados
o muertos en combate. El Ejército Revolucionario del Pueblo reafirma su
decisión de continuar sin desmayos la verdadera lucha por la liberación
nacional y social de nuestra Patria y de nuestro pueblo, por destruir el injusto sistema
de explotación y opresión que sufren los trabajadores argentinos y una de cuyas
principales fuerzas son las FFAA. Contrarrevolucionarias.
Ni el engaño ni la fuerza podrán doblegar la
resistencia popular que continuará creciendo hasta convertirse en poderosa
fuerza y barrer definitivamente de la Patria Argentina a todos los explotadores
y opresores. ¡Ninguna
tregua al ejército opresor! ¡Ninguna tregua a las empresas explotadoras!” Tal como refiere el precedente comunicado, en ocasión de ser
atacado el cuartel del Regimiento fue asesinado
cobardemente el coronel Arturo Gay, jefe del regimiento 10 de Caballería y a su
esposa, Nilda Cazaux de Gay, a quien los subversivos, los jóvenes idealistas, la llevaron hasta la
herrería del cuartel y la asesinaron delante de sus hijos y el coronel Ibarzábal, que cesó su
resistencia ante la amenaza de
los guerrilleros de asesinar a la familia de Gay, fue sacado en un vehículo y asesinado luego de un
prolongado cautiverio en una de las llamadas cárceles del pueblo del ERP. Demás está señalar que dichos asesinatos se
encuentran prohibidos por las normas relacionadas con los conflictos armados no
internacionales, por lo que sus autores deben ser imputados por delitos
internacionales. Patricia Gay tenía 14
años cuando vio morir a sus padres, nunca pudo recuperarse de semejante
experiencia, se suicidó 19 años después. El
crimen de sus padres, continúa impune. El Estado jamás se ocupó de Patricia.
La citada agrupación guerrillera subversiva, se
encargó, por medio de la publicación “Estrella Roja” n°45 del 20 de noviembre
de 1974, de informar que “En el día de ayer,
siendo las 19.30 hs. aproximadamente, en el transcurso de un traslado de rutina del
prisionero de guerra Teniente Coronel Ibarzábal, fue interceptado el vehículo en que se lo transportaba, por
un control caminero de las fuerzas represivas, en la intercepción de las
avenidas San Martín y Donato Álvarez, en Francisco Solano, produciéndose un enfrentamiento
que obligó a ajusticiar al detenido.” O sea
que ellos mismos confiesan que privan ilegítimamente de su libertad al Teniente
Coronel Ibarzábal, lo secuestran y
también lo ajustician. Ambos hechos prohibidos por las normas
internacionales, que prevén el trato a dispensar a los prisioneros de guerra. (http://www.taringa.net/posts/info/4463677/1974-asalto-al-regimiento-10-de-Azul-por-el-ERP.html)
El ataque
llevado a cabo por el denominado
“Ejército Revolucionario del Pueblo”, contra ese cuartel sito en Azul, Pcia. de
Buenos Aires y los ataques concretados
en esa época contra otros cuarteles militares más o menos con similares
modalidades, nos obliga a profundizar al respecto ya que entre los atacantes, en uno u otro
cuartel, estaban la agrupación
subversiva “Montoneros” y el referido ERP indistintamente. Con
relación a esta banda de sanguinarios guerrilleros subversivos, in re Larrabure
el fiscal Paladín, a cargo de la investigación penal, tuvo ocasión de estudiar detenidamente los
elementos de convicción adquiridos en la investigan que se lleva a cabo y en su
dictamen sobresalen elementos que son comunes a ambas organizaciones, reveladores de
una suerte de unidad en la acción y de comunión de ideas y acciones. De
este dictamen se hizo eco el ministerio de la defensa in re Viola s. delito de
lesa humanidad. Reseñó el representante del ministerio público que “Los ataques del PRT- ERP fueron sistemáticos, porque estuvieron
organizados a la luz de una política común tras la que se alinearon. Fueron producto de un plan. Desde sus orígenes el PRT-ERP consideró que la vía pacífica al
socialismo era una imposibilidad, por lo que el cambio social sólo podría llegar
a través
de una guerra revolucionaria. A partir de 1970, el
PRT-ERP se lanzó a la lucha armada bajo la consigna ‘todo el partido al combate’.”“El ERP-PRT no era una
fuerza progresista sino una
organización revolucionaria que pretendía instaurar una sociedad marxista inspirado por
el faro de la revolución cubana. Contaba entre cinco y
seis mil militantes y aspirantes. Estaba organizado en numerosas escuadras locales y fabriles,
además de un batallón urbano, dos compañías urbanas, y una compañía rural
reforzada. El Combatiente tiraba 21.000 ejemplares; Estrella
Roja, imprimía el doble.”
