El Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo, en 1975 durante el gobierno constitucional del Presidente Perón, en su publicación “Estrella Roja”, dice: “Nadie puede ya dudarlo.
La guerra revolucionaria se ha generalizado en la Argentina. Todo el país está en guerra y se trata de una guerra total y en todos los dominios”.
El Ejército Revolucionario del Pueblo, en su revista “El Combatiente” dice: "al iniciarse el gobierno peronista, nuestro partido, previendo con acierto el fracaso de esta nueva experiencia burguesa, no cesa en la actividad militar".
El Ejército Montonero en su “Manual de Táctica Urbana” expresa: “Nuestra estrategia consiste en la toma del poder por el pueblo a través de la lucha armada; este objetivo presupone previamente la eliminación de las organizaciones políticas, económicas y administrativas del régimen y el aniquilamiento físico de sus fuerzas de represión”.
Tales afirmaciones constituyen una prueba tangible de las intenciones de estos guerrilleros subversivos, o sea que a confesión de parte, relevo de pruebas. Pero, al parecer tales afirmaciones no fueron tenidas en cuenta, cuando se procedió a enjuiciar tanto en la Argentina, como en España, a los militares que actuaron durante esta época, a fin de poder valorar con justicia y objetividad su accionar.
Esta agresión cubano-marxista fue últimamente reconocida por los líderes cubanos en el libro de su autoría “Secretos de Generales”. Al respecto el diario La Nación del 31 de marzo de 1997 en su editorial manifiesta: "El formal reconocimiento por las autoridades de Cuba de que en la década del 60 impulsaron la guerrilla en nuestro país y en otros, contenido en una publicación oficial en que altos jefes del ejército cubano relatan sus pasos en aquella época, no añade demasiado al conocimiento concreto de lo ocurrido entonces, pero sí mucho a la comprensión de una etapa trágica de la vida Argentina".
Creo que si bien, efectivamente, no añade mucho al conocimiento de lo sucedido en la Argentina, pone de relieve una vez mas que los movimientos guerrilleros que actuaron en nuestro país, eran de origen foráneo y cumplían órdenes emanadas de Cuba. Como ellos mismos se ocupan de reconocerlo, pasados muchos años de tales eventos. Vale decir, Cuba agredió a las autoridades constitucionales de la Argentina, en diversas épocas. Atacó a nuestro país, si bien no en forma directa, pero lo importante es que apañó la guerrilla a la que formó y ayudó oportunamente.
Curiosamente, tales circunstancias, no impidieron que la Argentina concediera créditos a este país, durante el gobierno de Héctor J. Cámpora. Por cierto, aun no han sido cancelados por los “camaradas” de la isla-prisión.
En lo que se relaciona con las fuerzas armadas son meridianamente claras las siguientes expresiones de un importante operador intelectual del marxismo internacional y de la agresión castro-guevarista que sufrió toda la América Latina, Regis Debray, que también fuera asesor del presidente Mitterand: “Toda línea política marxista debe dar respuesta a esta pregunta concreta: ¿Cómo derribar “al poder del Estado capitalista? ¿Cómo romper su columna vertebral que es el Ejército?
“La revolución cubana ofrece a los pueblos de Latinoamérica una respuesta que hay que “estudiar en los debates de su historia: formando, a través de la guerra de guerrillas, una “fuerza móvil estratégica que sirva de base al ejercito popular, del que saldrá el futuro “ejercito socialista”. Esos son los verdaderos precipitantes de la guerra que, provocada por la agresión terrorista marxista, vivió nuestro país.”.
Como bien se afirma en el foro, a confesión de parte, relevo de pruebas. Lástima que tales elementos de juicio, no sean adecuadamente valorados cuando un juez, en la Argentina, da a conocer sus conclusiones referidas a la actuación de los supuestos violadores de los Derechos Humanos que integraron nuestras Fuerzas Armadas. Creo que esos jueces, si estuvieran bombardeando Buenos Aires, exigirían de los militares que se en encontraban defendiéndola, que cuenten con una orden expedida por el juzgado, para poder derribar a los aviones enemigos.
Recuerdo que el señor Mitterand, a la sazón, era ministro de Justicia en ocasión de librarse la Guerra de Argelia y nunca, absolutamente nunca manifestó intención alguna que se investigue lo allí actuado y amnistiado por parte de Francia, -demostrando generosidad y agradecimiento hacia sus militares-, so pretexto de que se violaron los Derechos Humanos. Demás está decir que estaba al tanto minuciosamente de lo que sucedía puesto que, no solamente tenía informes de un juez de instrucción expresamente allí destacado, sino de los propios jefes militares que nunca le ocultaron la verdad de lo acontecido. Por cierto que los políticos de izquierda de Francia estaban contra esta tesitura sostenida, entre otros, por su correligionario Mitterand quien adoptó una postura digna del estadista que era.