“Conforme lo resuelto por los tribunales internacionales en
la causa “Milosevic” para interpretar
que los hechos sucedieron en ocasión de un conflicto armado, se requiere únicamente
que existan grupos armados organizados que sean capaces de librar combate y que
de hecho lo hagan. A fines de 1974, el ERP tenía un control efectivo de un
tercio de la provincia de Tucumán y se presentaba como una seria amenaza a la
capital (de la provincia). Desarrollaba incluso una política parlamentaria en
algunas legislaturas provinciales (Córdoba). Mario Santucho y
otros miembros del ERP fueron instruidos en Cuba. Los
crímenes contra la humanidad quedaron totalmente plasmados en el derecho
internacional hace más de medio siglo, por lo que la categoría jurídica se encontraba plenamente
vigente al momento de los hechos criminales que sufrió Larrabure. Todo individuo
indefenso, independientemente de su estado formal como miembro de una
fuerza armada, debe considerarse civil.
Argentino del Valle Larrabure estaba protegido por su sola condición de
persona, independientemente de su profesión, por el Derecho Penal Internacional y el Derecho
Humanitario aplicables tanto a épocas de conflicto armado como de paz.”
La defensa trae a colación en la causa seguida a Viola, la
circunstancia de que los eventos relacionados con el accionar de la guerrilla,
el ataque sistemático a la población civil se concretó en virtud de un plan
sistematizado, plan criminal diseñado hace años por el ideólogo de la
guerrilla, John William Cooke, para imponer un régimen marxista. Dicho plan,
surge claro de las siguientes palabras del filósofo e historiador José Pablo
Feinmann: “Pese a las
influencias guevaristas, la izquierda peronista surge otorgándose una política de masas. John William Cooke, en Cuba, le había dicho a
Guevara, que para hacer la revolución en la Argentina, no era necesario el foco
insurreccional. Estaban las masas peronistas. Guevara no le
creyó. O, al menos, no fue seducido por esa interpretación. Su idea acerca del
peronismo no era la de Cooke. Jamás hubiera llegado a
creer que Perón podía transformarse en un revolucionario. Tal vez tampoco Cooke lo creyera. No exactamente así. Cooke
creía lo que luego creyeron los cuadros más lúcidos de la izquierda peronista: había que crearle
hechos revolucionarios a Perón y llevar al país a una situación insurreccional
a la cual Perón – más allá de sus preferencias ideológicas- no tuviera más
remedio que dar su acuerdo. Como vemos, la
praxis inicial de la izquierda peronista es una praxis de masas. Se identifica
con Perón y el peronismo porque quiere hacer la revolución con las masas…En
esta etapa, los Montoneros se dan una política de masas y sus cuadros de
superficie hacen la campaña electoral de l973, que culmina con el triunfo del
11 de marzo. Luego vienen sus enfrentamientos con Perón y, como fruto maduro de
esos enfrentamientos, surge un acto decisivo en la historia de la organización
y en la historia de su aislamiento del pueblo peronista que tanto invocaba: el asesinato de Rucci. Se trata de uno de los errores más desdichados de la historia
política argentina. Perón acaba de ganar en elecciones
democráticas por un margen superior al 60 %. El país, empeñosamente, buscaba un
camino de pacificación. Pero la teoría del apriete pudo más. Había que tirar un cadáver sobre la mesa de negociaciones. Y los Montoneros
apostaron duro: tiraron el de Rucci…Luego de
la muerte de Perón pasan a la clandestinidad. Se acabó la política de
superficie. Al acabarse, quedaron, precisamente, en la superficie todos los que
había creído en una política territorial…; desde la clandestinidad, retomaron las operaciones
armadas y comenzaron a apostar al golpe de Estado. Aquí entra la teoría de la hecatombe.
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