La guerra revolucionaria se ha generalizado en la Argentina. Todo el país está en guerra y se trata de una guerra total y en todos los dominios”.
El Ejército Revolucionario del Pueblo, en su revista “El Combatiente” dice: "al iniciarse el gobierno peronista, nuestro partido, previendo con acierto el fracaso de esta nueva experiencia burguesa, no cesa en la actividad militar".
El Ejército Montonero en su “Manual de Táctica Urbana” expresa: “Nuestra estrategia consiste en la toma del poder por el pueblo a través de la lucha armada; este objetivo presupone previamente la eliminación de las organizaciones políticas, económicas y administrativas del régimen y el aniquilamiento físico de sus fuerzas de represión”.
Tales afirmaciones constituyen una prueba tangible de las intenciones de estos guerrilleros subversivos, o sea que a confesión de parte, relevo de pruebas. Pero, al parecer tales afirmaciones no fueron tenidas en cuenta, cuando se procedió a enjuiciar tanto en la Argentina, como en España, a los militares que actuaron durante esta época, a fin de poder valorar con justicia y objetividad su accionar.
Esta agresión cubano-marxista fue últimamente reconocida por los líderes cubanos en el libro de su autoría “Secretos de Generales”. Al respecto el diario La Nación del 31 de marzo de 1997 en su editorial manifiesta: "El formal reconocimiento por las autoridades de Cuba de que en la década del 60 impulsaron la guerrilla en nuestro país y en otros, contenido en una publicación oficial en que altos jefes del ejército cubano relatan sus pasos en aquella época, no añade demasiado al conocimiento concreto de lo ocurrido entonces, pero sí mucho a la comprensión de una etapa trágica de la vida Argentina".
Creo que si bien, efectivamente, no añade mucho al conocimiento de lo sucedido en la Argentina, pone de relieve una vez mas que los movimientos guerrilleros que actuaron en nuestro país, eran de origen foráneo y cumplían órdenes emanadas de Cuba. Como ellos mismos se ocupan de reconocerlo, pasados muchos años de tales eventos. Vale decir, Cuba agredió a las autoridades constitucionales de la Argentina, en diversas épocas. Atacó a nuestro país, si bien no en forma directa, pero lo importante es que apañó la guerrilla a la que formó y ayudó oportunamente.
Curiosamente, tales circunstancias, no impidieron que la Argentina concediera créditos a este país, durante el gobierno de Héctor J. Cámpora. Por cierto, aun no han sido cancelados por los “camaradas” de la isla-prisión.
En lo que se relaciona con las fuerzas armadas son meridianamente claras las siguientes expresiones de un importante operador intelectual del marxismo internacional y de la agresión castro-guevarista que sufrió toda la América Latina, Regis Debray, que también fuera asesor del presidente Mitterand: “Toda línea política marxista debe dar respuesta a esta pregunta concreta: ¿Cómo derribar “al poder del Estado capitalista? ¿Cómo romper su columna vertebral que es el Ejército?
“La revolución cubana ofrece a los pueblos de Latinoamérica una respuesta que hay que “estudiar en los debates de su historia: formando, a través de la guerra de guerrillas, una “fuerza móvil estratégica que sirva de base al ejercito popular, del que saldrá el futuro “ejercito socialista”. Esos son los verdaderos precipitantes de la guerra que, provocada por la agresión terrorista marxista, vivió nuestro país.”.
Como bien se afirma en el foro, a confesión de parte, relevo de pruebas. Lástima que tales elementos de juicio, no sean adecuadamente valorados cuando un juez, en la Argentina, da a conocer sus conclusiones referidas a la actuación de los supuestos violadores de los Derechos Humanos que integraron nuestras Fuerzas Armadas. Creo que esos jueces, si estuvieran bombardeando Buenos Aires, exigirían de los militares que se en encontraban defendiéndola, que cuenten con una orden expedida por el juzgado, para poder derribar a los aviones enemigos.
Recuerdo que el señor Mitterand, a la sazón, era ministro de Justicia en ocasión de librarse la Guerra de Argelia y nunca, absolutamente nunca manifestó intención alguna que se investigue lo allí actuado y amnistiado por parte de Francia, -demostrando generosidad y agradecimiento hacia sus militares-, so pretexto de que se violaron los Derechos Humanos. Demás está decir que estaba al tanto minuciosamente de lo que sucedía puesto que, no solamente tenía informes de un juez de instrucción expresamente allí destacado, sino de los propios jefes militares que nunca le ocultaron la verdad de lo acontecido. Por cierto que los políticos de izquierda de Francia estaban contra esta tesitura sostenida, entre otros, por su correligionario Mitterand quien adoptó una postura digna del estadista que era.
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